El autor del crimen de Ponte de Lima utilizó «violencia extrema» y empleó un machete y otras armas blancas

Monica Torres
mónica torres TUI / LA VOZ

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El Jeep de la exmujer apareció en un desnivel cerca de la casa
El Jeep de la exmujer apareció en un desnivel cerca de la casa

La policía lusa sigue con la investigación. Las pesquisas buscan esclarecer un caso que ya ha archivado la justicia española

26 ago 2020 . Actualizado a las 16:33 h.

La Policía Judiciária de Portugal mantiene abierta la investigación del macabro asesinato de un hombre, con nacionalidad francesa pero residente en Vigo, que disfrutaba de unos días de vacaciones con su pareja en la localidad lusa de Ponte de Lima. Hoy se cumple una semana del crimen y posterior suicidio del exmarido de la mujer, supuesto autor de la agresión mortal, que se tiró desde el puente de Rande. Siete días después, el juzgado de instrucción Número 1 de Cangas, en funciones de guardia, comunicó que «ya ha finalizado todos los trámites relacionados con el fallecimiento por suicidio» de Carlos S.F. La justicia portuguesa mantiene la causa abierta y la Policía Judiciária intenta esclarecer la sucesión de hechos que acabaron con el asesinato y una segunda víctima, maniatada con cables eléctricos que, al parecer, tuvo que presenciar la tortura a la que sometieron a su pareja y que acabó con su vida en Ponte de Lima.

«Las investigaciones aún no terminaron», confirmaron fuentes de la Policía Judiciária. «Las diligencias van a proseguir, independientemente de que el sospechoso se haya suicidado, para esclarecer todos los hechos», explicaron. El jueves se le tomó declaración a la mujer, después de que hubiese sido dada de alta en el centro médico al que tuvo que ser trasladada para atenderla de las heridas en manos y tobillos provocadas por los cables con los que fue maniatada.

Regreso al lugar

Antes de volver a su hogar y, según las mismas fuentes, la mujer tuvo que volver a la casa del crimen con los investigadores.

El procedimiento se circunscribe a la ribera lusa, que fue donde se perpetró el crimen. Una muerte anunciada, presumiblemente, por la incapacidad del presunto autor de asumir el fin de su matrimonio y de que la que había sido su mujer rehiciera su vida. La policía trabaja sobre la hipótesis de un crimen pasional, etiqueta en desuso, sustituida habitualmente como un crimen de violencia de género o de violencia doméstica, según la victimología, e inadecuada para muchos ya que en el fondo expresaría una justificación de la violencia.

En Portugal se aborda como crimen pasional y la investigación apunta un nutrido abanico de hechos y circunstancias que avalan la hipótesis de que el sospechoso no aceptaba la libertad de su ya expareja. Entre ellas, el localizador que habría instalado para seguirla en el Jeep que el miércoles posibilitó descubrir el crimen pese a que el agresor lo desplazó del lugar.

Militares de la Guarda Nacional Republicana de Ponte de Lima recibieron un aviso a las ocho de la mañana del miércoles alertando de la salida de vía de un vehículo. Preguntaron a varios vecinos y, por la matrícula española, dieron con la casa rural que habían alquilado de vacaciones. «Los militares pidieron refuerzos en cuanto notaron que había cristales de ventanas rotas para entrar en el domicilio», explicó la policía lusa. Los únicos que pudieron actuar fueron los médicos, que atendieron a la mujer.

Uso de varias armas blancas

Una hora después y, mientras la víctima apuntaba a su ex pareja como agresor, este se tiraba desde el puente de Rande. Fue rescatado ya sin vida por la Guardia Civil y Salvamento Marítimo. Su familia no ha podido incinerarlo como tenía previsto al dictaminar el juez que debía recibir sepultura, posiblemente por protocolo ante la causa que sigue abierta en el país vecino.

No ha trascendido el resultado de la autopsia del hombre al que asesinaron en Ponte de Lima. Fuentes policiales sí han destacado que el agresor «utilizó violencia extrema» y apuntan también que empleó varias armas blancas y, entre ellas, un machete con el que le cortó los genitales. La Asociación de Mulleres Rurais de Entrimo (Ourense), de donde era oriundo el hombre mutilado, organizó un acto de protesta contra la violencia machista.