La autora publica «Troubled blood», la historia de un asesino que se hace pasar por mujer
16 sep 2020 . Actualizado a las 13:30 h.La escritora J. K. Rowling está nuevamente en el centro de una polémica. Y es que su nueva novela, Troubled blood, es un thriller sobre un asesino en serie que se viste de mujer para aprovecharse de sus víctimas. La premisa ha sido recibida con desagrado por la comunidad de personas trans a nivel global, ya que se trata de una idea que perpetúa estereotipos dañinos acerca de lo que significa ser transgénero.
Troubled Blood es la quinta novela de la serie de los thrillers policiales protagonizados por el detective Cormoran Strike que la autora J. K. Rowling escribe bajo el seudónimo de Robert Galbraith. Pero esta no es la primera vez que la autora de la saga Harry Potter se gana el repudio de la comunidad LGBT. Rowling ya había causado controversia en Twitter en junio, cuando criticó el uso de la expresión «personas que menstrúan» en lugar de «mujeres» en un artículo periodístico. Más tarde, afirmó que esta expresión le parecía un «uso lingüístifco degradante» para las «nacidas mujeres».
La escritora se posicionó así en favor del feminismo radical, que considera que el sexo biológico determina quién puede o no ser mujer, recibiendo duras críticas de muchos de sus fanáticos que están alineados con colectivos transfeministas. Estas críticas se referían a ciertas declaraciones de la autora, que había escrito en su página web: «Cuando abres las puertas de los baños y vestuarios a cualquier hombre que cree que es una mujer (...), entonces abres la puerta a cualquier hombre que quiera entrar».
Pese a esto, Rowling negó la acusación de transfobia en un comunicado reciente: «Conozco y amo a las personas trans, pero borrar el concepto de sexo elimina la capacidad de muchas personas de hablar de sus vidas de manera significativa. No es odio decir la verdad».
«Estoy al lado de los valientes hombres y mujeres, homosexuales, heterosexuales y trans, que defienden la libertad de expresión y pensamiento y los derechos y la seguridad de algunos de los más vulnerables de nuestra sociedad: jóvenes gais, adolescentes frágiles y mujeres que dependen y desean retener sus espacios de un solo sexo», afirmó la autora.