Pensilvania empuja a Biden a la presidencia

esperanza Balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Marcha en Washington para exigir que cada voto se cuente
Marcha en Washington para exigir que cada voto se cuente MICHAEL REYNOLDS | Efe

El candidato demócrata espera la confirmación protegido ya por el Servicio Secreto

07 nov 2020 . Actualizado a las 09:43 h.

El demócrata Joe Biden está a un paso de convertirse en el próximo presidente de EE.UU. Unos miles de votos impiden la confirmación definitiva de la victoria frente al republicano Donald Trump. Los estadounidenses siguen esperando el resultado final tras cuatro días de lento y agónico recuento que mantiene al país al borde del ataque de nervios. La noticia se hace esperar debido a los esfuerzos de los responsables del escrutinio y de los medios de comunicación por cerrar todo el recuento antes de precipitarse a una conclusión que pueda alimentar las acusaciones de fraude lanzadas por el presidente.

La legitimidad de los comicios del 3N resiste los intentos de Trump de romper todas las reglas democráticas. Desde primera hora de la mañana, las miradas estaban puestas en Pensilvania. Biden conseguía arrebatarle el liderazgo a su contrincante con casi 14.000 votos y el 96 % escrutado, en el estado que guarda la llave a la Casa Blanca. Pasaban las horas, y la diferecia aumentaba. Ya de madrugada en España, rozaba los 20.000 sufragios. Los 20 votos electorales son suficientes para darle la victoria, sin necesidad de ganar más estados.

La cuenta seguía abierta en otros tres estados clave. En Georgia, el demócrata iba por delante con 3.960 votos y el 98 % escrutado. La diferencia es tan estrecha que las autoridades están obligadas por ley a recontar los votos.

En Arizona, Biden afianzaba su liderazgo con 36.800 papeletas de ventaja. Mientras en Nevada el recuento avanzaba con más lentitud, pero la diferencia superaba los 22.000 votos a favor de Biden. Conquistados Míchigan y Wisconsin, el demócrata continuaba con una mayoría de 253 votos electorales, del total de 270 necesarios para conseguir la presidencia, frente a los 214 de Trump.

Las presión crecía el viernes a media que pasaban las horas, al mismo tiempo que se multiplicaban las llamadas a la calma por parte de los responsables de los centros de recuento de los cuatro estados en disputa. Porque la cuenta definitiva todavía tardará varios días en llegar debido al récord de papeletas enviadas por correo por el miedo a la pandemia. Las mayoría de ellas, se prevé, de signo demócrata.

Todo eran malas noticias para un Trump bunkerizado en la Casa Blanca obsesionado con impugnar los números de Pensilvania, a pesar de férreo control sobre el recuento, que puede seguirse en streaming (retransmisión en directo). El presidente ganará con toda probabilidad en Alaska y encabeza el escrutinio en Carolina del Norte, pero necesita una victoria en Pensilvania, Nevada y Georgia para darle la vuelta a los resultados y seguir cuatro años más en la Casa Blanca. 

Nueva demanda

Los abogados del presidente trataron por tercera vez que el Tribunal Supremo del estado de Pensilvania impugnara todas las papeletas por correo recibidas desde el cierre de las urnas, a las 20.00 horas del 3 de noviembre, hasta las 17.00 horas de este viernes. Los jueces no se habían pronunciaron anoche al respecto.

Biden esperaba la confirmación del resultado en Pensilvania para declarar su victoria en horario de máxima audiencia en la noche local (madrugada en España) desde el centro de convenciones de Wilmington (Delaware), su ciudad de residencia. Los agentes del Servicio Secreto se desplazaron hasta allí para protegerle. Una muestra más de estaba apunto de convertirse en el 46º. presidente de EE.UU.

La frustración dominaba al equipo de campaña de Trump, con amenazas de acciones legales contra todos y cada uno de los resultados por un presunto fraude del que no existen pruebas. Pero la realidad de los números se imponía sobre Washington. Un ejército de ciudadanos continuaba a esa hora con el recuento bajo estrictas medidas de seguridad, la vigilancia de observadores de ambos partidos y verificando al milímetro cualquier discrepancia en las firmas, nombres o datos de los electores.

Sobres por correo con la última fecha de envío (3 de noviembre) son válidos para ser contabilizados, algunos procedentes de militares en el extranjero. Las autoridades de los cuatro estados en disputa solo se aventuraron a concretar que quedaban «miles» por contar porque aún seguían llegando a los centros de escrutinio. Pero aseguraron que no darán el proceso por finalizado hasta que todas las cajas queden vacías.