Derrota de Boris Johnson en la Cámara de los Lores, que enmienda la polémica ley para reescribir el acuerdo del «brexit»

JUAN ALONSO REDACCIÓN / LA VOZ

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«Volveremos a introducir las cláusulas cuando la ley vuelva a los Comunes», ha aclarado hoy un portavoz del Ejecutivo británico

10 nov 2020 . Actualizado a las 14:01 h.

El brexit le vuelve a provocar una humillación en el Parlamento a Boris Johnson. Ayer, en medio de las últimas negociaciones para lograr el anhelado acuerdo con Bruselas que evite un divorcio abrupto, la Cámara de los Lores le propinó un duro golpe al aprobar, por una amplia mayoría de 433 a 165, una enmienda para excluir de la Ley del Mercado Interno del Reino Unido sus puntos más controvertidos, empezando por aquellos que lo facultaban para reescribir unilateralmente lo ya pactado con la UE.

La decisión se produjo entrando en la madrugada y tras un maratoniano debate que se prolongó durante casi siete horas. Casi medio de centenar de lores tomaron la palabra. Entre los que hablaron estuvo el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, el primado de la Iglesia anglicana, quien respaldó modificar el texto por considerar que violaba el derecho internacional. En similares términos se pronunció el tory Michael Howard, quien se preguntó: «¿Cómo podemos reprocharle a países como Rusia, China o Irán su comportamiento cuando nosotros estamos dando este ejemplo lamentable?».

El varapalo ya era esperado por el Gobierno. Así lo dejaron claro las advertencias que a lo largo del día hicieron funcionarios como el ministro de Ambiente, George Eustece, quien aseguró: «Haremos uso de la abrumadora mayoría que el Gobierno tiene en la Cámara de los Comunes para deshacer los cambios hechos por los lores». «La Ley del Mercado Interior no busca socavar el acuerdo de paz de Belfast, busca protegerlo», justificó el funcionario.

En similares términos se pronunció, horas después, el portavoz de Downing Street «Cualquier enmienda a la ley será considerada en su regreso a la Cámara de los Comunes, pero consideramos que tal y como está es una red de seguridad vital». Nada más conocerse los resultados de la votación, desde el Gobierno anunciaron que desenterrarán los aspectos más controvertidos de la ley. «No ratificaremos un nuevo acuerdo mientras el Reino Unido está legislando para romper uno previo», alertó el ministro irlandés de Exteriores.

Pero si las advertencias comunitarias no fueran suficientes, Johnson deberá tener presentes las que lanzó el presidente electo de EE.UU., Joe Biden, quien en septiembre aseveró: «Cualquier tratado entre Estados Unidos y el Reino Unido debe estar supeditado al respeto a los acuerdos de paz y a impedir el regreso de una frontera dura entre las dos Irlandas». La estrategia del premier podría hacer naufragar sus intentos por acercarse al nuevo inquilino de la Casa Blanca.

Johnson mantendrá su polémica ley

La Ley de Mercado Interno, con la que Johnson quiere evitar a toda costa que a partir del 1 de enero pueda haber trabas entre Irlanda del Norte y el resto de territorios británicos para evitar a su vez una frontera dura entre el Úlster e Irlanda, ha quedado frenada en la Cámara Alta en sus partes más controvertidas.

«Volveremos a introducir las cláusulas cuando la ley vuelva a los Comunes», ha aclarado hoy un portavoz del Ejecutivo, que ha insistido en la tesis de que se trata de una «red de seguridad legal» para «proteger la integridad del mercado interno de Reino Unido y los enormes logros del proceso de paz en Irlanda del Norte», según la BBC.

Los cinco ex primeros ministros que siguen vivos, entre ellos los tories David Cameron y Theresa May, se han opuesto a la ley planteada por Johnson, que el lunes también ha tenido que escuchar críticas por parte de Michael Howards, antiguo líder del Partido Conservador y actualmente miembro de la Cámara de los Lores, informa Europa Press.

Howards ha instado al 'premier' a «pensar otra vez» su plan y retirar las partes más criticadas, en la medida en que considera que el Gobierno utiliza un lenguaje propio de quienes «violan la ley». También laboristas, liberaldemócratas y nacionalistas escoceses se han expresado en contra de la reforma.

El ministro de Exteriores irlandés, Simon Coveney, ha declarado en la BBC que no ve una «sorpresa» la derrota parlamentaria del plan de Johnson, «una ley controvertida tanto dentro como fuera de Reino Unido». En este sentido, ha apuntado que la idea de dar a los ministros «capacidad para hacer lo que quieran» ha minado la confianza europea en la parte británica en plenas negociaciones sobre la relación futura.