EE.UU. investiga posibles sobornos a cambio de indultos presidenciales

esperanza balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Trump con sus tres hijos mayores, durante un acto en el 2014
Trump con sus tres hijos mayores, durante un acto en el 2014 Gary Cameron | Reuters

Trump estudia perdonar a sus hijos mayores y a su abogado Rudy Giuliani

03 dic 2020 . Actualizado a las 09:01 h.

La política estadounidense se encuentra dominada por dos palabras: perdón presidencial. Las presuntas maniobras de Donald Trump para utilizar sus últimas semanas como presidente de EE.UU. para proteger a su círculo más cercano, así como una posible trama de sobornos a cambio de indultos, mantienen en vilo a Washington.

Los periodistas de las principales cadenas de televisión sacudían el martes por la noche las veinte páginas de una investigación desvelada por el Departamento de Justicia sobre una posible canalización de dinero a la Casa Blanca a cambio de perdones presidenciales. La mayoría del contenido de las pesquisas se encuentra bajo secreto de sumario. Por el momento, se desconoce la cronología del supuesto plan, así como los nombres de las personas involucradas.

Los documentos, divulgados por la jueza jefa del Tribunal del Distrito de Columbia, Beryl Howell, sí muestran que dos personas se acercaron a altos funcionarios del entorno de Trump para tratar de realizar un pago a cambio del perdón para un acusado que se encuentra en prisión.

Los investigadores tienen en su poder más de 50 dispositivos digitales, incluidos ordenadores, tabletas y móviles, incautados en un registro realizado en agosto en un oficina sin identificar. El escrito de Howell da permiso a los fiscales del caso para acceder al contenido, tras asegurarse de que no viola el secreto profesional entre abogado y cliente. Trump respondió a través de Twitter con una frase breve: «La investigación del perdón es una noticia falsa». Su secretaria de prensa, Kayleigh McEnany, recordó ayer que el Departamento de Justicia no ha involucrado a ningún funcionario. Los fiscales tienen cinco años desde la comisión del delito de soborno para presentar acusaciones.

Perdón a sus hijos

Esto coincidió con la noticia de que Trump se plantea decretar indultos para sus tres hijos mayores, Donald Jr., Eric e Ivanka, su yerno Jared Kushner y su abogado personal, Rudy Giuliani, según The New York Times.

El presidente teme que el futuro fiscal general y el próximo Departamento de Justicia bajo el Gobierno de Joe Biden busquen venganza contra ellos. Una posibilidad que el demócrata ha descartado al asegurar que respetará la independencia judicial. Donald Trump Jr. fue investigado por el fiscal especial Robert Mueller por sus contactos con rusos sin ser acusado. Mientras que Kushner proporcionó información falsa sobre sus contactos en el extranjero al solicitar su autorización para acceder a la información sobre seguridad nacional.

El indulto no les libraría de los posibles procedimientos derivados de las investigaciones contra la Organización Trump que lleva a cabo la Fiscalía de distrito de Manhattan en las que, por el momento, se indaga el papel de Eric e Ivanka, ya que solo afectan a acusaciones federales.

El primero en conseguir el perdón presidencial, la pasada semana, fue Michael Flynn, su primer asesor de Seguridad Nacional, que se declaró culpable de engañar a las autoridades sobre sus contactos con Rusia. No se descarta tampoco que Trump intente perdonarse a sí mismo.

Golpe del fiscal general

Por otro lado, el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, asestó el martes el golpe definitivo a las acusaciones infundadas de Trump sobre el fraude electoral. Barr, sospechoso de actuar a favor del presidente, se plantó al afirmar que no han hallado pruebas de irregularidades para revertir la victoria del demócrata Joe Biden. Tras estas inesperadas declaraciones a la agencia Associated Press, el fiscal general acudió a la Casa Blanca para reunirse con el jefe de Gabinete de Trump, Mark Meadows, sin que se hiciera público el contenido de las conversaciones.

La batalla legal iniciada por la campaña del presidente tras anunciarse su derrota electoral recibió el espaldarazo de Barr cuando instruyó a los fiscales federales de todo el país a investigar las «creíbles» acusaciones de presunto fraude. Sus conclusiones, unidas a la certificación de los resultados en los estados claves y al rechazo generalizado de los jueces a las demandas presentadas, han acabado con las opciones de Trump ante los tribunales.

Trump planea su candidatura para el 2024, que podría anunciar en la toma de posesión

Donald Trump tiene previsto acaparar todo el protagonismo posible hasta su último día en la Casa Blanca e incluso alargarlo cuatro años más. El presidente de EE.UU. ha dado a entender que se presentará a las elecciones en el 2024 y que podrían anunciar su candidatura antes de que termine su primer mandato. «Nos vemos en cuatro años», aseguró ante los invitados a una recepción navideña celebrada el martes por la noche en la Casa Blanca.

Pese a su derrota por más de 8 millones de votos frente al demócrata Joe Biden, Trump continuó asegurando frente a los asistentes que ganó las elecciones y que los resultados han sido «manipulados» en su contra, pocas horas después de que el fiscal general, William Barr, asegurara que no existe prueba alguna del presunto fraude.

Su futuro es aún una incógnita. Pero Trump mantiene el suspense sobre si asistirá o no a la toma de posesión de Biden el próximo 20 de enero en Washington. «Sé cuál es la respuesta a esa pregunta pero no quiero decirla todavía», dijo hace cuatro días a la prensa. «No voy a especular sobre eso», zanjó ayer su portavoz Kayleigh McEnany, en una comparecencia ante la prensa.

El martes, la cadena NBC aseguró que Trump planea un evento paralelo a la ceremonia de juramento del demócrata, donde presentaría su candidatura a los comicios del 2024. Según tres personas familiarizadas con las conversaciones, existe una organización «preliminar» en marcha, aunque todavía no se ha tomado una decisión final e incluso podría anunciarlo antes. Por más que intente dibujar un futuro como candidato presidencial, los problemas financieros y legales que le esperan fuera de Washington serán un obstáculo al apoyo del Partido Republicano.