El Congreso celebra el triunfo de la democracia y reivindica la figura de Juan Carlos I

G. Redondo MADRID / LA VOZ

ACTUALIDAD

Felipe VI ha defendido la Constitución como herramienta de reencuentro

23 feb 2021 . Actualizado a las 21:30 h.

El Congreso de los Diputados acogió ayer el acto conmemorativo del cuadragésimo aniversario del intento de golpe de Estado del 23F. La ceremonia, a la que acudieron los principales representantes de los órganos del Estado y que fue presidida por el rey Felipe VI, se convirtió en un homenaje a la Constitución y en defensa de los valores democráticos.

Tras una mañana de afrentas contra el acto por parte de los partidos nacionalistas, el rey fue recibido en la Puerta de los Leones arropado por un centenar de ciudadanos. Después, Felipe intervino con el objetivo de conmemorar lo sucedido hace ya cuarenta años y recordar y defender los valores sobre los que se asienta el régimen democrático.

En su intervención, el monarca hizo hincapié en la libertad, en la democracia y en la Constitución de 1978, sin olvidarse de su padre. El rey quiso zanjar la controversia por la ausencia del emérito y la consecuente crítica de los partidos republicanos. «Ante aquella inaceptable fractura del legítimo y legal orden democrático, el Rey Juan Carlos I asumió como jefe de Estado su responsabilidad», relató Felipe VI. «Su firmeza y autoridad fueron determinantes para la defensa y el triunfo de la democracia», dijo sobre la figura y la actuación de su padre ante el golpe de Estado protagonizado por Tejero.

El rey tampoco quiso olvidarse de Adolfo Suárez, de la labor de los medios de comunicación y del «rechazo institucional y ciudadano a la ruptura de nuestro marco de convivencia». Desde el salón de los Pasos Perdidos y ante la presencia de los representantes de los partidos y del Gobierno, entre ellos el presidente Pedro Sánchez y el líder de la oposición Pablo Casado, el monarca instó a proteger la democracia «porque hemos aprendido que es un bien delicado».

En esa misma línea, la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet también quiso reivindicar la democracia, en boga en las ultimas semanas por las declaraciones del socio de gobierno de su partido, el vicepresidente Iglesias. «La democracia exige compromiso diario, defensa permanente y esfuerzo constante», dijo Batet. «Los riesgos para nuestra democracia hoy existen, pero son otros», explicó, y apuntó hacia la deslegitimación de las instituciones, la polarización del escenario político a nivel global y el populismo. Tampoco quiso dejar a un lado la situación compleja que viven los ciudadanos.

En el salón de los Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados escucharon las intervenciones los distintos miembros del Gobierno, los cuatro vicepresidentes y los representantes del parlamento, en un acto anómalo por las medidas de precaución frente al coronavirus. La ceremonia no contó con la participación de los partidos independentistas, pero sí con la presencia de Pablo Echenique como portavoz de Podemos.

Otra de las noticias del día surgió ante la intervención de Espinosa de los Monteros, que criticó el acto. «Los partidos del Gobierno tratan de desviar la atención sobre sus responsabilidades del presente, aprovechando para injuriar a la corona», explicó el portavoz del grupo parlamentario Vox.

Casado y Sánchez coincidieron en el almuerzo junto al rey organizado por Meritxell Batet 

La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, invitó ayer a un almuerzo a un grupo reducido de asistentes al acto, entre los que estuvieron el Rey, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado. Según informaron fuentes de Zarzuela, al almuerzo también fueron invitados la presidenta del Senado, Pilar Llop; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; y el presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes. Además, en el convite participaron los dos únicos ponentes de la Constitución que siguen vivos. Miguel Herrero de Miñón y Miquel Roca i Junyent.

Pablo Iglesias evitó aplaudir el discurso del rey y criticó la función de la Monarquía 

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, cumplió sus obligaciones al frente de la vicepresidencia segunda, pero no perdió la ocasión de la presencia del rey para arrear a la Monarquía. Tras la intervención de Felipe VI, el también líder de Unidas Podemos evitó sumarse a los aplausos. Iglesias, que acudió a la cita en calidad de vicepresidente, se desquitó más tarde con críticas no solo a la jefatura del Estado sino también al partido socialista y a la intervención de Meritxell Batet. El secretario general de la formación morada aseveró que «la Monarquía ya no es condición de posibilidad de democracia», en relación a su papel durante la Transición.

Rueda de prensa de los representantes del BNG, CUP, ERC, Junts, Bildu y PDECat
Rueda de prensa de los representantes del BNG, CUP, ERC, Junts, Bildu y PDECat Emilio Naranjo | Efe

BNG, CUP, ERC, Junts, Bildu y PDECat justifican su plante «al régimen del 78» 

G. R.

Todos partidos independentistas -BNG, CUP, ERC, Junts, Bildu y PDECat- que habían avisado con anterioridad de su ausencia al acto conmemorativo, aprovecharon ayer la ocasión para explicar su postura y justificar el desplante a las intervenciones del rey y de la presidenta del Congreso. Los portavoces de los distintos partidos realizaron una rueda de prensa conjunta en la que aseguraron que son fuerzas que comparten «el objetivo de ruptura democrática con el régimen del 78», explicaron tras anunciar la existencia de un manifiesto «consensuado, pactado y firmado» por todos los grupos independentistas mencionados.

Además de sus críticas al «régimen del 78», los miembros de los distintos grupos también quisieron dar a conocer sus sospechas sobre el golpe de Estado de 1981. En esta línea anunciaron el registro de una iniciativa conjunta «para exigir que se conozca con exactitud cada documento que aporte luz a los verdaderos acontecimientos que alumbraron el golpe de Estado del 23F», según palabras del miembro del BNG, Néstor Rego.

Tras la intervención en castellano, cada miembro realizó una intervención en la lengua de sus territorios. La acción suscitó las preguntas de los periodistas no hablantes de esas lenguas y la petición de una traducción, un servicio al cual los políticos se negaron, lo que causó desconcierto entre los asistentes.