Ayuso arrastra a Casado, que considera irreversible la ruptura con Ciudadanos

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El líder del PP, Pablo Casado, ayer, junto a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, durante el homenaje a las víctimas del 11M
El líder del PP, Pablo Casado, ayer, junto a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, durante el homenaje a las víctimas del 11M MARISCAL

El presidente de la Xunta cierra filas con la madrileña y carga contra el PSOE

12 mar 2021 . Actualizado a las 09:23 h.

Los partidos tratan de reubicarse tras el tsunami político provocado por el terremoto murciano. Más allá de la incertidumbre jurídica en torno a si los madrileños irán o no a las urnas el 4 de mayo, cuestión que dilucidarán los tribunales, la decisión de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, de romper con Ciudadanos arrastra al líder del PP, Pablo Casado, que ayer dejó claro que, por más que los gobiernos de coalición en Andalucía y Castilla y León se mantengan en pie, la ruptura con el partido de Inés Arrimadas es irreversible y el objetivo es ahora fagocitarlo en votos y en cuadros internos de cara a las elecciones generales.

 Conversación con Arrimadas

Casado tachó de «grave irresponsabilidad» que Ciudadanos impulse una moción de censura en Murcia y confirmó que la quiebra de la confianza alcanza incluso a su relación personal con Arrimadas. Reveló que la líder de Ciudadanos solo le llamó «tres horas después de que se hiciera pública la noticia del registro de la moción de censura en Murcia», con los hechos ya consumados. Y, aunque Arrimadas precisó que hablaron antes de que Ayuso convocara las elecciones y en esa conversación le garantizó al líder popular que no iban a «hacer nada» en Madrid, Casado dio su aval a la presidenta madrileña para llamar a las urnas ante el temor a una traición política.

El líder del PP dio «todo su respaldo» a un convocatoria de elecciones que él no ha decidido, pero que está dispuesto a hacer suya, sabiendo que se juega en esos comicios buena parte de su futuro después de haber roto con Vox en el Congreso y ahora con Ciudadanos en Madrid.

Unión de la derecha «por la base»

Poniéndose ya en modo de campaña electoral, Casado aseguró que esas elecciones del 4 de mayo serán la «primera etapa» para unir a todo centroderecha español en la «papeleta del PP». Según explicó, él lleva tres años tratando de propiciar esa unión con los otros dos partidos y «si no lo han querido», esa suma se hará ahora «por la base» porque los madrileños pueden dar una «mayoría absoluta» a Ayuso. El cierre de filas con Ayuso en el PP es total. El presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo, la defendió diciendo que «la crisis y la inestabilidad» no son culpa de la presidenta madrileña por llamar a las urnas, sino de las tres mociones de censura presentadas por el PSOE, y de la «sorprendente actitud» de los de Arrimadas. «¿Quién se fía de Ciudadanos? Desde luego, los gallegos, no», señaló. Pero Feijoo puso también el foco en el PSOE. «De un partido acomodaticio, o de un partido adolescente, se puede entender, pero que una formación con más de un siglo de historia esté detrás es la decisión más irresponsable del PSOE», indicó. Y, sobre Casado, resaltó que se limitó a «autorizar» la decisión que le propuso Ayuso «en sus competencias».

 Cs: Ayuso lo tenía pensado

Pero también Cs se prepara ya para un escenario electoral y su líder, Inés Arrimadas, arremetió contra Díaz Ayuso acusándola de decir «falsedades» por asegurar que su partido preparaba ya una moción de censura conjunta con el PSOE para derribar a su Gobierno. «Si nosotros hubiéramos querido hacer una moción de censura» en Madrid «ya la habríamos presentado, a la vez que en Murcia o antes», indicó. Por el contrario, aseguró que Ayuso «ya tenía pensado» romper con su partido. Ciudadanos quiere evitar que en la campaña electoral madrileña cale la imagen de que es un aliado del PSOE. Y, por ello, Arrimadas se desvinculó de la moción de censura que el PSOE ha registrado en Castilla y León contra el popular Alfonso Fernández Mañueco, garantizando que Ciudadanos votará en contra. «Nosotros no hemos hablado con el PSOE ni tenemos intención para nada de que prospere ninguna moción del PSOE ni en Castilla y León ni en ningún otro sitio», afirmó.

 El Gobierno corteja a Arrimadas

También el PSOE trata de justificar su decisión. El secretario de organización socialista y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, que ha sido el negociador con Ciudadanos, aseguró que el acuerdo que cerraron el martes solo contemplaba la presentación de una moción de censura en Murcia. Negó que se preparara una acción similar en Madrid ni en otra comunidad, aunque, según dijo, «evidentemente siempre se prevén reacciones en una situación así». El Ejecutivo aprovechó la situación para cortejar a Ciudadanos e invitarle a ejercer como «bisagra» y no atarse al PP. La ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero, indicó al partido de Arrimadas que está ante «la oportunidad y el momento» de revisar su posición en el tablero político español «si no quiere ser engullido».

«Voy a por la mayoría absoluta, como Feijoo», dice Ayuso

 G.B.

«Yo no contemplo necesitar apoyos en una próxima legislatura. Voy a por la mayoría absoluta. Vamos a demostrar que podemos gobernar solos. A mí me gustaría trabajar como lo hace Feijoo, que lo hace con estabilidad y con tranquilidad, y más en un momento en el que estamos sorteando una pandemia». La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, puso ayer la mayoría absoluta de la que disfruta Alberto Núñez Feijoo en Galicia como ejemplo y objetivo de lo que aspira a conseguir en las próximas elecciones autonómicas.

Ayuso justificó su decisión de llamar a los madrileños a las urnas, pese a haber asegurado hace un mes que si convocaba los comicios la llamarían «insensata» y «tipa peligrosa», diciendo que nunca he tenido «un especial apoyo de Ciudadanos». «Preferían pactar con el PSOE las cosas. Hacía tiempo que no tenía confianza en ellos. Confianza que no me han dado durante toda la legislatura», señaló. Según Ayuso, cada vez que Ciudadanos ha tenido oportunidad de sumarse al PSOE «lo ha hecho». Cargó especialmente contra el hasta el miércoles vicepresidente de su Gobierno, Ignacio Aguado, por haber pactado con el entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, políticas contrarias a la suya «en los peores momentos de la pandemia».

El exvicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, tachó de «irresponsable» la decisión de Ayuso y dijo esperar que «lo pague en las urnas». Aseguró que los Presupuestos estaban ya a punto de aprobarse, -algo que Ayuso negó-, y que con la convocatoria de elecciones quedan sin efecto las ayudas a la hostelería que se contemplaban por valor de 250 millones de euros. Aguado no quiso adelantar, sin embargo, si está dispuesto a pactar de nuevo con el PP. Indicó que no es Ciudadanos quien ha roto el acuerdo, sino Ayuso, de forma unilateral, «seguramente porque ya había hablado con Vox y quiera gobernar con Vox».