Un padre recurre ante el Supremo tras perder la custodia compartida por dejar a su hijo jugar durante horas al Fortnite

redacción VILAGARCÍA / LA VOZ

ACTUALIDAD

Santi M. Amil

El tribunal decidió establecer un régimen de visitas al padre

07 abr 2021 . Actualizado a las 09:10 h.

Una afición desmedida a los videojuegos y demasiadas horas enganchado al célebre Fortnite. Ese fue uno de los argumentos que, hace un año, llevó a la sección primera de la Audiencia de Pontevedra a prestar atención a la reclamación presentada por la madre de un menor que, harta de discutir con su expareja sobre cómo debían criar al hijo que tenían en común, decidió reivindicar judicialmente la anulación de la custodia compartida acordada en su día. La madre no logró su objetivo en la primera batalla, librada en los juzgados de Cambados, pero sus argumentos convencieron en la Audiencia. Ahora se prepara una tercera refriega judicial, ya que su expareja ha presentado un recurso ante el Tribunal Supremo, que de momento aún no ha decidido si admitirá a trámite, o no, dicha queja.

Tras la ruptura de la pareja, esta había acordado un régimen de custodia compartida. Pero este no tardó en hacer aguas: los dos progenitores tenían puntos de vista opuestos sobre cómo debían criar a su hijo. La madre alegaba que «por parte del padre se desprende una actitud de permisividad total y falta de vigilancia y atención a los quehaceres diarios del menor», lo que se habría traducido en «un problema de afición a los videojuegos» y, más en concreto, al Fortnite. Esa adicción sería la raíz de los problemas de comportamiento que comenzaba a presentar el menor, así como de sus malos resultados escolares.

La Audiencia apoyó su decisión en el dictamen de un psicólogo que trató al menor en varias ocasiones y que había detectado en él una clara adicción a los videojuegos. Pero también en la exploración del menor realizada por el propio juzgado. «Él mismo se avino a manifestar el disponer de Instagram y WhatsApp, que pidió a su padre, así como a reconocer su afición a los videojuegos y, particularmente, al Fortnite, a los que dedica bastante tiempo, siendo su madre la que no le deja jugar con ellos durante los días lectivos».

El testimonio de la madre, que recordó que «cuando le comentó al padre el problema del niño de adicción al juego, aquel le dijo que era una exagerada», y el del progenitor, que «reconoció haber dado el consentimiento para la cuenta de Instagram y el canal de Youtube sin haberlo consultado con la madre», y que «disculpaba los suspensos del menor en razón a que el curso es difícil», apuntalaron la decisión del tribunal, que atribuyó a la madre la guardia y custodia del niño, estableciendo a favor del padre un régimen de visitas.