Biden señala la «responsabilidad» de Rusia en el ciberataque al oleoducto

Esperanza Balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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KEVIN LAMARQUE | Reuters

Miles de personas seguían el martes sin suministro de gasolina en la costa este

12 may 2021 . Actualizado a las 08:41 h.

La red de infraestructuras de Estados Unidos está en el punto de mira de los piratas informáticos. El ciberataque perpetrado el pasado viernes contra Colonial, la mayor red de oleoductos del país, ha puesto de manifiesto la amenaza de consecuencias imprevisibles a la que se enfrenta el país. La incursión se produjo tres meses después de que un hacker alterara con éxito los niveles químicos del agua de la planta de Oldsmar (Florida). «Esta vez es una verdadera llamada de atención», advirtió Neil Chatterjee, miembro de la Comisión Reguladora de Energía Federal, en una entrevista en la cadena CNN.

Las cuatro principales tuberías de los 8.850 kilómetros de red de Colonial continuaban el martes paralizadas, mientras miles de conductores sufrían la falta de abastecimiento en los estados de Florida, Carolina del Norte, Georgia y Virginia. El litro de gasolina se acercaba a los tres dólares por galón (3,7 litros), casi el precio más alto desde noviembre del 2014.

La situación amenaza con convertirse en la segunda crisis de la Administración Biden, tras la ola migratoria, cuando el presidente se encuentra a punto de firmar una orden ejecutiva para aumentar la ciberseguridad en las infraestructuras críticas para el país. Porque a pesar de que la Casa Blanca haya declarado el estado de emergencia y esté trabajando con la compañía para mitigar los efectos del ataque, la red de suministro es de propiedad privada y de las empresas dependen los protocolos de seguridad.

Choque con Moscú

A esto se suma un nuevo enfrentamiento con su homólogo del Kremlin, Vladimir Putin. «Rusia tiene alguna responsabilidad», declaró Joe Biden, después de que el FBI confirmara que detrás del ataque se encontraba el grupo criminal DarkSide con sede en el país. La embajada rusa en EE.UU. negó cualquier participación en la incursión.

La acción de los piratas informáticos provocó la completa desconexión del oleoducto y el robo de más de 100 gigas de información de la compañía, que transporta más de 2,5 millones de barriles por día, el 45% del suministro de diésel, gasolina y combustible que consumen la costa sur y este de EE.UU.