EE.UU. y Rusia comienzan un diálogo pese a sus «profundas diferencias»

La Voz REDACCIÓN | EFE

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Primera reunión de los ministros de Exteriores estadounidense y ruso, Antony Blinken y Serguéi Lavrov
Primera reunión de los ministros de Exteriores estadounidense y ruso, Antony Blinken y Serguéi Lavrov

La primera reunión entre los ministros de Exteriores Antony Blinken y Serguéi Lavrov tuvo lugar en Reikiavik

20 may 2021 . Actualizado a las 07:36 h.

Estados Unidos y Rusia dieron este miércoles comienzo a un diálogo para relajar la tensión, con una primera reunión de sus titulares de Exteriores, Antony Blinken y Serguéi Lavrov, que se vieron las caras en Reikiavik para acercar posturas, pese a las «profundas diferencias» entre ambos países.

El estadounidense abrió el encuentro con unas palabras en las que resaltó que esas discrepancias no son «ningún secreto», tras saludarse amistosamente con Lavrov. Acto seguido endureció el tono y advirtió de que Estados UNidos responderá si Rusia se comporta de forma agresiva contra Washington o sus aliados.

Aun así, afirmó que Estados Unidos no quiere una escalada de tensión con Rusia, sino que lo único que desea es defender sus propios intereses. «Dicho esto, hay muchos ámbitos en los que nuestros intereses se entrecruzan y superponen», dijo Blinken, quien citó como ejemplos la lucha contra la pandemia y el cambio climático, los programas nucleares de Irán y de Corea del Norte, o Afganistán. El titular de Exteriores estadounidense aseguró que el mundo puede ser «un lugar más seguro» si hay una colaboración entre EE.UU. y Rusia.

Lavrov habló después de Blinken y se mostró dispuesto a abordar todos los asuntos «sin excepción» con su homólogo estadounidense, siempre y cuando el diálogo sea honesto. El jefe de la diplomacia rusa admitió que ambos países «disienten profundamente» a la hora de valorar la situación internacional y también en los métodos necesarios para su «normalización».

«Como usted ha dicho, del estado de las relaciones entre Moscú y Washington depende en gran medida la situación general en el mundo», afirmó Lavrov en el encuentro, que se produjo en los márgenes del Consejo Ártico.

Destacó que ambos presidentes, el ruso Vladímir Putin y el estadounidense Joe Biden, en sus conversaciones telefónicas coincidieron en la necesidad de cooperar en aquellas áreas en las que los intereses coinciden y donde se puede lograr un «resultado positivo», en especial en lo que afecta a «la estabilidad estratégica». «Por supuesto, esto (la reunión) es muy importante para nuestras relaciones. Para que nos aclaremos, como es el deseo de nuestro presidentes, qué hacer con ellas», señaló.

Al igual que Blinken, Lavrov se mostró abierto a hablar con su colega sobre el programa nuclear iraní, la situación en la península coreana y Afganistán, de donde este año se retirarán las tropas estadounidenses.

Se esperaba que Lavrov y Blinken hablaran de la posible celebración de una cumbre entre los presidentes de ambas potencias, que podría tener lugar a mediados de junio en un país diplomático europeo, aunque por el momento ninguna de las dos partes lo ha confirmado.

Biden propuso a Putin durante una llamada telefónica reunirse próximamente en un tercer país, a lo que el Kremlin respondió positivamente, si bien Moscú había dicho que nada estaba cerrado y que mucho dependía del encuentro entre Lavrov y Blinken. En caso de producirse, sería la primera reunión de alto nivel entre los líderes de ambos países desde que Putin y el expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) se entrevistaran en Helsinki en julio del 2018.

Tras la cita con Blinken, Lavrov consideró que el encuentro, que duró dos horas, había sido constructivo, aunque no confirmó ningún acuerdo sobre una cumbre entre Putin y Biden. El ministro de Exteriores ruso aseguró que vio a Blinken dispuesto a «retirar los escombros» de las relaciones con Rusia, heredados de las anteriores administraciones estadounidenses.

Guiño a Putin

De hecho, en un guiño a Putin, el Gobierno de EE.UU. eximió este miércoles de sanciones a la empresa Nord Stream 2 AG y a su director ejecutivo, Matthias Warnig, encargada de la construcción del gasoducto que llevará gas ruso a Alemania.

Así lo anunció Blinken en un comunicado, donde explicó que la adopción de esta medida es «por el interés nacional» de EE.UU, aunque advirtió también de que su país sigue oponiéndose a esta infraestructura.

El Ejecutivo de Washington envió este miércoles un informe al Congreso con un listado de compañías, embarcaciones e individuos que deberían ser sancionados por sus vínculos con la construcción del gasoducto Nord Stream 2. Dentro de esa lista estaba la empresa Nord Stream 2 AG y Warnig, pero finalmente Blinken dijo en la nota que ha decidido eximirlos por el interés nacional de EE.UU.

Las tensiones entre el Kremlin y la Casa Blanca se dispararon después de que Biden calificara de «asesino» a Putin, tras lo que Moscú llamó a consultas a su embajador en Washington, Anatoli Antónov, quien aún no ha vuelto a su puesto.

Tras el anuncio de las sanciones, Moscú convocó al embajador estadounidense en Moscú, John Sullivan, y le recomendó que abandonara el país para consultas con sus superiores, consejo que siguió poco después. A esto hay que sumar la expulsión de diplomáticos, las sanciones, y las tensiones por Ucrania, en cuya frontera Rusia concentró un gran número de tropas, aunque después anunció su repliegue.

También han tensado las relaciones los roces por el envenenamiento, la detención y la condena del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, cuya salud se ha deteriorado desde que fue enviado a prisión, donde cumple dos años y medio de pena.