La tranquilidad regresa a la frontera de Ceuta

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Soldados españoles, este jueves, en la playa de El Tarajal, en Ceuta
Soldados españoles, este jueves, en la playa de El Tarajal, en Ceuta JON NAZCA | Reuters

Durante la pasada madrugada no se ha producido ninguna entrada ilegal a la ciudad autónoma, según la Delegación del Gobierno

20 may 2021 . Actualizado a las 17:21 h.

La frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos ha amanecido la mañana del jueves inusualmente tranquila, a raíz de lo ocurrido en los días anteriores, después también de haber pasado una noche donde no se han registrado nuevas entradas por la vía marítima.

Según ha comprobado Efe, la situación del paso fronterizo así como del espigón es de absoluta normalidad, únicamente alterada por el pequeño oleaje con viento de levante que hoy también puede dificultar cualquier intento de entrada a nado debido a las malas condiciones meteorológicas.

En cualquier caso, la mañana ha despertado con tranquilidad después de que durante toda la madrugada no se haya producido ninguna entrada ilegal, según el dato facilitado a Efe por la Delegación del Gobierno.

Esta circunstancia ha permitido que se reduzca no solo la presencia de efectivos de la Guardia Civil sino también del Ejército así como de los voluntarios de la Cruz Roja Española, que en estos últimos días han tenido un intenso trabajo, sobre todo por los leves síntomas de hipotermia que presentaban muchos de los que entraban a nado.

Esta mañana los accesos a la frontera también dejan de entrever que la situación ha variado en las últimas horas puesto que para acceder al paso fronterizo ha habido hasta que pasar tres controles de las Fuerzas Armadas en los días anteriores mientras que hoy no hay establecido ninguno.

Por este motivo, la carretera que conduce hacia la aduana del Tarajal y al espigón fronterizo permanece como un día habitual con poco tránsito de vehículos y con una estampa características de unidades de militares corriendo por la calzada en la habitual carrera continua de las mañanas.

En el tiempo en el que Efe ha permanecido en el paso fronterizo se ha comprobado la presencia de dos inmigrantes marroquíes que querían volver a su país pero a los que se les ha denegado el paso, al ser menores. «Yo solo quiero marchar», ha comentado Said Mohamed, quien indica que tiene 17 años, que ha dormido entre cartones en un jardín de la ciudad y que quiere volver a su casa en Castillejos.

Tanto Said como su compañero han indicado que lo volverán a intentar a lo largo del día porque «no queremos estar más aquí», se lamentaba este menor que dice que lleva en Ceuta desde el martes por la mañana, cuando entró bordeando el espigón fronterizo, sin necesidad de tener que lanzarse al mar.

Asimismo, los montes marroquíes próximos a la frontera no registran esta mañana la acumulación de inmigrantes de los días anteriores, ya que únicamente se advierten pequeños grupos de entre dos y cinco personas.

La mayor presencia de unidades marroquíes en el entorno fronterizo ha provocado que la frontera ceutí haya amanecido hoy inusualmente tranquila. Ya este miércoles, la presión migratoria en la frontera de Ceuta con Marruecos disminuyó sustancialmente tres días después de la histórica llegada irregular de 8.000 inmigrantes, y solo se registró un goteo de llegadas de personas a nado o en minúsculas embarcaciones tras el cierre de los accesos en la localidad marroquí de Castillejos.

Disturbios en la noche

Precisamente en Castillejos, al otro lado de la frontera ceutí, unos trescientos migrantes marroquíes protagonizaron esta noche disturbios y se encararon con la policía al intentar franquear el despliegue policial. El avance de los agentes antidisturbios para empujar a los migrantes agrupados en la carretera costera, la mayoría de ellos menores, desembocó en una reyerta entre ambos grupos cuando los emigrantes se pusieron a lanzar piedras contra las fuerzas marroquíes y quemar neumáticos, lo que levantó una espesa humareda visible desde muy lejos. También quemaron la motocicleta de un agente del Estado (conocido como moqadem), además de apedrear una y otra vez los furgones policiales apostados junto a la frontera.

Enseguida, los migrantes empezaron a correr por todas partes, al mismo tiempo que trataban de trepar por la colina de Belyunesh que se asoma sobre Ceuta para intentar acercarse a la frontera, pero nadie de entre ellos logró acercarse a la carretera principal que da hacia ElTarajal, único punto regular de acceso y donde hay un importante despliegue de seguridad.

Retornos voluntarios

La frontera del Tarajal continúa recibiendo esta mañana la llegada de inmigrantes que entraron en Ceuta en las jornadas del lunes y del martes y que han expresado su deseo de volver a Marruecos ante la falta de medios para subsistir en la ciudad autónoma.

En las últimas horas se ha registrado más de una decena de estos retornos voluntarios que se están produciendo por la situación que viven los migrantes, muchos de ellos durmiendo desde hace tres días en jardines o parques de la ciudad y sin recursos, según han detallado a Efe fuentes policiales, por lo que optan por volver a su país.