Crece la preocupación por Protasévich mientras su entorno denuncia torturas

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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El periodista detenido por Bielorrusia admite en un vídeo su «culpabilidad»

26 may 2021 . Actualizado a las 09:14 h.

El régimen bielorruso ha profundizado su aislamiento tras acordar la Unión Europea cerrar el espacio aéreo con Bielorrusia y ampliar las sanciones por el desvío de un vuelo comercial para detener al periodista opositor Román Protasévich, incidente en el que solo cuenta con el respaldo de Rusia. Mientras, crece la preocupación por el estado del arrestado, tras la publicación de un vídeo en el que niega que tenga «problemas de salud» y en el que su familia ve indicios de tortura.

En la grabación, el disidente asegura que el trato que ha recibido por parte de las fuerzas de seguridad es «correcto», al tiempo que admite su «culpabilidad» por haber organizado «disturbios masivos». Esta es la acusación que pesa sobre él por su papel como antiguo director del canal de Telegram Nexta, que fue clave para guiar a los ciudadanos en las protestas que estallaron tras las fraudulentas últimas elecciones presidenciales, en las que Alexánder Lukashenko se proclamó ganador por abrumadora mayoría, y para denunciar la represión policial.

«No son sus palabras. Está asustado y muy nervioso. Creo que lo han golpeado. Tiene maquillaje en el lado izquierdo [del rostro] y la nariz, posiblemente quebrada», dijo a Nexta Dmitri Protasévich, el padre de Román.

«La información obtenida bajo coacción no puede ser usada contra el señor Protasévich en ningún proceso legal. Esas confesiones están prohibidas por la Convención contra la Tortura», afirmó a su vez el portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Rupert Colville.

La Unión Europea, por su parte, reafirmó ayer su respuesta al régimen de Lukashenko. «Europa en acción», declaró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en su cuenta de Twitter junto a un mapa del tráfico aéreo europeo, en el que se aprecia cómo se abre un enorme espacio sobre Bielorrusia, mientras que centenares de aviones sobrevuelan las vecinas Lituania, Ucrania, Rusia, Letonia y Polonia.

El servicio de seguimiento de vuelos Flightradar24 mostró, menos de 24 horas después de la decisión de los líderes de la UE, únicamente aviones rusos y alguno de carga desde Asia sobre territorio bielorruso.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaron también ampliar la lista de sanciones contra Bielorrusia, que actualmente incluye a 88 personas y 77 entidades, entre ellas a Lukashenko y a su hijo y asesor, Víktor Lukashenko. El presidente aún no se ha pronunciado, pero hoy acudirá al Parlamento, donde se espera que haga una defensa de su actuación y critique la respuesta comunitaria.

Minsk acepta una investigación

Lo que sí hizo ayer Bielorrusia fue invitar a los representantes de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), así como a la UE y a EE.UU. a investigar el incidente.

El consejo de la OACI se reunirá mañana para tratar el desvío del avión y ayer los pilotos a nivel mundial pidieron una investigación independiente de una actuación que tachan de ilícita.

El Departamento de Aviación del Ministerio de Transporte de Bielorrusia sostuvo ayer que fue el piloto de Ryanair quien «tomó la decisión de aterrizar» en Minsk «sin presión alguna de la parte bielorrusa». Sin embargo, un fragmento de la conversación entre este y la torre de control publicado por el Gobierno deja claro que la recomendación partió de los controladores aéreos.

Putin y Biden celebrarán su primera cumbre el 16 de junio en Ginebra

r. m. m.

Las conversaciones entre el Kremlin y la Casa Blanca de cara a la primera cumbre presencial entre los presidentes Vladimir Putin y Joe Biden han dado sus frutos. Ambos presidentes se reunirán el 16 de junio en Ginebra (Suiza). El anuncio llega después de que el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, se reunieran en Reikiavik el 20 de mayo.

La noticia de la primera cita entre ambos mandatarios ha sido difundida por la Casa Blanca. El diario ruso Kommersant desveló ayer que, durante las conversaciones habidas en Ginebra en los últimos días con participación del secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, y el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, se habría alcanzado un principio de acuerdo para celebrar la cumbre y Putin habría aceptado formalmente la invitación de reunirse con Biden, en medio de la tensa relación entre ambos países.

Tras asegurar en marzo en una entrevista de televisión que Putin es un «asesino», Biden lanzó la invitación de reunirse con él el 13 de abril, pero después aplicó sanciones contra Rusia y expulsó a diez diplomáticos rusos. Moscú respondió deportando al mismo número de funcionarios de la Embajada estadounidense en Rusia. Estas medidas enfriaron en Moscú el deseo de celebrar la cumbre.

La OTAN pide una investigación internacional «urgente» e insta a Minsk a liberar al opositor

La OTAN instó ayer a Bielorrusia a liberar al periodista disidente Román Protasévich, detenido el domingo en Minsk tras forzar el aterrizaje del avión en el que viajaba, e insistió en la necesidad de poner en marcha una «investigación internacional urgente» de ese suceso, que calificó de «secuestro estatal».

«El aterrizaje forzoso de un avión de pasajeros fue peligroso e inaceptable», indicó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, antes de la reunión del Consejo del Atlántico Norte, el máximo órgano de toma de decisiones de la Alianza.

Stoltenberg recalcó, durante una comparecencia de prensa en el cuartel general de la Alianza junto a la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, que se trató de un «secuestro estatal» de un avión comercial por parte de las autoridades bielorrusas. Esto demuestra, en su opinión, «cómo el régimen de Minsk ataca los derechos democráticos básicos» y mina la libertad de expresión y a los medios independientes.

Stoltenberg urgió igualmente al régimen de Alexánder Lukashenko a liberar «inmediatamente» al periodista opositor y a su pareja, Sofía Sapega, estudiante rusa de la Universidad Humanitaria Europea de Vilna, que fue arrestada junto a él el domingo, recoge Efe.

Las aerolíneas secundan la petición de la UE de no sobrevolar cielo bielorruso

Bielorrusia no es un gran punto de conexión aéreo europeo, pero semanalmente más de 2.000 aviones sobrevuelan el país y grandes aerolíneas europeas aterrizan y parten de Minsk, por lo que la decisión de la UE de instar a las compañías a evitar el espacio aéreo del país ha cambiado el escenario.

Entre las compañías que han decidido evitar el espacio aéreo de Bielorrusia figuran Air France, Lufthansa, Finnair, Austrian Airlines, la polaca LOT, Air Baltic, KLM o la propia Ryanair, que operaba el vuelo que fue desviado por el Gobierno bielorruso. «Nosotros perdemos algo por la disminución del tráfico aéreo, pero ellos tendrán que recorrer mayores distancias y pagar mucho más dinero a terceros», replicó a Efe el vicedirector general de Belaeronavigatsia, la agencia estatal bielorrusa encargada del control del tráfico aéreo.

Fuera de la UE, también Swiss ha decidido esquivar el espacio aéreo bielorruso, al igual que la asiática Singapore Airlines. Y Ucrania suspendió desde la pasada medianoche todos los vuelos hacia y desde Bielorrusia, además de evitar el espacio aéreo del país vecino.

La decisión fue lamentada por Rusia. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, expresó ayer el «pesar» de su país por la recomendación de la UE a las compañías aéreas europeas de evitar sobrevolar Bielorrusia.

«En esta cuestión solo podemos expresar nuestro pesar», dijo Peskov ante la prensa, antes de detallar que evitar volar sobre «un país bastante grande ubicado en el centro de Europa» es caro para cualquier aerolínea. En su opinión, serán los pasajeros los que paguen la recomendación a las aerolíneas, aprobadas en una cumbre de la UE el lunes, al tener que pasar «media hora o una hora más en el aire».

«Primero se debe investigar objetivamente lo que sucedió y luego discutirlo, partiendo de datos concretos», antes de «tomar una decisión rápida y sin ninguna investigación», señaló.