¿Sabe qué es el síndrome de Tako-Tsubo?

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María Pedreda

Se han descrito cuadros que simulan un infarto agudo de miocardio tras un evento emocional que puede ser personal o colectivo, como la pandemia de covid-19

06 jun 2021 . Actualizado a las 09:59 h.

Si un infarto, una angina de pecho o un ictus se producen en el lugar de trabajo es muy probable que sea declarado una enfermedad profesional. «El hecho de que la lesión tenga etiología común no excluye que el trabajo pueda ser factor desencadenante, es sabido que el esfuerzo en el ámbito laboral es con frecuencia un factor desencadenante o coadyuvante en la producción del infarto de miocardio». Tal afirmación -y otras similares- se recogen en sentencias del Tribunal Supremo del 27 de diciembre de 1995, del 14 de julio de 1997, del 27 de febrero del 2008 y del 20 de octubre del 2009. También en los fallos del 8 de marzo del 2016 y del 18 de diciembre del 2013, en el del 13 de octubre del 2003 y en el del 22 de julio del 2010, por poner algunos ejemplos. Concretamente, en la sentencia del 3 de diciembre del 2014 se dice: «Las lesiones cardíacas no son ajenas, por sí mismas, a las relaciones causales de carácter laboral. La presunción de laboralidad del artículo 115.3 de la Ley General de la Seguridad Social también alcanza a las enfermedades del trabajo. Si una enfermedad es sufrida durante el tiempo y lugar de trabajo ha de considerarse laboral y quien se oponga a la presunción tiene que probar la falta de conexión entre el hecho dañoso y el del trabajo». Hasta aquí la doctrina judicial, que no deja lugar a dudas.

Sin embargo, puede ocurrir que uno crea que tiene ese infarto pero realmente lo que ha sufrido es un tipo de síndrome con nombre nipón. El doctor Guillermo Aldama, cardiólogo del Chuac, comenta el llamado shock emocional y su relación con el problema cardíaco: «Se han descrito cuadros que simulan un infarto agudo de miocardio (IAM) tras un evento emocional que puede ser personal (pérdida de un familiar) o colectivo (grandes catástrofes, terremotos, covid-19…)».

-¿Qué nombre médico tiene este síndrome?

-Desde el punto de vista médico se denomina síndrome de Tako-Tsubo. Se ha bautizado de esta manera porque en el momento de padecerlo el corazón adopta una forma de jarrón japonés para cazar pulpos. Precisamente en el país nipón fue en el primer lugar donde se describió este problema en el año 1990. En castellano se define también como síndrome de discinesia apical transitoria.

-¿A quién afecta?

-Se produce sobre todo en mujeres mayores de 50 años. La relación entre varones y mujeres se sitúa en 1 a 10 (por cada hombre que lo sufre, lo padecen diez mujeres).

-¿Por qué se produce?

-El mecanismo no es del todo conocido, pero parece que el procesamiento de las emociones es diferente en algunas personas. Así, dicho procesamiento, junto con algunas características particulares, provocan que tras las mismas se desencadene una liberación masiva de adrenalina y sustancias similares, que producirían un daño cardíaco agudo.

-¿Cómo se manifiesta?

-Los pacientes, o más bien las pacientes, sufren un cuadro clínico similar a un infarto agudo de miocardio (IAM), con dolor torácico opresivo. Además, en su electrocardiograma también encontramos características similares a IAM, pero cuando exploramos las arterias del corazón de los enfermos, no encontramos las lesiones típicas de los infartos.

-¿Cuál es el pronóstico?

-La mortalidad es parecida a la del propio infarto. Sin embargo, una vez superado el cuadro, el corazón se recupera sin secuelas. Hasta en el 1 % de los casos este síndrome puede reaparecer al cabo de un año.