El G7 exige corredores seguros más allá del día 31 tras negarse EE.UU. a retrasar la retirada de Afganistán

guillermo ximenis LONDRES / EFE

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Los talibanes insisten en que no es necesario ampliar la fecha de salida y aseguran que permitirán vuelos civiles tras el fin de la evacuación

25 ago 2021 . Actualizado a las 12:33 h.

Los líderes del G7 comenzaron a diseñar este martes una estrategia conjunta para relacionarse con los talibanes más allá del 31 de agosto, cuando Estados Unidos prevé retirar sus tropas de Afganistán, y establecer vías seguras para que continúen saliendo personas del país más allá de esa fecha. Los mandatarios europeos que trataban de persuadir al presidente de EE.UU., Joe Biden, para alargar su presencia militar en Kabul fracasaron en su intento en una reunión virtual del club de países ricos convocada por el primer ministro británico, Boris Johnson, presidente de turno del grupo.

La operación para seguir evacuando a personas a bordo de aviones continuará «hasta el último momento», dijo Johnson, que admitió que la situación sobre el terreno en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul «no está mejorando».

Mientras los países con presencia militar en Afganistán continúan tratando de repatriar a sus nacionales y facilitar la huida al personal local que ha colaborado con sus misiones en las últimas dos décadas, los talibanes, que han tomado el control de la capital, han vetado la llegada de afganos al aeropuerto. Los insurgentes han advertido que solo permitirán la entrada al aeródromo a los extranjeros a partir de ahora, lo que agrega aún más dificultades a la operación.

Relaciones a largo plazo

Más allá de la coordinación para acelerar las evacuaciones más inmediatas, los mandatarios de EE.UU., el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón y la Unión Europea, que ya ha evacuado a todo su personal, dedicaron parte de su encuentro a abordar un marco conjunto para tratar con el régimen talibán en el futuro. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el de la ONU, António Guterres, estuvieron asimismo presentes en la reunión virtual.

«Tenemos que relacionarnos con los talibanes», esgrimió tras el encuentro Johnson, mientras que la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, puntualizó que el reconocimiento oficial de los Veintisiete «no está sobre la mesa».

En el comunicado conjunto oficial tras la reunión, divulgado por Downing Street, los líderes del G7 sostuvieron que «la legitimidad de cualquier futuro Gobierno depende de la postura que tome ahora para cumplir con sus obligaciones internacionales y compromisos para asegurar un Afganistán estable». La principal exigencia que el G7 como grupo trasladará a los talibanes será mantener abiertos pasos seguros para que las personas que quieran abandonar Afganistán más allá del 31 de agosto puedan hacerlo, dijo Johnson.

En la misma línea, el primer ministro italiano, Mario Draghi, defendió la necesidad de «mantener un canal de contacto incluso después de la fecha límite del 31 de agosto y la posibilidad de tránsito seguro desde Afganistán».

Vía civil para las evacuaciones

La canciller alemana, Angela Merkel, apremió por su parte a buscar una «vía civil» para continuar con las evacuaciones desde la capital afgana una vez los soldados estadounidenses se hayan retirado del país.

Dentro del régimen talibán, «algunos dirán que no aceptan [esas condiciones] y otros, espero, verán que tiene sentido», consideró el primer ministro británico, que aseguró que los países ricos representados en la reunión de este martes cuentan con suficientes mecanismos «económicos, diplomáticos y políticos» para imponer sus condiciones.

Los líderes del G7 recalcaron la exigencia de que los talibanes respeten los derechos humanos, en particular los de las mujeres y las minorías étnicas y religiosas, y eviten que el país se convierta en un refugio para terroristas.

También instan al futuro régimen afgano a garantizar el acceso «incondicional» de trabajadores humanitarios y a garantizar su seguridad, así como a establecer medidas efectivas para contrarrestar el tráfico de drogas.

Los miembros del G7 esperan asimismo que «todas las partes» involucradas trabajen «de buena fe» para formar un gobierno «inclusivo y representativo» en el país, que incluya la participación de mujeres y minorías, de lo que dudan analistas y oenegés.

Vuelos comerciales

Finalmente los talibanes aseguraron este miércoles que permitirán la operación de vuelos comerciales en el país después de la fecha límite para las evacuaciones internacionales del 31 de agosto, con lo que insisten en que no es necesario ningún tipo de extensión de esa fecha para continuar con los vuelos de evacuación.

El portavoz de la oficina política de los talibanes, Suhail Shaheen apuntó en Twitter que «allanarán el camino para la reanudación de los vuelos civiles. Las personas con documentos legales pueden viajar a través de vuelos comerciales después del 31 de agosto». Esta garantía fue dada por el director adjunto de la oficina política del movimiento insurgente en Catar, M. Abbas Stanikzai, tras una reunión con el embajador de Alemania en Afganistán, Markus Potzel, añadió el portavoz.

De acuerdo con el portavoz talibán, Alemania hizo hincapié en «la continuación de la asistencia humanitaria a Afganistán y agregó que los proyectos de desarrollo suspendidos también se reanudarán después de la normalización de la situación». Sin embargo, no precisó cómo continuará Berlín dando apoyo a los ciudadanos afganos, ahora que los insurgentes han pasado a tomar las riendas del país, y se desconoce si seguirá la financiación internacional de los países que impulsaron la reconstrucción de Afganistán tras la caída del régimen talibán en 2001.

Los talibanes se han mostrado tajantes sobre su negativa a ampliar la fecha límite del próximo 31 de agosto para que las tropas extranjeras abandonen el aeropuerto internacional de Kabul, donde llevan a cabo a contrarreloj las evacuaciones de sus nacionales y afganos en situación de peligro. Washington deberá retirarse por completo en siete días, si quiere cumplir las exigencias de los insurgentes. Además ayer anunciaron que los afganos no podrán ir al aeródromo, limitando los accesos solo a extranjeros, una decisión que compromete los planes de sacar del país a miles de personas consideradas vulnerables bajo el nuevo régimen islamista.