China libera a dos canadienses tras la resolución del caso de la ejecutiva de Huawei

María Puerto PEKÍN / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

Meng Wanzhou, directora financiera e hija del fundador de Huawei, fue recibida el sábado en Shenzhen con pancartas de bienvenida y canciones patrióticas.
Meng Wanzhou, directora financiera e hija del fundador de Huawei, fue recibida el sábado en Shenzhen con pancartas de bienvenida y canciones patrióticas. XINHUA | Reuters

El fin del contencioso político-judicial puede reconducir las relaciones entre China, Canadá y EE.UU.

26 sep 2021 . Actualizado a las 10:01 h.

El contencioso político-judicial que implicaba a China, Estados Unidos y Canadá por el caso Huawei se ha resuelto con un acuerdo que ha dejado en libertad a los detenidos y que puede reconducir las relaciones entre los tres países. Pekín puso ayer en libertad a dos canadienses acusados de espionaje, al mismo tiempo que Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei, abandonaba Canadá. La alta directiva e hija del fundador de la empresa llegó a un acuerdo con la fiscalía de EE.UU. que anula el proceso de extradición desde Canadá.

Meng fue recibida el sábado por la noche en Shenzhen con pancartas de bienvenida y canciones patrióticas. Durante el vuelo, la ejecutiva de Huawei había compartió en las redes sociales un mensaje de agradecimiento a su país: «Sin una patria fuerte, no tendría mi libertad hoy».

Tras la liberación de Meng se esperaba una solución para los canadienses. Pero sorprendió que Pekín, que siempre ha negado vinculación alguna entre los dos casos y ha rechazado la acusación de represalia, los liberará al mismo tiempo.

No fue un intercambio de espías en un puente como en la Guerra fría, aunque se le parece bastante. Es un episodio de lo que se denomina «diplomacia de rehenes». Seguramente Michael Kovrig y Michael Spavor no hubieran pasado más de mil días en una cárcel china si no fueran canadienses y Meng Wanzhou no hubiese sido detenida en el aeropuerto de Vancouver por una orden internacional de extradición emitida por EE.UU.

Detrás del incidente está la guerra comercial y tecnológica que libran Pekín y Washington. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció la liberación de sus dos compatriotas cuando el avión en el que regresaban ya había abandonado el espacio aéreo chino. Destacó la dura prueba que han pasado y aseguró que «durante los últimos mil días, han mostrado fuerza, perseverancia, resistencia y gracia».

Michael Spavor es un empresario dedicado a facilitar las relaciones comerciales y culturales con Corea del Norte. Su compañero Michael Kovrig, exdiplomático de 49 años trabajaba como asesor para la ONG International Crisis Group, cuando fue detenido.

Ambos fueron encarcelados en diciembre del 2018, pocos días después de la detención de Meng en Canadá, y acusados de espionaje. Siempre se han declarado inocentes. Spavor fue condenado en agosto a una pena de 11 años y Kovrig estaba pendiente de sentencia.

La directiva de Huawei ha permanecido tres años en libertad condicional en una de sus mansiones de Vancouver a la espera de la extradición. Según la fiscalía norteamericana, Meng reconoció que suministró información falsa para que Huawei sorteara las sanciones estadounidenses contra Irán a cambio de paralizar la extradición.

El proceso contra la empresa continuará y Huawei asegura que se defenderá de todas las acusaciones. En los medios chinos se niega que Meng se haya declarado culpable y no se ha publicado información sobre la liberación de los canadienses.