Inversiones y transferencias, el peaje para sacar adelante los Presupuestos

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

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Félix Bolaños y Yolanda Díaz participan en la negociación de los nuevos Presupuestos.
Félix Bolaños y Yolanda Díaz participan en la negociación de los nuevos Presupuestos. Kike Rincón | Europa Press

La coalición apuesta por consolidar el apoyo de ERC, EH Bildu y el PNV

07 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Nadie en el Gobierno duda de que Sánchez será capaz de sacar adelante los Presupuestos. Tampoco existen incertezas sobre la mayoría que facilitará su aprobación. Con el avance de la legislatura, la relación con sus socios parlamentarios ha ganado en consistencia, y la geometría variable, que en la práctica se reducía a la posibilidad de apoyarse en Ciudadanos para según qué leyes, está descartada. La mayoría «de la investidura», como le gustaba llamarla a Pablo Iglesias, o la «Frankenstein», como acuñó Rubalcaba y abanderó la oposición, volverá a imponerse. Las únicas dudas son cuándo y el precio que fijarán los socios.

ERC

La llave. ERC tiene la llave, y solo su negativa podría hacer tambalear las cuentas, algo que en el Gobierno descartan. Las exigencias de los de Oriol Junqueras a cambio de su voto son muy diversas, y tal y como garantizó Marta Vilalta, su portavoz en el parlamento autonómico, es «evidente» que trascienden más allá del proyecto presupuestario, reclamando avances en la mesa de diálogo con el Gobierno central, en donde exigen un referendo de autodeterminación y la amnistía.

ERC también pide el blindaje del catalán en la nueva ley audiovisual que ultima el Ejecutivo, así como la reforma de la memoria histórica, en donde pretende que la comisaría de Vía Laietana se convierta en un museo.

Vilalta también se refirió al cumplimiento de los «compromisos adquiridos» por el Gobierno con su partido a lo largo de los últimos meses. ERC también reclama al Gobierno central el traspaso del servicio de cercanías, los llamados rodalíes. La derogación de la reforma laboral. Y por supuesto, dinero. Si el año pasado consiguieron rascar en las negociaciones de última hora 340 millones de euros para Cataluña entre inversiones y transferencias, ascendiendo a un total de 2.339 millones, el objetivo ahora es llegar a los 2.800.

EH Bildu

Reforma laboral. Los votos de EH Bildu también serán clave. De momento no han concretado peticiones presupuestarias concretas, que en el anterior acuerdo también llegaron a última hora. Por el momento las reclamaciones de los aberzales se ciñen a la derogación de la reforma laboral, especialmente tras el acuerdo firmado en el Congreso con el Grupo Socialista en el que se comprometían a hacerlo en su totalidad, aunque en las últimas fechas Otegi parece conformarse con suprimir los «aspectos más lesivos» de la misma. Bildu también pide derogar la llamada ley mordaza y modificar sustancialmente la ley de secretos oficiales.

PNV

Juego callado. Si en el arco parlamentario existe un grupo experto en el juego callado, ese es el PNV. «Preferimos discutirlos discretamente», comentó su portavoz, Aitor Esteban. Sin embargo, van trascendiendo algunas de sus exigencias, como que se ejecuten las transferencias acordadas sobre el ingreso mínimo y en materia de Pensiones. También el Tren de Alta velocidad. Y ya lo advirtió Ortúzar, «que los fondos europeos se repartan bien». Tanto vascos como catalanes piden la gestión del 100% de la cuota que les corresponda de los fondos europeos.

Con el apoyo de estas tres fuerzas, el Gobierno se garantiza los nuevos Presupuestos, por lo que las formaciones minoritarias ven reducida su capacidad de influencia. Fuentes del BNG denuncian la falta de miras en el Ejecutivo y advierten que «las cosas cambian».