La ceniza del volcán impide por segundo día consecutivo los vuelos en La Palma

Redacción LA VOZ

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Imagen de dos de las bocas del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma
Imagen de dos de las bocas del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma

La lava está a 200 metros del mar y habrá nuevos confinamientos cuando lo alcance

18 oct 2021 . Actualizado a las 10:54 h.

Los vientos de componente sur y oeste disponían ayer la enorme nube de cenizas que expulsa el volcán de Cumbre Vieja y dióxido de azufre (SO2) hacia el norte y nordeste desde el foco eruptivo. Esta posición afectó por segundo día consecutivo a la operatividad del Aeropuerto de La Palma y a un estrato del espacio aéreo comprendido entre La Palma, el norte de La Gomera y el noroeste de Tenerife, según informa Europa Press.

Ayer se preveía que de madrugada el viento girase a componente este, lo que supondría un escenario mejor para la operatividad del aeropuerto de Mazo.

La sismicidad continúa en La Palma, con profundidades intermedias, entre 10 y 15 kilómetros, y mayores de 30 kilómetros.

Las coladas que se ubican al sur de la montaña de La Laguna continúan evolucionando en dirección al oeste de la isla de La Palma con un «enorme aporte de energía» y en estos momentos se sitúan a una distancia de apenas unos cientos de metros del mar.

Asimismo, el centro de emisión que se reactivó hace un par de días continúa con una actividad intermitente, pero mucho menor.

El director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha indicado que la colada primigenia sigue estando alimentada de manera «muy débil»; sin embargo, la colada que se encuentra más próxima a la montaña de La Laguna tiene un «enorme aporte de energía», al igual que la colada situada más al norte y de la que surgió un apéndice «muy delgado», de apenas 5 metros de ancho.

Esta colada, según explicó Miguel Ángel Morcuende, está avanzando hacia el sur y la previsión es que vuelva a unirse a la que está más próxima a la montaña de La Laguna, que ha continuado evolucionando en dirección al oeste y en estos momentos se sitúa a una distancia de unos 200 metros del mar.

Al igual que ocurrió con la colada primigenia, cuando la lava entre en contacto con el agua del mar se producirán pequeñas explosiones y desprendimientos de ácido clorhídrico, por lo que Morcuende ha avisado de que antes de que esto ocurra se aplicarán medidas de protección civil, como puede ser el confinamiento de los vecinos de esa zona.

La superficie afectada se mantiene en 724,95 hectáreas, pues no hay datos actualizados, y la anchura máxima entre las coladas es de 2.350 metros, aproximadamente.