Los apagones que sufre la industria china tambalean la economía global

maría puerto PEKÍN / E. LA VOZ

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Una trabajadora de una fábrica textil en Haian, en la provincia china de Jiangsu
Una trabajadora de una fábrica textil en Haian, en la provincia china de Jiangsu

Los peores cortes de luz en una década rompen la cadena de suministros

25 oct 2021 . Actualizado a las 15:52 h.

Más de 20 provincias chinas soportan importantes cortes de luz. La situación ha sido especialmente grave en el norte, en las provincias de Liaoning, Jilin y Heilongjiang -conocidas como el cinturón de óxido de China por su dependencia de la industria siderúrgica- donde los apagones incluso han llegado a los hogares.

Pero los cortes de energía se han extendido por todo el país. En la provincia sureña de Guangdong, el centro manufacturero y exportador del país, se han impuesto severas restricciones a las empresas para evitar picos de consumo. Las compañías se han visto obligadas a organizar turnos de noche o reducir la producción a solo tres días a la semana o incluso a un único día.

¿Qué ha provocado la crisis energética?

China vive una tormenta perfecta en la que confluyen incidentes naturales, como graves inundaciones, con problemas estructurales de una economía muy dependiente del carbón que necesita avanzar en la reducción de emisiones de CO2.

La subida de precios de materias primas como el gas o el carbón en los mercados internacionales provocada por la recuperación económica tras la pandemia está detrás del desabastecimiento. El país es muy dependiente del carbón, el 70 % de la energía consumida en los primeros ocho meses del año proviene de este mineral. La subida del precio de carbón -en septiembre un 40 %- ha provocado que las centrales de producción de electricidad reduzcan la actividad.

Además, en China el precio de la energía está regulado y las centrales no tienen incentivos al no poder repercutir el coste del carbón en la venta de electricidad, incluso algunas plantas han cerrado para evitar las pérdidas.

A esta situación hay que añadir que las fuertes inundaciones en varias provincias han obligado a cerrar minas. Una investigación por corrupción en la provincia de Mongolia Interior, de donde se extrae la cuarta parte del carbón de China, también ha provocado la paralización del sector.

Indonesia uno de los principales suministradores de carbón también ha sufrido inundaciones, lo que ha ralentizado las ventas. China, además ha renunciado a comprar mineral a Australia debido a enfrentamientos diplomáticos.

¿En qué afecta la lucha contra el cambio climático?

El gigante asiático es el mayor emisor de gases efecto invernadero y su presidente ha hecho de la lucha contra el cambio climático una prioridad. Su objetivo es alcanzar el pico de emisiones en el 2030 y reducirlas hasta convertirse en un país de cero emisiones en el 2060. La política es clara, pero su implementación costosa y el problema está en el corto plazo.

Para este año la meta marcada era reducir en un 3 % la intensidad de carbono, pero solo un tercio del territorio va camino de conseguirlo. Los gobiernos locales no han hecho su trabajo y ahora pisan el acelerador para alcanzar el objetivo imponiendo recortes a las fábricas. En el país muchas provincias dependen del carbón y la industria pesada. Son empresas estatales dopadas con dinero público del que dependen muchos puestos de trabajo.

¿Qué impacto tiene en la economía global?

La ralentización de la segunda economía mundial, la primera en salir de la crisis provocada por el covid, repercutirá en el crecimiento global. Ante la situación, Goldman Sachs se ha apresurado a rebajar el crecimiento del PIB del gigante asiático del 8,2 % inicial al 7,8 % para este 2021, tras advertir que un 44 % de la actividad industrial ya se ha visto afectada por la escasez de energía. Los datos del tercer trimestre no han sido buenos, el PIB solo creció un 4,9 % anualizado, en contraste con el 7,9 % del trimestre anterior y la producción industrial en septiembre se hundió hasta el 3,1 %, la cifra más baja desde el inicio de la pandemia.

Las interrupciones agravan la ya existente escasez de chips y arrastra a más sectores

Los cortes de electricidad afectarán a las cadenas de suministro globales y se puede acentuar la escasez de chips ya existente, que perjudica a numerosos sectores, especialmente a los de la automoción o la electrónica.

Pero no solo a ellos, ya que también pone en peligro la campaña de ventas de Navidad. Es muy posible que se produzca desabastecimiento de muchos productos que se fabrican en China para grandes marcas de consumo como móviles, televisiones, tabletas, etc. Sectores como la moda o el calzado también lo pueden notar.

Los precios se disparan

El problema de suministros se añade al disparado precio del transporte marítimo, que ha multiplicado por diez el coste de los fletes desde el inicio de la pandemia.

Ante este complicado escenario, que trasciende las fronteras chinas y se extiende por todas las economías del globo, ¿qué medidas ha adoptado Pekín para enderezar la situación?

El gobierno ha abierto la mano para estimular la producción de energía y ha autorizado a algunas provincias a subir el precio de la energía entre un 10 % y un 20 % por encima de la tarifa regulada. Una medida que impactará en los costes de producción de las empresas. Pero también se ha advertido que se mantendrán las restricciones sobre los sectores que más contaminan como el acero, aluminio, cemento o productos químicos.

Igualmente se ha incentivado al sector minero para que aumente la producción de carbón de forma temporal para hacer frente a la escasez.