La UE refuerza las sanciones contra el régimen bielorruso

La Voz REDACCIÓN

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Cientos de migrantes llegaron masivamente este lunes al cruce fronterizo de Bruzgui-Kuzniza para tratar de entrar en la UE, sin que las fuerzas bielorrusas impidieran su paso.
Cientos de migrantes llegaron masivamente este lunes al cruce fronterizo de Bruzgui-Kuzniza para tratar de entrar en la UE, sin que las fuerzas bielorrusas impidieran su paso. BelTA | Reuters

Lukashenko promete responder al castigo, mientras Irak repatriará a su ciudadanos varados en la frontera

16 nov 2021 . Actualizado a las 08:43 h.

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea acordaron este lunes reforzar las sanciones contra el régimen de Alexánder Lukashenko. Mediante una modificación legal, los Veintisiete amplían los criterios de castigo hacia todos los responsables directos e indirectos en su estrategia de «ataque híbrido» que se concreta en la llegada de miles de migrantes a las fronteras con Polonia y otros socios europeos, empujados por Bielorrusia.

La decisión permite una nueva acción de represalia que afecta a individuos, pero también a entidades que colaboran en ese flujo masivo, lo que apunta a aerolíneas o agencias de viaje que participan en la concesión de visados y el transporte. Estas sanciones se sumarán a los castigos ya en curso para 166 dirigentes (entre los que está el propio presidente y su hijo y asesor de seguridad nacional, Víktor Lukashenko) y 15 entidades, por unas elecciones tachadas de fraudulentas por la UE y la represión de las protestas ciudadanas.

«Esta decisión refleja la determinación de la UE de hacer frente a la instrumentalización de los migrantes con fines políticos. Estamos haciendo retroceder esta práctica inhumana e ilegal», Josep Borrell.

El dictador bielorruso ya adelantó que no se quedará de brazos cruzados y que «responderá» a los castigos que se le vienen encima. «Eso ni se discute», sentenció. Poco después, el Kremlin mostraba su «esperanza» de que Minsk no corte el tránsito de gas desde Rusia hacia Europa, como amenazó la pasada semana. 

«Bajo control»

Borrel destacaba minutos antes de participar en el cónclave de ministros de Exteriores que las rutas aéreas a Minsk están ahora «bajo control» gracias a los acuerdos alcanzados en unas negociaciones lideradas por el vicepresidente de la Comisión Europa, Margaritis Schinas (que se encontraba este lunes en Bagdad), con países de origen y tránsito, en coordinación con las autoridades aéreas y las propias aerolíneas. El Gobierno de Bagdad anunció que iniciará el jueves los vuelos para repatriar a los iraquíes varados en la frontera «que quieran volver voluntariamente», según aclaró el portavoz del Ministerio de Exteriores, Ahmed al Sahaf. El Gobierno de la región autónoma del Kurdistán asegura que entre 7.000 y 8.000 kurdo iraquíes están «atrapados» en la frontera.

Tras negar una vez más que esté utilizando a los migrantes como arma política contra la UE, Lukashenko emplazó a los países comunitarios a hacerse cargo de los migrantes que quieren llegar a su territorio y se ofreció a fletar un avión hacia Múnich. El Gobierno alemán rechazó la potencial acogida de ese contingente y defendió que «sean llevados de forma segura de vuelta a sus países de origen,» afirmó el portavoz Steffen Seibert.

Cuando se cumple una semana de la crisis, cientos de migrantes se concentraba este lunes en el cruce de Bruzgui-Kuznica para tratar de entrar en la UE. En las imágenes facilitadas por el Gobierno de Minsk se veía a los inmigrantes llegar masivamente a Bruzgui, sin que las fuerzas de seguridad bielorrusas impidieran su paso. Al otro lado de la frontera, en Kuznica se apostaban las fuerzas polacas.

Varsovia informó este lunes de 118 nuevos intentos de cruzar de forma irregular y de la expulsión de 39 personas, denunciando planes de «los servicios bielorrusos» para provocar un inminente asalto masivo. 

Tensión en Ucrania

En otra frontera, la de Ucrania y Rusia, la tensión bélica sigue latente. El Kremlin rechazó este lunes las palabras del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, quien este fin de semana señaló que la crisis migratoria busca desviar la atención de la «inusual» actividad militar rusa en la frontera ucraniana. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que la organización «sigue de cerca» esa «gran concentración» militar y recordó el precedente de Crimea para señalar que Moscú ya ha demostrado su «voluntad y capacidad» de usar la fuerza militar contra su vecino.

El Gobierno de Kiev están «tomando medidas» para reforzar la defensa de Ucrania por el flanco norte, que delimita con Bielorrusa, mientras los presidentes de los tres países bálticos —Letonia, Lituania y Estonia— anunciaron que apoyarán a Polonia si decide invocar el artículo 4 de la OTAN.