Xbox, la consola de Microsoft, cumple 20 años por las nubes

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto REDACCIÓN / LA VOZ

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Las nuevas Series X y S, el servicio de suscripción Game Pass y juegos como Forza Horizon 5 o Halo impulsan su éxito

16 nov 2021 . Actualizado a las 08:59 h.

Microsoft llegó tarde a la guerra de las videoconsolas, pues no fue hasta el 15 de noviembre del 2001 —hace justo veinte años— cuando lanzó su primera máquina, mientras la industria ya iba por la sexta generación de estos dispositivos. Aquella Xbox original o clásica no tuvo nada que hacer frente a un rival como la PlayStation 2, que con 155 millones de unidades vendidas sigue siendo la consola número 1 de la historia. Pero superó a Nintendo y su GameCube y a Sega, que se acabó retirando de la competición, dejando solas a Sony y Microsoft en la lucha por ocupar un lugar de privilegio junto al televisor en los salones de los hogares.

Entre sus características más destacadas, la Xbox original ya disponía de un puerto de Ethernet para conectarse a Internet. Microsoft lanzó también un año después sus suscripciones Xbox Live, con las que permitía a sus usuarios jugar partidas en línea, una característica que se ha ido extendiendo.

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La siguiente generación (Xbox 360) se situó muy cerca de la Play 3 (85,8 millones de unidades vendidas frente a 87,4 millones), aunque ambas fueron superadas por la Wii de Nintendo. Y en la anterior, la Xbox One volvió a pinchar frente a la Play 4, pero en la etapa final de su vida comercial (2017) Microsoft hizo una apuesta que está empezando a cambiar la historia: el servicio de suscripción Game Pass, una especie de Netflix de los videojuegos.

«É a súa bandeira e buque insignia: a posibilidade de pagar unha cota cada mes e ter acceso a un brutal catálogo de videoxogos e que tamén recibirá todos os exclusivos», explica Carlos Pereiro, fundador y director de la web especializada Revista Morcego. Un ejemplo claro es Forza Horizon 5, uno de los lanzamientos más recientes —un videojuego de carreras con ocho millones de jugadores en su primera semana— y que «está alí dende o primeiro día, non tes que pagar máis, non tes que comprar o xogo, só tes a cota mensual e tes esa peza de exclusividade que nas tendas custa 60 ou 70 euros», indica Pereiro.

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Esa apuesta significa que para Microsoft este negocio ya no es tanto un sistema de consolas sino «algo máis grande. Un sistema no que non importa se xogas no teu móbil, a través da nube, na Xbox actual, na One, no PC... Estás xogando coa aplicación Xbox. Iso é o importante», señala el responsable de Morcego.

A la buena posición en que se encuentra actualmente la plataforma también ha contribuido la política de adquisiciones de Microsoft, que no ha dudado en tirar de billetera para hacerse con algunos de los estudios más potentes, como Playground (desarrollador de la serie Forza Horizon) o Bethesda, por el que pagó 7.500 millones de dólares (unos 6.600 millones de euros) hace un año y que le ha permitido hacerse con franquicias como DOOM, Fallout o Wolfenstein. «Isto ten que reflectirse en novos lanzamentos, novas IP [del inglés propiedad intelectual, en referencia a sagas o series de videojuegos publicados bajo un mismo título principal] de novas marcas de renome», dice Pereiro.

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Unas de las franquicias míticas y exclusivas de Xbox es Halo, un FPS (videojuego de disparos en primera persona) de ciencia ficción que se estrenó precisamente con la consola hace dos décadas y cuya última instalación, Halo Infinite, se estrenará el 8 de diciembre. Ayer, en el evento del 20 aniversario, Microsoft anunció que la beta multijugador gratuito, con su temporada 1 y todos los contenidos, ya se puede descargar. Bonnie Ross, presidenta de 343 Industries (desarrollador del juego), aseguró que Halo es «un fenómeno mundial de la cultura pop» comparable a Marvel y Star Wars, y dijo que la saga «continuará expandiéndose de nuevas formas»: en el 2022 se emitirá una serie basada en ella en la plataforma de streaming Paramount Plus.

Con este potente catálogo y dos máquinas de nueva generación —Xbox Series X y Series S, la primera prácticamente agotada— con resoluciones hasta 8K, tecnologías como el ray tracing (un algoritmo capaz de producir imágenes con un alto grado de realismo) y el uso de rápidos discos SSD que reducen los tiempos de carga, el éxito está asegurado. «É unha carreira de fondo que Microsoft soubo soportar, ten moito mérito e máis despois do éxito rotundo de Play 4. O pulo do xogo na nube e do Game Pass é un xiro de roda e que promete moitísimo para a comunidade e para a industria», concluye Carlos Pereiro.