La exportavoz del grupo parlamentario del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, hoy antes de la reunión de la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades. Juan Carlos Hidalgo | Efe
El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, aconseja a la exportavoz del Grupo Popular en el Congreso «un poquito de desescalada verbal». Teodoro García Egea ha evitado responder a las críticas de la diputada popular
Cayetana Álvarez de Toledo no abandonará su escaño. La exportavoz parlamentaria del PP confirmó ayer en una entrevista en la Cope que seguirá lo que dure la legislatura pese al enfrentamiento que mantiene con la dirección del partido y que ella misma aireó el pasado fin de semana, justo en la antesala de la publicación de sus memorias.
Tanto en esa entrevista en El Mundo como en su libro, Pablo Casado y su secretario general, Teodoro García Egea, son acusados de no estar capacitados para liderar la oposición. Al primero lo acusa de «bienqueda». Con su número dos es más duro, al responsabilizarlo de dirigir la organización con mano de hierro, incluso responsabilizándolo de prácticas al borde del acoso.
Por otra parte, Álvarez de Toledo se mostró dispuesta a abonar la sanción disciplinaria que estudia la dirección tras haber reconocido que la pasada semana no siguió las directrices del PP con la elección de los miembros del Constitucional. A diferencia de lo que votaron sus compañeros de bancada tras el acuerdo alcanzado por la dirección nacional con el Gobierno, la diputada prefirió por la abstención. «Las convicciones tienen un coste y estoy dispuesta a pagar ese coste por la defensa de lo que digo. La ruptura de la disciplina de voto tiene consecuencias estatutarias que conozco perfectamente. No se pueden hacer las cosas y no asumir sus consecuencias».