El Gobierno trata de sofocar la polémica de Yolanda Díaz por su alerta sobre la pandemia

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado LA VOZ | MADRID

ACTUALIDAD

Rodrigo Jiménez | Efe

La coalición intenta pasar página y acusa al PP de falta de sentido del Estado y de generar una «polémica artificial»

03 dic 2021 . Actualizado a las 16:22 h.

Tras haberse visto en el ojo del huracán a consecuencia de unas manifestaciones en las que aseguró haber advertido al Gobierno de los peligros de la pandemia semanas antes de que se tomaran medidas, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, intenta sofocar la polémica. Este viernes fue cuestionada en varias ocasiones por sus declaraciones de ayer en Radiocable, que han motivado un gran revuelo en la oposición, desde donde han solicitado su comparecencia en el Congreso para que explique con claridad el asunto.

En primer lugar, Díaz fue interpelada sobre si sus palabras generaron malestar en el ala socialista del Ejecutivo, a lo que se limitó a reivindicar a «España como ejemplo en la gestión de la pandemia y de la vacunación. Esto lo era ahora y en plena pandemia», detalló. «Hemos sido ejemplares. Me quedo con lo que he dicho, con el ejemplo que es mi país en la gestión de la pandemia y de la vacunación», zanjó.

A su izquierda en la mesa de la sala de prensa del complejo de La Moncloa estaba la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, que inmediatamente después fue cuestionada por el mismo aspecto, por el supuesto malestar que pudo generar la intervención de Díaz, pero ahora para conocer la versión socialista: «Lo que nos une es el afán de sostener la recuperación económica. Lo que hablamos en el seno del Gobierno y su única preocupación es esta. Lo que hizo el Gobierno de España fue estar al frente de nuestro país y siempre dar una respuesta. Un sistema de salud que funcionó a la perfección», reivindicó, aplaudiendo el comportamiento de todas las administraciones involucradas y criticando la falta del sentido del Estado del jefe de la oposición, «el señor Casado». 

Yolanda Díaz volvió a ser cuestionada. En este caso, sobre si se arrepentía de haberse manifestado de esa manera, especialmente cuando sus palabras habían motivado esa reacción en el seno del PP, exigiendo responsabilidades, bien a Díaz, por ocultar información en su día, o bien al Gobierno, por desatender las recomendaciones de la responsable de Trabajo.

La vicepresidenta gallega eludió pronunciarse sobre lo afortunada que podía haber estado en esa entrevista, y se limitó a cargar contra los populares y su intento de forzar una comparecencia parlamentaria: «Es una gran polémica artificial. Lo fue en su momento, habían pedido dos comparecencias, mía y de Calvo (Carmen, entonces vicepresidenta primera, ahora fuera del Ejecutivo), cuando el PP tildaba al Gobierno de alarmista. Como saben, el PP acabó retirando aquella petición y hoy está haciendo lo mismo, generar una gran polémica artificial».