Libia suspende las elecciones previstas para este viernes en medio de una creciente tensión bélica

Mohamed A. Kader TRÍPOLI / EFE

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Colegio electoral en Trípoli, en los comicios locales del pasado febrero
Colegio electoral en Trípoli, en los comicios locales del pasado febrero HAZEM AHMED

La disputa abierta entre los poderes político y judicial por la designación de candidatos obliga a cancelar los comicios

23 dic 2021 . Actualizado a las 08:29 h.

La Comisión Electoral Suprema libia propuso este miércoles suspender (y posponer al menos un mes) las elecciones presidenciales y legislativas previstas para este viernes, en medio de una creciente tensión bélica que amenaza el acuerdo de alto el fuego negociado hace más de un año por Rusia y Turquía, y que había abierto la puerta a un nuevo proceso de paz y reconciliación impulsado por Naciones Unidas.

En un informe remitido al Parlamento desplazado desde el 2014 a la ciudad oriental de Tobruk por las disputas entre el este y el oeste del país, el presidente de la Comisión Electoral Suprema libia, Imad al Sayeh, aseguró que el conflicto que existe entre el poder político y el poder judicial por la designación de candidatos «hace imposible que la consulta se pueda celebrar en la fecha fijada».

La suspensión, a la que el martes se opusieron algunos candidatos, era un secreto a voces desde que, hace dos semanas, la propia comisión decidiese posponer la aprobación de las candidaturas después de eliminar varias listas y que estas recurrieran a tribunales locales, que las reintegraron en la carrera electoral.

Y parecía muy probable desde que en septiembre el Parlamento ubicado en Tobruk —el último elegido democráticamente, pero carente de legitimidad al no constituirse a tiempo— aprobase una ley electoral que fue rechazada de inmediato por el Consejo Superior de Estado, una especie de Senado formado en Trípoli durante el fallido proceso de paz que también lideró la ONU en el 2015.

Tres listas conflictivas

El obstáculo principal han sido, hasta la fecha, las candidaturas presentadas por Saif al Islam, hijo y presunto sucesor de Muamar al Gadafi, el tirano derrocado en el 2011; por el mariscal Jalifa Hafter, líder de las milicias del este y hombre fuerte del país; y por el primer ministro interino, el multimillonario Abdelhamid Debaibah.

Los tres apelaron y fueron restituidos como candidatos al considerar la Justicia que Saif al Islam y Hafter eran elegibles, pese a haber sido condenados por crímenes de lesa humanidad, y que Al Debaibah podía concurrir pese a que no había dejado su puesto con tres meses de antelación.