Alemania limita los contactos sociales y las fiestas ante Nochevieja

redacción LA VOZ

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Calle peatonal en Bremen (Alemania)
Calle peatonal en Bremen (Alemania) FOCKE STRANGMANN

Entran en vigor las nuevas medidas decretadas por Gobierno y länder, pese a que la incidencia de casos ha bajado en el país

29 dic 2021 . Actualizado a las 09:11 h.

Alemania aplica desde este martes nuevas restricciones por coronavirus tanto a reuniones privadas como a grandes eventos, ante una Nochevieja que se teme propicia a la propagación de la variante ómicron y mientras se suceden las protestas contra las limitaciones.

Las medidas consensuadas entre el gobierno del canciller Olaf Scholz y los poderes regionales se extienden a todo el país, después de que algunos länder -estados federados- empezaran ya a aplicarlas en los días precedentes.

La norma general es que no habrá reuniones privadas de más de diez personas -aunque los menores de 14 años no cuentan- en el caso de los vacunados, mientras que para los no inmunizados el límite queda en dos personas.

Queda prohibido bailar, sea en discotecas u otros salones, y solo se autoriza la apertura de algunos clubes bajo estrictas medidas de higiene en, por ejemplo, Berlín. Estrictamente prohibida está la venta de fuegos artificiales en un país donde habitualmente la llegada del Año Nuevo iba acompañada de espectáculos de pirotecnia y también batallas campales «espontáneas» en las calles. En Berlín se han marcado 53 zonas de «exclusión» o puntos de encuentro habituales de grupos, para evitar que se formen concentraciones o botellones.

En algunos Länder, como Baden-Württemberg, se ha impuesto un toque de queda nocturno -de las 22.30 a las 05.00 de la mañana-, aunque en la Nochevieja se permitirá circular hasta las 01.00 para reducir el impacto del covid-19. Estas normas acompañan a las ya vigentes desde hace unas semanas, que limita a los vacunados o sanados el acceso a comercios no esenciales, cines, teatros, piscinas públicas y demás recintos cerrados.

Incidencia estabilizada

La entrada en vigor de estas restricciones ha estado salpicada por manifestaciones en todo el país en contra de estas medidas. Se trata de marchas de entre un par de centenares de personas o hasta varios miles, que se convocan como «paseos» y a menudo derivan en altercados por la policía, puesto que ni siquiera se pidió autorización para celebrarlas.

Las autoridades alemanas vienen alertando de la presencia de elementos ultraderechistas entre los movimientos antivacunas. Los contrarios a las restricciones alegan que las medidas adoptadas atentan contra su libertad de movimientos y no están justificadas por la situación actual de la pandemia.

La incidencia de nuevos contagios, que a finales de noviembre escaló a máximos -hasta rozar los 480 infecciones en siete días y por 100.000 habitantes- se sitúa ahora en 215 casos. Son cifras, sin embargo, que deben tomarse con cautela, advierte el Instituto Robert Koch (RKI) de virología, dado que en las festividades se ralentiza la verificación de datos y se realizan menos test.

El RKI considera que no habrá cifras fiables sobre la evolución de la pandemia hasta entrado enero. Sanidad teme una explosión de contagios y la propagación de la variante ómicron, como ha ocurrido en las vecinas Francia y Dinamarca, aunque mantiene cierta esperanza de poder evitar lo peor gracias a las restricciones que empezaron a implantarse progresivamente desde diciembre.

La campaña de vacunación no se ha detenido en estos festivos, tanto en hospitales como en otros puestos. Especial notoriedad en los medios alcanzaron iniciativas como la de un neurólogo de Duisburgo (oeste), que organizó junto con su equipo una maratón vacunadora de 81 horas consecutivas, incluida la Nochebuena, en un hotel junto a la estación de ferrocarriles.

Se logró el objetivo marcado por el gobierno de aplicar 30 millones de dosis en seis semanas, aunque se debió principalmente a la vacuna de refresco o booster. La tasa de ciudadanos con la pauta completa ha subido solo milimétricamente, hasta situarse en el 70,9 % actual, mientras que el porcentaje de población con la dosis de refuerzo alcanza ya el 36,6 %, pese a que se inició hace unas pocas semanas.

El Constitucional, ante el triaje

La presión hospitalaria ha descendido, después de que en noviembre tuvieran que ser transportados a otros puntos del país pacientes de las regiones más afectadas por la covid ante la saturación de sus ucis.

Sin embargo, la falta de una legislación específica en caso de triaje ha ocupado al Tribunal Constitucional (TC), que hoy publicó una sentencia en respuesta a la demanda interpuesta por un grupo discapacitados y enfermos crónicos.

Los jueces de Karlsruhe, sede del TC, exigen que se respeten sus derechos y apremian al Parlamento a que fije por ley los criterios a seguir por los hospitales si se ven en la necesidad de dar prioridad a unos pacientes sobre otros.

Hasta ahora solo hay recomendaciones generales, según las cuales el personal médico debe dar prioridad a los pacientes que tengan más posibilidades de supervivencia.