Xi y Putin exhiben su unidad frente a Occidente

María Puerto PEKÍN / E. LA VOZ

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Vladimir Putin y Xi Jinping, en una entrevista en junio del 2019.
Vladimir Putin y Xi Jinping, en una entrevista en junio del 2019.

El presidente ruso inicia una visita a Pekín con motivo de la inauguración de los Juegos Olímpicos de invierno

04 feb 2022 . Actualizado a las 11:37 h.

La imagen del presidente Xi Jinping y Vladimir Putin juntos en el estadio Olímpico de Pekín, durante la inauguración de los Juegos, escenifica el acercamiento entre las dos potencias y envía un mensaje de unidad frente a las presiones de Estados Unidos. La entrevista entre los dos mandatarios se produce en un momento delicado ante la posible invasión de Ucrania y las amenazas de duras sanciones económicas a Rusia.

Putin llega a Pekín como invitado de honor. El líder ruso no dudó en mostrar su apoyo a Xi y confirmar su asistencia cuando Estados Unidos promovió un boicot diplomático a los juegos en protesta por la violación de los derechos humanos en China.

La reunión entre los dos líderes es la primera que mantienen en persona desde que empezó la pandemia. Se espera que se anuncie la firma de una quincena de acuerdos importantes. En materia de energía, el objetivo es aumentar la capacidad del gasoducto que cruza Siberia para que China compre más gas. También, estudian la creación de un sistema financiero conjunto que permita esquivar las sanciones occidentales.

Las relaciones de Moscú con Pekín se han estrechado a medida que se han ido tensando sus lazos con Occidente. Los dos países han incrementado los intercambios comerciales, el trasvase de tecnología e incluso han organizado ejercicios militares conjuntos en el norte de China y en el Pacífico occidental. En el 2020, el gigante asiático se convirtió en el mayor importador de petróleo y gas ruso.

Putin espera reforzar su alianza con la segunda economía mundial y seguramente se firmará una declaración conjunta en la que las dos potencias defiendan la entrada en una «nueva era de las relaciones internacionales», alejada del control y liderazgo mundial establecido por Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN.

Pero a pesar de que China y Rusia viven un momento dulce en sus relaciones, Xi Jinping de momento se ha mostrado prudente. China ha ayudado a bloquear resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y ha mostrado su desacuerdo ante la ampliación de la OTAN hacia las fronteras rusas. La semana pasada el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, pidió al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que respetaran y resolvieran las «preocupaciones razonables de seguridad» de Rusia en Europa.

Cautela en Pekín

Acostumbrada a los equilibrios, Pekín no ha dado un paso más allá de las declaraciones retóricas. A pesar de la sintonía con Rusia, no ha reconocido la anexión de Crimea, precisamente llevada a cabo al finalizar los Juegos de Sochi en el 2014. Además, mantiene fuertes vínculos con Ucrania, que es uno de sus principales proveedores de armamento.

La crisis de Ucrania favorece a China. Si finalmente Occidente impone sanciones económicas a Rusia, la dependencia comercial de Moscú con China aumentará. Pero, sobre todo, le favorece estratégicamente ya que Washington no podrá mantener la misma presión sobre Taiwán y el mar de China Meridional con un frente abierto en Europa.

Sin embargo, un apoyo explícito a la invasión rusa le generaría fricciones con la Unión Europea, su segundo socio comercial. La decisión empujaría a Bruselas a una alianza más fuerte con Estados Unidos que podría provocar más restricciones en la transferencia tecnológica y más apoyo diplomático a Taiwán.

A nivel personal Xi y Putin comparten objetivos comunes. Los dos defienden sin complejos los gobiernos de mano dura y han modificado las leyes para permanecer en el poder. Ninguno de los dos desea experimentos democráticos en sus zonas de influencia, ya sea Hong Kong, Ucrania o Kazajistán. Y también coinciden en rechazar que los derechos humanos sean universales y los consideran una imposición de Occidente frente a otras tradiciones.