Las economías más dependientes del turismo, como España, tendrán que esperar hasta el 2023 para compensar las pérdidas ocasionadas por la pandemia
07 feb 2022 . Actualizado a las 09:19 h.El momento de mayor intensidad de la recuperación ha pasado. La eurozona tocó techo en el 2021, al crecer un 5,2 %. Aunque este 2022 la inercia seguirá impulsando al alza el producto interior bruto (PIB) de sus economías, ya se empiezan a atisbar los primeros signos de enfriamiento. Crédito y Caución prevé un crecimiento mucho más moderado para este año. Apenas alcanzará el 3,9 % en el conjunto de los 19 países (5,5 % en el caso de España), y el 2,7 % en el 2023 (4,3 % en España). El ritmo de recuperación será «muy desigual» entre países y sectores, según apuntan sus expertos. Bélgica, los Países Bajos o Austria ya superaron los niveles de producción anteriores a la pandemia. No es el caso de Portugal y España, que van rezagados porque sufrieron una caída más profunda. «La mayor dependencia del turismo podría provocar que esta recuperación se retrase hasta finales del 2022 o principios del 2023», sostienen.
En pocos países como España, la actividad turística tiene tanto peso (12,4 % del PIB antes de la pandemia). Las restricciones a la movilidad y los aforos redujeron su importancia al 5,5 % del PIB en el 2020, según Hosteltur. El porcentaje más bajo de su historia.
Señales optimistas
A pesar de que los plazos se dilatarán más de lo previsto, hay señales para el optimismo. La entidad cree que los problemas en las cadenas de suministro —tanto la escasez de materiales como sus precios desorbitados— se irán resolviendo en la segunda mitad del año, no solo porque la demanda se moverá de los bienes a los servicios, gracias a la relajación de las restricciones, también porque las inversiones dirigidas a aumentar la capacidad de fabricación de semiconductores y el desarrollo de métodos de producción menos dependientes de estos materiales aliviarán la tensión en el mercado. No ocurrirá lo mismo con los precios del transporte marítimo. Los fletes seguirán siendo prohibitivos en el 2023.
A pesar de que la inflación de la eurozona se han disparado un 5,1 % (hasta el 6 % en España), Crédito y Caución cree que la demanda de los hogares seguirá impulsando la recuperación porque «el poder adquisitivo solo se ha visto afectado de forma moderada» y todavía hay remesas de ahorros embalsadas esperando a ser gastadas. No considera realista un escenario de espiral inflacionaria. Mucho menos ahora que el Banco Central Europeo (BCE) irá cortando el grifo del dinero barato y ha sugerido que podría encarecer el crédito subiendo los tipos de interés antes de finalizar el año.
¿Qué hay de la factura energética? La gasolina alcanzó esta semana su precio más alto en la historia de España. Tras encarecerse un 25,3 % en el último año, el litro se paga ya a 1,538 euros de media. La entidad considera que a lo largo del 2022 los precios se relajarán, a medida que se aumente la producción. Las perspectivas son muy diferentes al hablar del gas europeo: «Los mercados de futuros indican que los niveles solo volverán a la normalidad de forma gradual a mediados del 2023». La Agencia Internacional de la Energía contaba en su último informe con una reducción de la demanda este 2022 en paralelo al crecimiento de las renovables.