Génova rechaza un Gobierno de coalición con Vox pero Mañueco «no descarta nada»

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

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La dirección de los populares insiste en que tienen una mayoría suficiente para «explorar un Ejecutivo con posibles apoyos puntuales»

14 feb 2022 . Actualizado a las 19:04 h.

Pasaron la campaña y las elecciones, pero los mensajes del PP continúan sonando desafinados. Ahora, con los pactos poselectorales. Mientras la dirección nacional rechaza la posibilidad de gobernar con Vox, el ganador de las elecciones, Alfonso Fernández Mañueco, «no descarta nada» y abrió este lunes la puerta a liderar el primer ejecutivo en el que entren los de Abascal.

Mañueco no escondió que su prioridad es gobernar en solitario, pero los números son los que son, y todo apunta a que si Vox quiere entrar en la Junta, tal y como exigió Abascal nada más abrirse las urnas y como volvieron a deslizar hoy, los populares no tendrán más remedio que negociar un reparto de carteras.

Asunto distinto es que finalmente Vox cambie de estrategia y acabe optando por un acuerdo programático y apoyar a Mañueco desde fuera del Gobierno, una tesis defendida en ciertos sectores del partido, que consideran que entrar en la gestión diaria podría desgastarles de cara a las elecciones andaluzas, pendientes de convocatoria, en donde manejan unas excelentes expectativas.

En cualquier caso, el apoyo de Vox se antoja como imprescindible para que Mañueco sea capaz de sacar la investidura. El único escenario en el que los de Abascal quedarían fuera de la ecuación sería con una abstención de los socialistas, lo que permitiría a Mañueco formar gobierno, aunque muy limitado a la hora de aprobar cualquier medida en las Cortes, ya que contaría solo con 31 de los 81 procuradores.

Un lastre para la oposición

En Génova no manejan un escenario muy distinto a este. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, eludió en el rosario de entrevistas radiofónicas que ofreció este lunes siquiera referirse a la posibilidad de gobernar con Vox, consciente de que esto lastraría a Casado en su tarea de oposición. Y aunque el presidente del partido quiere escuchar hoy al Comité Ejecutivo antes de precipitarse, en estos momentos su intención pasa por que Mañueco obtenga los máximos apoyos en una ronda que abrirá de inmediato. Siendo muy generosos, a sus 31 procuradores podría sumar a los tres de Soria Ya, los tres de la UPL y el de Por Ávila. Muy difícil parece que cuente con el respaldo de su expresidente, Francisco Igea (Cs). Sumaría 39 votos favorables en el mejor de los escenarios, a dos de la mayoría absoluta, fijada en 41. El plan de Génova es que el ahora presidente en funciones se someta a una votación sin garantías para forzar al PSOE y a Vox en la misma, y en caso de que no encontrasen su abstención, que fueran estos dos partidos los que tuvieran que explicarlo ante la ciudadanía. Aún en el mejor de los escenarios, el ejecutivo nacería con una extrema debilidad parlamentaria. Cuestionado por esto, García Egea alegó en Onda Cero que era una fórmula que funcionaba bien en el ayuntamiento mallorquín de Llucmajor. En la dirección de los populares insiste en que tienen una mayoría suficiente para «explorar un Ejecutivo con posibles apoyos puntuales»

Revés a la estrategia de Casado

Las consecuencias del resultado, en todo caso, traspasan los límites de la comunidad. Aún ganando, el resultado trunca la estrategia de Pablo Casado que forzó al barón territorial al adelanto electoral con el propósito de asestar un duro golpe a Pedro Sánchez, reforzar su liderato frente, enterrar definitivamente a Ciudadanos y demostrar que la victoria aplastante del 4-M en Madrid no fue patrimonio exclusivo de Isabel Díaz Ayuso.

Pese al revés que supone la victoria pírrica en Castilla y León, en la cúpula del PP se sigue defendiendo como un «acierto» haber llamado a las urnas, pese a que la mayoría absoluta fuese un espejismo. Mantienen intacta la teoría de que el PSOE les haría una moción de censura aprovechando las fisuras en Ciudadanos, que ya se pusieron de manifiesto en la negociación de los Presupuestos autonómicos, aunque los liberales hayan negado este extremo una y otra vez. «La alternativa -ha insistido Mañueco- era un Gobierno sustentado en una moción de censura, negociado en despachos y apoyado en tránsfugas».

El PSOE descarta la posibilidad de permitir gobernar a Mañueco

Mañueco dejaba abierta la posibilidad de entablar negociaciones con el PSOE para buscar una abstención que le permitiese gobernar en solitario, una opción que los socialistas no barajan.  El portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, ha descartado este lunes apoyar al PP para que no gobierne con Vox y ha señalado que los socialistas harán una oposición responsable para que «la extrema derecha no haga de Castilla y León una tierra en la que se pierdan derechos, y en lugar de avanzar se retroceda».

En una entrevista en RNE, Sicilia ha admitido que el resultado de las elecciones en Castilla y León no es el que les hubiera gustado «pero tampoco ha sido catastrófico para el Partido Socialista» ya que, en su opinión, el PP ha obtenido una «victoria pírrica» y se ha dejado en el camino 60.000 votos.

El portavoz socialista ha insistido en que «la fragmentación de las candidaturas locales» (Soria Ya y Unión del Pueblo Leonés) ha favorecido la pérdida de escaños, «que el PSOE no pueda gobernar y que quien vaya a hacerlo sea la extrema derecha».

Otra opinión tiene el alcalde de Valladolid y secretario provincial socialista, Óscar Puente, quien se ha mostrado «partidario» de una «abstención del PSOE» en Castilla y León para «permitir que el PP pueda gobernar en la Junta de Castilla y León sin que necesite contar con VOX», ya que lo considera «coherente» con lo que defiende su partido.

El futuro de Tudanca

Preguntado sobre un posible relevo del candidato socialista en Castilla y León, Luis Tudanca, ha dicho que ahora le toca a la Ejecutiva regional hacer un «análisis reposado y decidir lo mejor».

En cuanto a las palabras de Tudanca que este domingo abrió la puerta a marcharse, Sicilia ha considerado que las declaraciones del candidato fueron fruto de «un primer diagnóstico» tras comprobar el crecimiento de Vox y ha recordado que hace solo unos meses obtuvo el respaldo mayoritario de la Ejecutiva regional para liderar el proyecto socialista. Sicilia ha puesto en valor el «magnífico trabajo» de Tudanca en esta campaña y ha reiterado que le corresponde a él y a la dirección del partido en Castilla y León hacer una reflexión sobre la situación.