Cristina Torrón, autora de «La regla mola»: «Nunca es pronto para hablarle del clítoris a tu hija»

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La ilustradora Cristina Torrón, autora de «La regla mola»,  lleva con un equipo de profesionales de diversos ámbitos el proyecto de educación sexual y emocional Menstruita.
La ilustradora Cristina Torrón, autora de «La regla mola», lleva con un equipo de profesionales de diversos ámbitos el proyecto de educación sexual y emocional Menstruita.

Es la fundadora de Menstruita, un proyecto de educación sexual y emocional que siguen más de 100.000 personas. Primero rompió tabúes en torno a la menstruación y ahora ultima la guía «El semen mola». «La pubertad de los chicos no se toca, aprenden del jijí-jajá y del porno», advierte

28 feb 2022 . Actualizado a las 18:16 h.

A mis 44 años, descubro qué significa menarquia, qué son las glándulas de Bartolino o cómo nos ayuda una fisioterapeuta de suelo pélvico a aliviar el dolor lumbar. Menstruita, monstrua feminista que da nombre a un proyecto educativo y emocional, es la responsable de este tipo de descubrimientos tardíos. Tiene más de 100.000 seguidores en la red y es autora de La regla mola, un libro para descubrir «lo que siempre has querido saber sobre la menstruación (y nunca te has atrevido a preguntar)». Menstruita es, en realidad, un equipo de profesionales liderado por Cristina Torrón en el que están, entre otras profesionales, la fisiosexóloga Marta Torrón y la psicóloga Anna Salvia Ribera. Ellas nos ayudan a entendernos con nuestros cuerpos, los ciclos hormonales y a detectar problemas. «Menstruita nació de la casualidad. Soy ilustradora, y cuando les explico cosas a mis hijos suelo hacerlo dibujando. Mi hermana Marta, que es fisiosexóloga, me ayudaba a resolver esas dudas que me surgían a la hora de explicarles cosas a mis hijos. Me di cuenta de lo valiosa que era esta información. Empecé a compartirla con las mamás del colegio y vi que había diferentes reacciones: había muchas que me decían: ‘¡Qué buena idea!’, y otras que me miraban escandalizadas, pensando: ‘¿Tan pronto le hablas a tu niña del clítoris?’», comenta Cristina.

—¿De qué edades estamos hablando? ¿Cuándo se les habla a las niñas del clítoris por primera vez?

—Nunca es pronto. Todos tenemos un momento con nuestros hijos para hablarles de la nariz, los ojos, la boca, la barriga... En cambio, cuando llegamos a los genitales no nombramos nada. Hemos crecido en un mundo en el que todo eso era tabú. Si nosotros no hemos tenido estas herramientas, es difícil que podamos explicarles a nuestros hijos las cosas con naturalidad, con tranquilidad. A veces, lo que nos pasa es que ellos perciben nuestros nervios al explicarles estas cosas. En la sexualidad se mezcla ese envoltorio de silencio con la educación patriarcal. Yo empecé a darme cuenta de que, si queremos que nuestras hijas sean libres, debemos darles información, herramientas desde casa. Primero, creé una cuenta de Instagram donde compartía los dibujos que hacía en casa. Me inventé el nombre de Menstruita imaginándome una monstrua, una monstrua de la menstruación. La cuenta de Instagram empezó a crecer, la gente la empezó a seguir. Por un lado, los contenidos los compartieron muchas mujeres como algo valioso, pero también hubo un sector, sobre todo hombres, que los compartían riéndose, pero riéndose mal... Ahí fue cuando pensé que este proyecto tenía que ser más amplio y con una base feminista. Lo que quería era, sobre todo, dar esas herramientas de conocimiento para que las madres hablasen con sus hijas, pero también construir una base de respeto. Porque esto no es una broma.

—Se llevan muchas veces mejor los pantalones que las bragas...

—No sé si viste un post que compartí sobre bragas, mostrando la parte en la que están desteñidas. Esto es algo que nos pasa a todas. Y es bueno que pase, porque significa que el pH de tu vagina es ácido, por eso se come el color del tejido. Pero, si la menstruación es tabú, el flujo aún más. El flujo es algo que se asocia con excitación o actividad sexual, pero el flujo lo tenemos todos los días. No sabes la de mujeres que, al ver ese post, me escribieron por privado para decirme que menos mal que lo había puesto, porque sentían vergüenza. Siempre queremos estar secas, pero esto es imposible, no es sano.

—Ahora hay todo un vistoso mercado de productos de higiene íntima... ¿innecesarios?

—Sí, porque no nos hacen falta salvo en momentos muy puntuales. Cuanto más los uses, más destrozas el pH natural de la zona íntima. Puede convertirse en una rueda fatal que hace que las bacterias proliferen más. Para mantener limpia la vulva, solo necesitamos agua y, si hace falta, cambiar la ropa interior más de una vez al día. Es mejor cambiar de ropa interior varias veces al día que usar salvaslips o jabones íntimos.

—¿Qué es mejor usar durante la menstruación?

—Mejor no sé decirte, porque es algo personal. Pero hay que tener en cuenta que los tampones, ese tipo de elementos que absorben el flujo, no son buenos. Apostaría antes por aprender a usar una copa menstrual, pero entiendo que hay mujeres a las que les cuesta. Yo recomendaría la compresa, y si es de tela mejor. Ahora también se está poniendo de moda la menstruación libre (menstruar sin llevar nada e ir al baño en el momento en que lo necesitas). Pero para mí es casi imposible.

—En «La regla mola... si sabes cómo funciona», advertís que la primera regla avisa. ¿Cuáles son las señales?

—Desde un par de años antes, en tu cuerpo empieza a haber cambios y más o menos todos estos cambios siguen un patrón. Empieza a crecer vello fino en las axilas, en el pubis, empieza a crecer el pezón y también a aparecer el olor corporal. Y luego viene el flujo, que es indicativo de que a los seis meses, más o menos, va a llegar la regla.

—¿Cómo hablamos con nuestras hijas de menstruación y sexualidad?

—A veces, es solo poner la información a su alcance, dejar un libro y que ellas puedan verlo. Si las persigues para hablarlo, es peor, porque se cierran. Tenemos que estar disponibles para contestar cuando nos pregunten. Es importante que nos vean tranquilos, disponibles, y dejar materiales a su alcance. Ahora nosotros vivimos en Menorca y el año pasado un día fui al cole al que van mis hijos a explicar a qué me dedicaba. Les conté que soy ilustradora y les llevé el libro La regla mola. A mi hijo lo tenía enfadadísimo, porque le daba vergüenza que fuera a explicar esto, ¡pero las niñas empezaron a hacer contrabando con el libro! Se interesaron un montón. Cuando una niña lo habla abiertamente, las demás se van a animando.

—¿La menarquia (la primera regla) es una asignatura suspensa en los coles? ¿Por qué en algunos se les habla de la regla solo a las niñas, no a los niños?

—Desde Menstruita estamos intentando aportar materiales para que se pueda abordar el tema en las escuelas, pero, legalmente, todavía no se ha aceptado. A nivel privado, con asociaciones de padres y talleres fuera del horario escolar se están haciendo cosas, pero en horario lectivo cuesta. La coautora de La regla mola, Anna Salvia, va por los colegios haciendo talleres desde hace diez años y separa a los niños de las niñas porque cuando están juntos tienden a cachondearse de estos temas. Los separa para crear espacios seguros para las niñas, para que lo hablen abiertamente ellas, y espacios para los niños. Y la última sesión es ya para niños y niñas juntos. En abril, Anna y yo sacaremos El semen mola. ¡Y este va a ser más tabú aún que La regla mola! Anna me dijo: ‘Tenemos que hacer que la palabra semen no sea solo algo relacionado con la pornografía’. Y en esto hemos trabajado.

—De la pubertad de los chicos casi no se habla ni de todos los clichés en torno a la virilidad que les afectan.

—Cuando a una niña le viene la regla, la sociedad considera que se ha vuelto mujer y lo que nos preocupa es que se pueda quedar embarazada. En los chicos esta preocupación no existe. Su cambio, además, no produce un dolor cada mes. Ellos van a tener una espermaquia (la primera vez que eyaculan). Lo que les produce es placer, y ya está; es un tema que no se toca. Pero si a ellos no les explicas las eyaculaciones que van a tener ni qué empieza a pasar con su pene en la pubertad pueden sentirse extraños. Solo aprenden con el jijí-jajá, las conversaciones con amigos y el porno. Es muy limitante.

—¿Es una muy mala escuela?

—Es muy mala escuela, porque es adictiva. Y puede hacer que, con ese nivel de estímulos del porno, una relación natural no los excite. Se acostumbran a ver cosas bestias y lo acaban normalizando. No es que reproduzcan lo que ven en la pornografía, pero lo normalizan.

—¿Están nuestros hijos perdidos en la realidad de la sexualidad?

—Los que estamos más perdidos somos los padres. Hoy no es tan tabú hablar de homosexualidad o de diversos tipos de relaciones. Para ellos, esto es más natural que para nosotros.

—¿A qué edad debemos encajar que tendrán su primera relación sexual?

—La respuesta correcta sería: «Cuando la niña o el niño estén preparados para entender, psicológicamente, lo que esa relación conlleva. Cuando tienen la menstruación no son mujeres, son niñas que tienen la menstruación, pero, psicológicamente, no han cambiado tanto. Debe haber consentimiento y deseo por las dos partes, y que las dos partes entiendan lo que hacen.

—¿Es distinta la sexualidad en chicos y chicas?

—Hay mucho de educacional, pero la sexualidad de las niñas se vive hacia dentro y la de los niños hacia afuera.

—¿Cómo que la regla mola?

—Mola... si sabes cómo funciona. La clave está en tratar de ir con los ciclos de nuestro cuerpo, en vivir estos cambios con confianza y bienestar.