La guerra logra una aproximación inédita entre Venezuela y Estados Unidos

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Manaure Quintero | Reuters

Aunque Caracas respalda a Putin en el conflicto, el petróleo parece empujar las relaciones con Washington en otra dirección

08 mar 2022 . Actualizado a las 09:19 h.

La reunión de dos emisarios del Gobierno de Estados Unidos con altos funcionarios del régimen de Maduro ha causado un terremoto político en Venezuela. Los celebrados este fin de semana son los primeros encuentros directos entre ambas partes desde el 2019, cuando el régimen de Nicolás Maduro rompió relaciones con EE.UU. después de que este país no reconociera su triunfo en unas elecciones presidenciales sin los mínimos estándares democráticos.

Que la reunión entre las representaciones de Venezuela y Estados Unidos haya concluido sin acuerdos, como reseñaron las agencias de noticias, no es tan importante como que la misma se haya producido. Todo ello, en el contexto de la guerra de Ucrania, según señalaron expertos como el politólogo venezolano Michael Penfold. «Lo que observamos, con la visita de los altos funcionarios de Biden a Caracas, es un giro de esa política exterior [...] La visita parece apuntar a crear un canal directo para discutir más sobre petróleo y menos sobre política. La crisis global con Rusia [...] obliga a EE.UU. a privilegiar su interés en la seguridad energética».

Maduro ha tomado partido firmemente por Vladimir Putin, uno de sus principales aliados, y los medios estatales venezolanos repiten al dedillo la cartilla de términos con los cuales Rusia se refiere a la invasión a Ucrania.

Sin embargo, el sábado, el mandatario chavista afirmó que «las puertas de Venezuela están abiertas para invertir, para producir petróleo, para producir gas, y para darle estabilidad petrolera y gasífera a todo el mundo, incluido Estados Unidos de América». Esta promesa es difícil de cumplir: elevar la producción en dos millones de barriles (hasta alcanzar los tres millones, los que se producían en 1999) puede llevar unos cinco años, afirmó el experto petrolero venezolano Francisco Monaldi.

Mediación por siete presos

Oficiosamente (porque nadie ha confirmado oficialmente datos sobre la reunión), desde la Embajada de EE.UU. en Venezuela, que opera desde Bogotá, Colombia, una fuente señaló a La Voz de Galicia que el único objetivo del encuentro era abogar por siete estadounidenses presos en Venezuela; de ellos, seis venezolano-estadounidenses conocidos como «los seis de Citgo».

Una oenegé, la Coalición por los Derechos Humanos, señaló que los enviados estadounidenses (entre los que se supone que estaban el colombiano Juan González, asesor para Latinoamérica de la Casa Blanca, y el embajador de EE.UU. en Venezuela, James Story) pudieron visitar a los detenidos estadounidenses en la sede del Sebin, la policía política venezolana. Esto tampoco ha sido confirmado, ni se sabe quiénes han sido los interlocutores venezolanos de esos funcionarios.

En tanto, la oposición venezolana, que parece haber sido sacudida por la decisión de la Casa Blanca, anunció que «se informará» sobre la reunión que dicen haber sostenido con los representantes del Gobierno de EE.UU., «atendiendo razones de interés y seguridad nacional de los aliados del Gobierno Interino», sin ofrecer más detalles.