Maduro se distancia de Putin y retoma el diálogo con la oposición venezolana

PEDRO GARCÍA OTERO CORRESPONSAL | CARACAS

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Nicolás Maduro, en una reunión el pasado lunes con miembros de su gabinete.
Nicolás Maduro, en una reunión el pasado lunes con miembros de su gabinete. Palacio de Miraflores | Efe

El mandatario ha cambiado radicalmente su discurso de apoyo a Rusia

09 mar 2022 . Actualizado a las 08:58 h.

La reunión entre Nicolás Maduro, su vicepresidenta Delcy Rodríguez y dos altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos (la primera en muchos años) ya ha producido dos resultados concretos: un distanciamiento del régimen venezolano de su alineación total con Rusia en el conflicto con Ucrania, y el anuncio del mandatario venezolano de retomar en México las negociaciones con la oposición, que llevaban casi seis meses suspendidas.

«Hemos decidido reactivar el diálogo nacional con todos los sectores políticos, culturales, sociales [...] si estamos pidiendo diálogo para el mundo tenemos que dar el ejemplo. Vamos a un diálogo más amplio e inclusivo en el país», afirmó Maduro rodeado de su «alto mando político y militar». Atrás quedó la afirmación hecha en octubre de que su delegación no regresaría al diálogo mientras no fuera liberado Alex Saab, detenido por lavado de dinero en EE.UU.

La petición de que se retomen los diálogos en México fue una de las primeras que hizo la delegación compuesta por Juan González, asesor de la Casa Blanca para Latinoamérica, y el embajador de Estados Unidos en Venezuela, James Story, que ejerce desde Bogotá desde que en el 2019 el Gobierno norteamericano reconociera como «presidente interino» a Juan Guaidó.

Para justificar el cambio en su discurso, ahora muy lejano de su retórica incendiaria de los últimos días respaldando a Vladimir Putin, Maduro apeló a su temor de que la invasión rusa en Ucrania se convierta en una guerra mundial: «Ratifico toda nuestra voluntad [...] para poder avanzar en una agenda que permita la estabilidad y la paz de nuestros pueblos [...] Hemos decidido tocar la campana de alerta a los líderes del mundo para buscar la paz».

Un llamamiento similar hizo previamente Juan González, afirmando que «nunca nos verán en las filas de la guerra». Un cambio que no pasó desapercibido para los analistas.

Mientras tanto, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, afirmó el lunes por la tarde que las conversaciones con el régimen de Maduro «continuarán», confirmando su existencia, y señaló que el propósito del primer encuentro fue el de «discutir diferentes temas, entre ellos, desde luego, la seguridad energética».

La actitud del Gobierno de Biden parece estar causando irritación incluso entre los demócratas. Bob Menéndez, uno de los senadores más influyentes del partido en el poder, afirmó en sus redes que se opone «a cualquier esfuerzo que llene los bolsillos de los oligarcas del régimen con dinero del sector petrolero, mientras que Maduro sigue privando al pueblo venezolano de sus derechos humanos».

Retomar contactos con EE.UU.

La decisión de retomar contactos con el régimen de Maduro se tomó al más alto nivel: fueron Biden y su secretario de Estado, Antony Blinken, los que aceptaron la petición de una reunión por parte de Maduro, según le explicaron González y Story a los sorprendidos dirigentes de la oposición venezolana, cuando se reunieron con ellos.

Otros portavoces como Pedro Burelli, político venezolano en el exilio en EE.UU. y cercano al partido republicano, señalaron que la verdadera razón del alejamiento de Maduro de Rusia obedece a que Putin no habría ofrecido garantías para los «miles de millones» que, según Burelli, tienen en la banca rusa los más altos dirigentes del chavismo. «Putin no dio garantía sobre depósitos en bancos aduciendo que Rusia se enfrenta a una guerra económica de Occidente y habrá que asumir grandes pérdidas», afirmó Burelli en Twitter.