Wagner: el ejército de mercenarios rusos que pretende cazar a Zelenski

Carlos Punzón
C. Punzón VIGO | LA VOZ

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El Consejo Europeo le acusa de «torturas, ejecuciones y homicidios»

30 mar 2023 . Actualizado a las 10:29 h.

«PMC Wagner es una empresa militar privada que ha reclutado y enviado soldados para luchar junto a los separatistas en el este de Ucrania. Es responsable o cómplice, o ha participado, directa o indirectamente, en acciones o políticas que amenazan la paz, la seguridad, la estabilidad, la soberanía o la integridad territorial de Ucrania». La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos retrata así al ejército privado de inmisericordes mercenarios rusos de los que The Times asegura que tienen ahora como uno de sus principales objetivos cazar y asesinar al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski para asestar un golpe crucial en la invasión diseñada por el Kremlin.

Ellos fueron los primeros en cruzar la frontera ucraniana antes de que las tropas de Vladimir Putin comenzaran a apostarse en la franja de separación de los dos países. El rastro de Wagner se tiñe de violencia en Siria, Libia, República Centroafricana, Sudán, Mozambique, Crimea, la zona del Dombás e incluso se ha señalado su presencia en Venezuela como escudo personal enviado desde Moscú para la protección del presidente Nicolás Maduro.

Los servicios secretos norteamericanos designan como fundador y líder de Wagner a Dimitri Utkin, un militar que sirvió en las fuerzas especiales rusas hasta el año 2013, cuando se retiró siendo teniente coronel y comandante de brigada de una unidad vinculada a los servicios de inteligencia de su país. Nacido en 1970 en Asbest, a las faldas de los Urales, se curtió como militar en las guerras chechenas, y ya como referente de Wagner fue condecorado en un acto presidido por Putin por sus actuaciones en Crimea.

La leyenda que hace a los wagner realmente temibles —aunque oficialmente el escuadrón no exista según el Gobierno ruso—, da cuenta de que no hacen prisioneros en sus incursiones. Son letales. «El Grupo Wagner es responsable de abusos graves de los derechos humanos, que incluyen torturas y ejecuciones y homicidios extrajudiciales, sumarios o arbitrarios», pronunció el Consejo Europeo el pasado diciembre en una resolución contra dicho ejército de mercenarios y ocho de sus más destacados integrantes y colaboradores.

«El Grupo Wagner ha reclutado, formado y enviado a agentes militares privados a zonas en conflicto de todo el mundo para alimentar la violencia, saquear recursos naturales e intimidar a civiles en violación del Derecho internacional, en particular del Derecho internacional en materia de derechos humanos», añadió en su resolución de hace tres meses el gobierno comunitario.

Ruslán Levíev, opositor ruso que lidera un equipo de análisis de los movimientos del ejército de su país, ha asegurado que el Grupo Wagner «es en realidad una unidad creada y financiada por el Gobierno ruso», y añade que incluso «comparte base con la Décima Brigada de las Fuerzas Especiales del Servicio de Inteligencia Militar en Krasnodar».

Medios de comunicación rusos han trazado un perfil de Utkin como un neonazi, escurridizo a las cámaras, que adoptó como indicativo propio el nombre del compositor preferido por Hitler, que al final acabaría bautizando a todo el cuerpo militar privado, en el que se estima ha podido contar con 10.000 integrantes desde su creación y ahora tendría cerca de medio millar desplegado por Ucrania. Son la primera ola, la que identifica las posiciones del enemigo, la que facilita la entrada del ejército y la que apunta el camino para los bombardeos señalando los objetivos y el armamento camuflado.

De vendedor de perritos calientes a una granja de «trolls» 

La Comisión Europea apunta directamente en recientes resoluciones a Yevgeny Prigozhin como el financiador del grupo Wagner. Conocido en Rusia como el cocinero de Putin, aprovechó la ola de la ruptura de la URSS para crecer pasando de vender perritos calientes en San Petersburgo a subir al Olimpo gastronómico ruso, sirviendo en citas internacionales de Putin y obteniendo notables contratos estatales. El departamento del Tesoro de EE.UU. no es tan categórico como la UE al confirmar que él es el canal económico del grupo Wagner. Se cubre apuntando en sus comunicaciones con un menos categórico «se cree» que Prigozhin es el gerente y financiador de la compañía militar privada, cuerpo al que sí describe como «una fuerza de representación del Ministerio de Defensa ruso que lleva a cabo, o ha llevado a cabo, operaciones peligrosas y desestabilizadoras en países extranjeros».

El departamento del Tesoro de Estados Unidos es más duro con el supuesto cerebro del grupo mercenario al afirmar sin ambages en sus dictámenes que «Yevgeniy Prigozhin tiene una red de simpatizantes para difundir su maligna influencia política y económica en todo el mundo», lo que concreta su acusación de que el cajero de Wagner es también «líder y financiador de la Agencia de Investigación de Internet, que lleva a cabo operaciones para exacerbar las tensiones políticas y las divisiones en países extranjeros». Una «granja de trolls», concreta Washington.

El Gobierno norteamericano hizo también especial énfasis en la presencia de Prigozhin en África de esta forma: «Si bien sus actividades abarcan todo el mundo, destaca la interacción entre las operaciones paramilitares de Rusia, el apoyo para preservar los regímenes autoritarios y la explotación de los recursos naturales».