Las caravanas solidarias dificultan la coordinación para recibir refugiados

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela REDACCIÓN / LA VOZ

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Entidades rechazan los viajes particulares a la frontera: «No es ir a recoger ganado»

17 mar 2022 . Actualizado a las 13:34 h.

Hace casi treinta años que Mercedes Gil y otras tres personas coordinan cada verano la llegada a Galicia de decenas de niños afectados por la contaminación radiactiva de Chernóbil. «Vienen dos meses a recuperar su salud», cuenta por teléfono Gil desde la asociación Ledicia Cativa, cuyo programa se interrumpió primero por el covid y ahora por la guerra. Han decidido que no participarán en la acogida de los miles de refugiados que abandonan Ucrania, como sí han hecho por su cuenta familias y particulares viajando hasta la frontera. «La gente no puede ir por su cuenta y riesgo, no es recoger plantas. Deben tener permisos y autorizaciones, contacto con gente de allá.... Hablamos de personas, no ganado», recuerda.

En una de las caravanas solidarias participó José Larrea, que llegó ayer a Sada tras conducir miles de kilómetros desde la frontera polaca y perder cuatro kilos en el camino. Lograron reunir 7.000 euros y juntar tres furgonetas para traer a la vuelta a otras tantas familias, ya acomodadas en las provincias de Valladolid y A Coruña. «Lo organizamos todo desde aquí, sabíamos a quiénes teníamos que recoger y dónde les iban a acoger», apunta Larrea, padre de acogida desde hace seis años y conocedor de los trámites que deben seguir los exiliados que trajo. Pero no siempre es así. «Entendemos que deberían venir de forma más ordenada», explica Juan Redondo, responsable de Asilo y Migraciones en Cruz Roja Galicia.

«Vemos que llegan personas por muchos cauces, gente con muchas ganas de ayudar y que, a veces, no conoce bien el procedimiento. Nosotros estamos para que los que llegan puedan estar bien asesorados», continúa Redondo. Son siete las oenegés o asociaciones con experiencia en el trabajo con refugiados y que participan en el sistema de acogida en un programa financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Pero la guerra en Ucrania lo alteró todo en cuestión de días. Surgieron nuevas asociaciones para articular ese aluvión humanitario y coordinar toda la ayuda. «Se guían por solidaridad, pero quizá les falte la parte técnica que podemos aportar», advierte el responsable de Cruz Roja, que apoya a la asociación Accem, encargados de la primera acogida de los refugiados al llegar a España desde hace varias décadas.

Bolsa de pisos de acogida

Cuatro días después de los primeros bombardeos rusos nació en A Coruña la Asociación Galega de Axuda a Ucraína (AGA), que gestionó el envío de un tráiler con ayuda humanitaria al campo de refugiados ucraniano de Truskavets y regresó el lunes con 25 mujeres y niños. «No traemos refugiados, pero hay familiares y amigos con gente allí. Abrimos una bolsa de viviendas para acogerles con el compromiso de darles vivienda y manutención medio año», responde Antonio Corredoira, uno de los fundadores de la entidad, que colabora con Accem.

Lo que hacen es, entre otras cosas, servir de enlace con la frontera. «Ayuntamientos y fundaciones nos piden asesoramiento y nosotros los ponemos en contacto con las autoridades de allí para recoger refugiados. Solo ayudamos si garantizan que van a acogerlos y alojarlos», añade. Uno de ellos fue José Larrea, aunque fue de los últimos particulares en recibir asistencia. Ya no colaboran con estas caravanas de voluntarios por la limitación de recursos, pero sí con entidades que envían autobuses o con los bomberos y policías que salieron este miércoles de A Coruña.

Menos de 2.000 ucranianos

El plan del Gobierno es que Galicia absorba a 1.629 ucranianos de los 21.000 que prevé acoger en todo el país, cifra que podría ampliarse. Xunta, Ejecutivo y entidades sociales perfilarán mañana el plan para darles cobijo y normalizar su situación. Por ahora, desde el Gobierno gallego se «agradecen todas as mostras de boa vontade», pero pide «acudir ás canles oficiais para garantir a mellor calidade da acollida».

La Delegación del Gobierno en Galicia constituirá la próxima semana el comité de coordinación ante la crisis ucraniana, COTEGA. Este organismo, explicó el delegado José Miñones esta semana, trabajará en el diseño conjunto de acciones humanitarias y en la preparación de dispositivos para la llegada masiva de desplazados desde Ucrania. En la presentación de este plan, Miñones advirtió sobre la necesidad de colaborar mediante los canales oficiales. «Sabemos que moita xente quede colaborar, pero a mellor forma de axudar é cunha resposta coordinada», insistió.