La UE cierra un acuerdo con Biden para garantizar durante dos años el suministro de gas

Jesús Carballo BRUSELAS / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

OLIVIER HOSLET

Sánchez pide manos libres para topar la luz en España y Portugal

25 mar 2022 . Actualizado a las 09:05 h.

Estados Unidos aumentará el suministro de gas natural licuado (GNL) a los países de la Unión Europea para que estos puedan reducir la dependencia que tienen de Moscú en el suministro de combustibles fósiles. El acuerdo se cerró este jueves, aprovechando la visita del presidente estadounidense, Joe Biden, a Bruselas, donde, tras participar en la cumbre de la OTAN, asistió como invitado a la reunión del Consejo Europeo, y será formalizado hoy viernes, según anunció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.

La oferta de Biden pasaría por asegurar el suministro de gas en Europa a cambio de que el bloque comunitario siga sus pasos y refuerce las sanciones contra el régimen de Putin, algo a lo que los países de la UE, especialmente los del Este, estaban reticentes por su dependencia energética (un 40 % del gas que se consume en la UE procede de Rusia). Para ello, aunque todavía no hay cifras oficiales, ayer algunas fuentes aseguraban que la Administración estadounidense está dispuesta a enviar 15.000 millones de metros cúbicos adicionales de GNL al año, que se sumarían a los 22.000 que ya exportó el año pasado.

España sería clave en ese plan, ya que cuenta con un tercio de la capacidad de regasificación de la UE. Así, buena parte de los barcos con GNL que lleguen de EE.UU. recalarían en alguna planta española para luego ser enviado por gasoducto al resto del continente y también en metaneros. España es el principal destino del gas estadounidense, que en enero y febrero se convirtió en el principal proveedor, por delante de Argelia.

En la actualidad, los Veintisiete compran unos 50.000 millones de metros cúbicos de gas ruso cada ejercicio. De ahí que, aunque todavía se pueda recurrir a otros proveedores, como Catar o Egipto, siga habiendo mucha división entre los líderes de la UE sobre el refuerzo de las sanciones al régimen autócrata ruso.

El más contundente en contra de un posible embargo a las importaciones de energía desde Rusia fue el canciller austríaco, Karl Nehamer, asegurando que «no es realista, pero no solo para Austria, sino tampoco para Bulgaria, la República Checa, Eslovaquia o Hungría». Por su parte, el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, advirtió que hay que «tener cuidado» con los castigos que se adoptan y su homólogo belga, Alexander De Croo, señaló que tendría «un efecto devastador» también para la UE.

En el otro lado, los países bálticos, que piden mano dura. El primer ministro polaco, Mateuzs Morawiecki, destacó que su país apoya sanciones contra el petróleo, el gas y el carbón ruso. Unas palabras que secundó el líder letón, Krisjanis Karins, que subrayó que los Veintisiete deberían estudiar un embargo a las importaciones energéticas rusas para evitar que estos ingresos sigan financiando la «maquinaria de guerra» del Kremlin.

Una solución ibérica para la luz

Mientras la Europa del Este tiene su vista fijada en el gas ruso, la de España está puesta en la factura de la luz y las medidas para rebajar su coste. Aunque Alemania, los Países Bajos y los estados bálticos y nórdicos continúan bloqueando la reforma del mercado mayorista, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegó a Bruselas convencido de que su batalla por desacoplar el precio del gas del de la electricidad todavía no estaba perdida. Pero, por si no es posible sacar adelante medidas comunes para los Veintisiete, el jefe del Ejecutivo aseguró que va a pelear ante el resto de líderes para que tengan en cuenta la «particularidad» de la Península en materia energética y acepten que, al menos, España y Portugal puedan limitar los precios.

En este sentido, Sánchez defendió que la Península tiene una interconexión «mínima con el mercado energético europeo», con un intercambio por debajo del 3 % y, por consiguiente, que las medidas que se puedan adoptar en España y Portugal no dañarían el mercado interior comunitario. Fuentes gubernamentales indicaron que las negociaciones con el resto de líderes están siendo fructíferas y que la clave está en conseguir el apoyo alemán.

Alemania descarta pagar la energía rusa en rublos

Con los contratos energéticos en la mano, Alemania se ha plantado ante la exigencia de Putin de pagar el suministro energético ruso en rublos. Tal y como sentenció el canciller alemán, Olaf Scholz, los acuerdos firmados con las empresas de suministro rusas recogen el pago en euros o en dólares: «Es lo que está en vigor». El mandatario teutón se mantuvo firme en su posición de descartar por completo un embargo a las importaciones de gas natural, petróleo y carbón de Rusia.