Román Abramóvich y los negociadores ucranianos sufren síntomas de envenenamiento

La Voz REDACCIÓN

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Roman Abramovich, el pasado 14 de marzo en el aeropuerto de Tel Aviv
Roman Abramovich, el pasado 14 de marzo en el aeropuerto de Tel Aviv STRINGER | REUTERS

Según informa «The Wall Street Journal», todos han desarrollado un cuadro que incluye ojos rojos, lagrimeo doloroso y constante y descamación en el rostro y las manos. «No hubo intención de matar, fue una advertencia», aseguró el encargado de investigar lo sucedido

29 mar 2022 . Actualizado a las 20:29 h.

Después de asistir a las conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia en la noche del 3 al 4 de marzo, el oligarca ruso (y dueño del Chelsea) Román Abramóvich y tres negociadores ucranianos comenzaron a encontrarse mal. Cuando notaron enrojecimiento en los ojos, lagrimeos sospechosos —por lo constantes, pero sobre todo por lo dolorosos— y descamación en el rostro y las manos, seguro que pensaron en el Kremlin, aunque confirmarlo no será tarea fácil. Todo apuntaba a un envenenamiento, aunque según Christo Grozev, el periodista que investigó el caso para Bellingcat (y que ya se encargó en el pasado de otros escándalos similares atribuidos a Moscú), «no hubo intención de matar, solo fue una advertencia». Eso sí, una advertencia al estilo ruso, y si no que lo confirmen Alexéi Nalvani o Serguéi Skripal, porque Aleksandr Litvinenko ya no puede.

La exclusiva la destapó el medio estadounidense The Wall Street Journal, citando fuentes cercanas a los afectados. Pero lo confirma también Bellingcat, la publicación especializada en seguridad y asuntos inteligencia, que señaló que los síntomas que experimentaron los afectados compatibles con la intoxicación química o biológica.

Los síntomas afectaron tanto el oligarca ruso —que ha estado intentando mediar entre Rusia y Ucrania durante los últimos días— como al menos un par de miembros de alto nivel del equipo de negociadores de Kiev, entre ellos el legislador tártaro de Crimea, Rustem Umerov. Por supuesto, el foco se ha dirigido inmediatamente a Moscú, ya que no sería la primera vez que usan esta técnica para quitarse de en medio a disidentes o personas que resulten incómodas para el Kremlin. En principio, las fuentes consultadas por el medio estadounidense aseguraron que era parte de una estrategia de Rusia para sabotear y poner fin a las negociaciones. No obstante, una persona cercana a Abramóvich aseguró que no estaba claro quién había atacado al grupo.

La información asegura que todos los afectados han mejorado y que sus vidas no corren peligro. Además, recalcaron que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que se reunió con Abramóvich hace unos días, no resultó afectado. No obstante, no hay ninguna confirmación oficial sobre el suceso y, de hecho, el portavoz de Zelenski dijo que no tenía información sobre sospechas de envenenamiento. El medio también aseguró haber intentado contactar con el Gobierno ruso para que diera su versión sobre la sospecha de envenenamiento, pero sin obtener ninguna respuesta.

Sin embargo, los expertos occidentales que investigaron el incidente parecen tener claro que los síntomas coinciden con un ataque, aunque dijeron que era difícil determinar si fueron causados por un agente químico, biológico o por algún tipo de radiación electromagnética, señala The Wall Street Journal. A la cabeza de la investigación estuvo el periodista Christo Grozev, que ya ha estudiado casos de envenenamiento similares y que concluyó en el 2020 que un equipo del Kremlin había envenenado al político opositor ruso Alexei Navalni con un agente nervioso.

De acuerdo con la información del periódico norteamericano, Grozev observó fotos del dueño del Chelsea y de al menos tres negociadores ucranianos, sin embargo, aunque intentó reunirse con los afectados en Leópolis para hacer una recolección de muestras oportunas, no pudo hacerlo porque los mediadores tenían prisa por continuar su camino a Polonia y luego a una reunión en Estambul. Cuando un equipo forense alemán con los conocimientos necesarios pudo realizar un examen a los hombres, ya había pasado demasiado tiempo para detectar el supuesto veneno. En cualquier caso, Grozev fue claro: «No hubo intención de matar, fue solo una advertencia».

Según la información de Bellingcat, los tres ucranianos que presentaron el cuadro clínico compatible con el envenenamiento habían consumido solo agua y chocolate durante las horas previas a desarrollar los síntomas. Sin embargo, un cuarto negociador habría consumido lo mismo y no presentó el mismo cuadro. Así, los expertos consultados por este medio aseguraron que los síntomas eran más consistentes con un veneno que usara variantes de porfirinas, organofosforados o sustancias bicíclicas.

Abramóvich, el negociador inesperado

El oligarca ruso y dueño del Chelsea fue visto en Bielorrusia a fines de febrero cuando comenzaron las conversaciones oficiales iniciales entre Kiev y Moscú. Desde entonces ha actuado como un canal secundario de las conversaciones con el Kremlin, reuniéndose personalmente con Putin para abordar la situación de Ucrania, según las fuentes que cita The Wall Street Journal. Su papel en las conversaciones varía regularmente y ha tratado de involucrar a otros, incluido el excanciller alemán Gerhard Schröder, de acuerdo con el medio norteamericano.

En todo caso, y a pesar de la sospecha de envenenamiento, Abramóvich ha decidido seguir involucrado en las conversaciones de paz, según una persona cercana a él y consultada por The Wall Street Journal. Aseguró que en la última semana viajó a Polonia, a Ucrania y este lunes estuvo en Estambul intentando involucrarse y mediar entre las partes. De acuerdo con fuentes de su círculo cercano, ha dedicado una gran cantidad de tiempo a mediar entre las partes en conflicto. Se puede atribuir parte del interés de este oligarca ruso a que su difunta madre era ucraniana, pero también a las sanciones que acosan sus finanzas en Europa.