La guerra pasa a un nuevo escenario en el que Putin parte con ventaja

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ACTUALIDAD · Exclusivo suscriptores

MIKHAIL KLIMENTYEVKREMLIN POO | EFE

Rusia busca una posición de fuerza para negociar un alto el fuego favorable

13 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ucrania denuncia que la gran ofensiva de Putin sobre el Dombás, el territorio más oriental del país, ya ha comenzado. La guerra entra en una nueva fase tras el fracaso del plan inicial de Putin, que consistía en tomar Kiev en poco tiempo.

Fracaso de Putin con Kiev

Nueva fase. Según maneja la inteligencia europea, Putin ha tenido que rectificar tras comprobar las grandes dificultades que se ha encontrado en su asalto a la capital del país. En la cabeza del presidente ruso se dibujaba una guerra de lo que se conoce popularmente como a la americana, moderna, que consistía en anular los sistemas antiaéreos y la consecuente toma del espacio aéreo, para a continuación penetrar a gran velocidad con unidades de infantería para lograr el objetivo. Sin embargo, el ataque en círculo planificado por Putin, con unidades partiendo desde el norte, con la colaboración de Bielorrusia, desde el sur, fundamentalmente a través de Crimea, y desde el este, la frontera natural entre ambos países, fracasó. Esencialmente por tres motivos: Rusia fue incapaz de aniquilar la defensa aérea ucraniana, la férrea resistencia local fue mucho más dura de lo que suponía el Kremlin, y problemas con la logística, ya que el Ejército ruso se quedó sin suministros debido a la actividad de la guerrilla ucraniana desplegada por el territorio, dinamitando columnas enteras de blindados del invasor. Estas dificultades han motivado la orden de repliegue a las tropas rusas, que se dirigen hacia el Dombás con la intención de embolsar a la resistencia ucraniana presente en esa histórica región, a la que apuntan como la mejor preparada del Ejército, con la intención de atacarla desde varios frentes y de imposibilitar que reciba suministros de tipo armamentístico, alimentario o sanitario.

Según los expertos, Rusia entraría en un escenario en donde pasaría a jugar en una posición más favorable, porque concentra mucha fuerza en menos territorio, es una zona que está mucho más cerca de sus fronteras, y por tanto con más facilidad para lograr suministros, y también por tratarse de un lugar menos urbano, lo que facilita que Putin pueda pasar del estilo americano al estilo ruso, que básicamente consiste en avanzar en masa como una apisonadora, con el consiguiente aumento de víctimas mortales. Ucrania está desplazando hacia allí un gran número de tropas, y reclama armas con rapidez para poder hacer frente a la embestida, y que la UE intenta atender con brevedad.

Suministro de armas

Doble contención. En un encuentro informal que mantuvo ayer en Madrid Josep Borrell con un reducido grupo de periodistas, el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea afirmó que desatender estas peticiones sería un ejercicio de «hipocresía», especialmente cuando los mandatarios de todos los países están ensalzando «la defensa de los valores europeos» y que se trata de una guerra en la que Ucrania «nos defiende a nosotros». «Estamos ayudando militarmente a Ucrania, claro», sostuvo, tan solo unos días después de su reciente visita a Bucha, en donde se encontró con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. No obstante, quiso dejar claro que «nosotros no estamos impulsando la guerra», sino que el gran objetivo es «contenerla, tanto en su dimensión espacial, para que no afecte a otros países; como en su dimensión vertical, para que no se usen armas más mortíferas». Además de esta ayuda en bloque, hay países de la UE que están colaborando de forma bilateral. Se estima que algunos han destinado ya 300 millones. Otros han aportado un tercio de su presupuesto militar anual.

Miguel Gutiérrez | EFE

Esfuerzos diplomáticos

Papel de Erdogan. Para conseguir el alto el fuego, desde la UE afirman que están haciendo «un gran esfuerzo diplomático» para que «la guerra acabe cuanto antes», pero haciendo hincapié en que es importante la manera en la que concluya. Putin busca una posición de fortaleza para dominar las negociaciones de paz, unas negociaciones que mantiene abiertas —recientemente recibió en Moscú al canciller austríaco—, pero sobre las que de momento no se han obtenido resultados. Apuntan a que aquí pueda jugar un papel clave el presidente turco, Erdogan.

Dependencia energética

En busca de un acuerdo. Uno de los grandes debates abiertos pasa por reducir la compra de gas y petróleo a Moscú. Existen varias vías. La coercitiva, algo para lo que de momento no hay acuerdo, ya que algunos países dependen totalmente del gas ruso. Mientras tanto, existe un compromiso voluntario de cada país para hacer la sustitución de esta dependencia energética, pero para la que se necesita tiempo.

Exiliados

La otra gran asimetría. Esta asimetría con la energía también se da con la recogida de «exiliados». «Cada país lo está haciendo en función a sus posibilidades. Es «un choque asimétrico», ilustra Josep Borrell. «Los exiliados no llegan a los Pirineos», recalca, insistiendo en el gran número de ucranianos que están acogiendo en otros países más próximos a la zona de guerra. «Es el momento de construir respuestas unitarias, pero para ello debe haber un esfuerzo solidario. Habrá que compensar a aquellos más afectados para que participen», afirmó.