Kiev, Washington y Bruselas investigan el posible uso de armas químicas en la extenuada Mariúpol

Nacho de la Fuente
NACHO DE LA FUENTE REDACCIÓN / LA VOZ

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Interior del Teatro de Mariúpol, arrasado por un bombardeo ruso el pasado 16 de marzo.
Interior del Teatro de Mariúpol, arrasado por un bombardeo ruso el pasado 16 de marzo. SERGEI ILNITSKY | EFE

La ciudad sigue aislada y a punto de sucumbir a los rusos, que siguen lanzando intensos ataques sobre esta urbe portuaria clave para Putin. Ucrania teme que Moscú simule atentados en su territorio para «agitar» a la población rusa

13 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Mariúpol sigue extenuada y aislada, a punto de sucumbir a los rusos, que siguen lanzando ataques sobre esa ciudad portuaria clave en la estrategia de Putin de dejar a Ucrania sin acceso al mar de Azov. Las autoridades ucranianas publicaron un vídeo en el que combatientes de Mariúpol describen los efectos de armas químicas supuestamente utilizadas por el Ejército ruso.

En el vídeo, publicado por el batallón Azov en su cuenta de Telegram y difundido también en la página web del Ayuntamiento de Mariúpol, varios militares y civiles aseguran que algunas personas sufrieron síntomas de asfixia debido a una nuble blanca que afectó el lunes a la zona de la planta metalúrgica de Azovstal.

Kiev, Washington y Bruselas investigan ese posible uso de armas químicas por parte de las fuerzas de Putin. «Estamos al tanto de las informaciones en las redes sociales que aseguran que potencialmente se han usado armas químicas en Mariúpol», afirmó en un breve comunicado que recoge Efe el portavoz del Departamento de Defensa norteamericano, John Kirby. «En estos momentos no lo podemos confirmar y seguiremos de cerca la situación», añadió Kirby, que dijo que, de confirmarse, sería algo «profundamente preocupante».

Objetivos puntuales

El asedio ruso sobre Ucrania ya roza los 50 días y sigue imparable. A la espera de la fuerte ofensiva que se prepara en el Dombás, las fuerzas de Putin se centran en objetivos puntales. En las últimas horas las tropas rusas lanzaron ataques contra unos cien militares ucranianos que, según Moscú, intentaban huir en vehículos blindados de Mariúpol. Murieron al menos 50.

La 36.ª Brigada de Infantería de Marina aseguró ayer que los defensores de Mariúpol «no abandonaron sus posiciones y que luchan por cada palmo de la ciudad» lo mejor que pueden y volvieron a denunciar que la urbe asediada sigue «sin suministro de munición ni alimentos».

El alcalde de Mariúpol, Vadym Boychenko, estima que alrededor de 21.000 residentes civiles murieron desde que comenzó la invasión y que la mitad de los 540.000 habitantes abandonaron sus casas como refugiados.

El centro de Cáritas en Mariúpol también fue destruido. En el ataque murieron siete personas. Dos de ellas eran personal de Cáritas y el resto gente que buscaba refugio. Las autoridades ucranianas anunciaron el descubrimiento de seis cadáveres «con heridas de bala en el sótano de una casa» en Kiev y de diez cuerpos sin vida en una fosa común en Bucha, donde los rusos cometieron una masacre en la que unas 400 personas fueron asesinadas, según un balance oficial. En Bucha, la policía regional también halló un coche bombardeado con los cadáveres de tres mujeres y dos niños.

Ucrania teme que Moscú simule atentados en su territorio para «agitar» a la población rusa

La inteligencia de Ucrania advierte de que los servicios especiales de Rusia planean llevar a cabo diversos ataques terroristas en su propio territorio para «agitar» a la ciudadanía rusa e «inyectar histeria antiucraniana» en todo el país.

Según explicó el jefe de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, Kiril Budanov, estos supuestos ataques se concentrarían sobre viviendas, hospitales y escuelas y, tras ellos, acusarían de todas las «atrocidades» a las Fuerzas Armadas de Ucrania y a los batallones de voluntarios, informa Europa Press.

Kiril Budanov, según indicó la inteligencia ucraniana en Telegram, considera que la «implementación fallida» del plan de movilización en Rusia «obliga al régimen de Putin a lanzar escenarios sucios» para «agitar» a la ciudadanía rusa y consolidar sus posiciones «contra los ucranianos».