Putin advierte de que no detendrá su ofensiva hasta dominar el Dombás

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Vladimir Putin se reunió este martes en un cosmódromo del este de Rusia con el presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko (primero por la izquierda)
Vladimir Putin se reunió este martes en un cosmódromo del este de Rusia con el presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko (primero por la izquierda) EVGENY BIYATOVKREMLIN POOL| EFE

El mandatario asegura que la guerra era inevitable y que Occidente no podrá aislar a Rusia

13 abr 2022 . Actualizado a las 09:16 h.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, negó este martes los presuntos «crímenes de guerra» cometidos por tropas rusas en la localidad de Bucha (en las afueras de Kiev) y defendió la campaña militar lanzada por Moscú contra Ucrania como «inevitable» al calificar sus objetivos de «nobles». «Lo que pasa en Ucrania es una tragedia, pero no teníamos otra opción. Fue la decisión correcta», dijo el jefe del Kremlin en una rueda de prensa conjunta con su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, según recoge Efe.

Tras una reunión de casi tres horas, que siguió a la visita de ambos líderes al cosmódromo de Vostochni, en el Lejano Oriente ruso, Putin insistió en que el objetivo principal de la campaña ucraniana es «ayudar a la gente del Dombás» y advirtió de que no se detendrá hasta lograrlo.

El mandatario ruso aseguró que los objetivos de la denominada «operación militar especial» son «absolutamente claros» y «nobles», ya que «las autoridades de Kiev, empujadas por Occidente, se negaron a cumplir con los Acuerdos de Minsk destinados a una solución pacífica de los problemas en esta región del este de Ucrania», dijo el jefe de Estado ruso.

Conquista del Dombás

«Nuestra lógica es simple. Nuestro objetivo es ayudar a la gente que vive en el Dombás, que siente un vínculo inquebrantable con Rusia y que durante ocho años ha sido víctima de un genocidio», recalcó el mandatario ruso ante la prensa de su país.

A su vez, subrayó que la campaña militar en Ucrania «va según lo planeado» y que su duración dependerá de la «intensidad de los combates», aunque, matizó, los mandos rusos intentarán minimizar las bajas en sus filas, lo que en Occidente se interpreta como que podrían ralentizar los ataques para reducir las víctimas entre sus propias unidades.

Durante su primera comparecencia ante la prensa desde el inicio de la guerra de Ucrania, Putin aseguró que «lo que ocurre ahora es la quiebra del sistema mundial unipolar que se formó tras la desintegración de la Unión Soviética». En este sentido, el jefe del Kremlin subrayó que, en este «nuevo mundo», EE.UU. y Europa no serán capaces de aislar a Rusia.

Según el líder ruso, la principal tarea de Occidente no es ayudar a Ucrania, que no sería más que «un medio para lograr sus objetivos» de desestabilizar y arrinconar a Moscú en el escenario mundial. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se expresó el lunes en los mismos términos, al afirmar que uno de los propósitos de la campaña rusa era poner fin al «dominio total» de Estados Unidos en la arena internacional

Negociaciones con Kiev

Entre los temas comentados este martes por Putin se encontraban también las complejas negociaciones entre Rusia y Ucrania, que comenzaron el 28 de febrero y se estancaron tras varias rondas de reuniones presenciales y virtuales. «La delegación ucraniana ha dado marcha atrás a los acuerdos de Estambul», dijo Putin, en alusión a las conversaciones sostenidas entre los negociadores en la ciudad turca el 29 de marzo. Según el jefe de Estado ruso, ahora los asuntos han sido divididos en dos grupos. «Las garantías de seguridad [para Ucrania], por un lado; y los asuntos relacionados con Crimea, Sebastopol y el Dombás, al margen de ello», indicó. Putin aseguró que el lunes le comunicaron nuevas variaciones. «Aún desconozco los cambios, pero esa falta de coherencia sobre los puntos fundamentales crea dificultades a la hora de alcanzar acuerdos definitivos», apostilló el líder ruso.

«Somos una sola patria, aunque vivamos en dos Estados», dice Lukashenko

Desde el inicio del ataque a Ucrania el pasado 24 de febrero, Vladimir Putin mide escrupulosamente sus apariciones en público, que se han reducido al mínimo por motivos de seguridad. La comparecencia de este martes, además de como plataforma para lanzar su alocución sobre la guerra, sirvió para escenificar la unidad entre el presidente ruso y su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko. Minsk, además de ser el principal aliado de Moscú, puso su territorio a disposición de las tropas del Kremlin para la invasión del norte de Ucrania, e incluso se ha llegado a especular con la posibilidad de que el Ejército bielorruso participe directamente en la guerra, algo que por ahora no se ha producido.

«A pesar de la llamada presión externa, nuestras relaciones en la esfera del ámbito económico se están desarrollando con éxito», puso de relieve Putin antes de su conversación con Lukashenko.

El presidente ruso señaló que los indicadores económicos de la relación comercial entre ambos países son «muy buenos» y que el volumen de negocio entre Rusia y Bielorrusia superó el año pasado los 38.000 millones de euros.

En esa misma línea se expresó también Lukashenko, quien apoyó la propuesta del jefe del Kremlin para desarrollar e incentivar la carrera espacial, no solo para fortalecer la unidad entre ambos socios, sino también contrarrestar las presiones externas. «Nuestra patria es una sola, aunque vivamos en dos Estados. A diferencia de algunas repúblicas, hemos preservado esta unidad», enfatizó Lukashenko.

Zelenski denuncia «cientos de violaciones» de niñas y mujeres en las zonas ocupadas por el Ejército ruso

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, acusó este martes a los soldados rusos de perpetrar «torturas brutales» a la población civil ucraniana, entre las que mencionó «cientos de violaciones».

En una intervención ante el Parlamento de Lituania recogida por Europa Press, Zelenski subrayó que «casi todos los días» se encuentran nuevas fosas comunes en las áreas donde las fuerzas ucranianas han conseguido expulsar a las tropas rusas de su territorio.

«Miles de víctimas, cientos de casos de tortura brutal. Todavía se encuentran cadáveres en alcantarillas y sótanos. Cuerpos atados y mutilados. Cientos de huérfanos, por lo menos cientos de niños, porque aún no sabemos el número exacto de víctimas», denunció el mandatario ucraniano.

En cuanto a los «cientos de violaciones», detalló que «incluso niñas menores de edad, niños muy pequeños y hasta bebés» han sido víctimas de estos actos, según informó la agencia de noticias ucraniana Ukrinform.

«Este es el Ejército ruso, el ‘defensor de los niños’. Esta es la ‘operación especial’ planteada en Moscú. Esta es la historia de la lucha por la ‘paz rusa’», recalcó el presidente ucraniano, remarcando que las autoridades locales continúan registrando e investigando los posibles crímenes de guerra cometidos en su territorio.

La defensora del pueblo de Ucrania, Liudmila Denisova, declaró el lunes a la BBC que los rusos tenían en un sótano ubicado en Bucha a 25 niñas y mujeres —de entre 14 y 24 años— que eran constantemente violadas. Nueve de ellas están actualmente embarazadas. «Los soldados rusos les dijeron que las violarían de tal manera que no querrían tener relaciones sexuales con ningún hombre, para evitar que tengan hijos ucranianos», explicó Denisova.