Uno de cada diez niños con la nueva hepatitis necesita recibir un trasplante

Gabriela Consuegra
Gabriela Consuegra REDACCIÓN / LA VOZ

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España es el segundo país con más niños afectados, un total de 13.
España es el segundo país con más niños afectados, un total de 13. iStock

La enfermedad se extiende desde Israel hasta EE.UU. y ya suma 190 casos. Las investigaciones apuntan al adenovirus F41 como la causa más probable

27 abr 2022 . Actualizado a las 18:16 h.

El Centro Europeo de Prevención de Enfermedades (ECDC) compartió ayer su último balance sobre el estado de las de infecciones de hepatitis infantil con origen desconocido. Ya son 190 casos contabilizados alrededor del mundo. Desde Israel hasta Estados Unidos y la UE pasando también por Japón, que estudia un caso sospechoso. Pero el organismo advierte: es una aproximación que probablemente esté muy por debajo de los casos reales, porque hay muchos pendientes de verificación.

Andrea Ammon, la directora del ECDC, explicó que hay investigaciones en proceso en todos los países afectados para intentar determinar cuál es la causa del brote. No hay resultados concluyentes, aunque el adenovirus F41 encabeza la lista de hipótesis. Lo que sí pueden confirmar de momento es que no tiene relación con los otros tipos de hepatitis más usuales —de la A a la E—. También descartan que tenga conexión ni asociación con viajar a algún punto geográfico, como ocurre con otras enfermedades como la malaria.

Se sabe más sobre las consecuencias de contraer la infección. Ammon se refería a un alto porcentaje de cuadros de hepatitis severa, así como a muchos casos de niños que desarrollaron un fallo en el hígado y requirieron un trasplante. Partiendo de los últimos datos disponibles, que daban cuenta de 17 intervenciones, uno de cada diez niños que se enfermen con esta hepatitis van a necesitar ser trasplantados. Son cerca del 10 %. «Esto indica cuan seria es esta condición» aseguró Ammon.

Síntomas

La directora del ECDC recalcó que dentro de la sintomatología recurrente que han observado en los niños enfermos, además del color amarillo en la piel y los ojos, destacan los vómitos y los síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, diarrea, gases, etc.). Precisamente este último es un factor que hace que cobre fuerza la teoría de que el adenovirus puede estar detrás de la enfermedad, ya que el cuadro clínico sería compatible. Según afirmó la directora del ECDC, hacía ahí apuntan varias investigaciones, aunque recalcó que no está comprobado hasta el momento. «Las investigaciones están en proceso, pero sigue siendo de origen desconocido», señaló la directora del centro.

Pero en ese caso, si se confirma que el adenovirus es el origen de la infección, la pregunta sería ¿cómo una familia de virus tan común y conocida ha logrado poner en jaque al mundo? Para situarnos: es el responsable de los resfriados y las conjuntivitis, aunque también de algunas enfermedades respiratorias más graves como la bronquiolitis y la neumonía. Será difícil saber qué ha sucedido e incluso desde cuándo, porque no hay vigilancia epidemiológica rutinaria en torno al adenovirus, de manera que no se puede saber cuántos casos hubo antes de este brote, en caso de que los hubiera. No obstante, Ammon recalcó que una enfermedad con estas características no habría pasado desapercibida.

Capacidad para detectar casos

Hasta el momento, no se sabe mucho más que esto. El ECDC ha provisto a los hospitales europeos con un protocolo de vigilancia y una definición de los casos que debe ayudar al diagnóstico de los mismos. Este jueves el organismo hará público un nuevo informe con datos actualizados y una recopilación de los datos recabados por los investigadores hasta la fecha, «aunque no es mucho todavía, porque los estudios están en curso».

«Basándonos en las hipótesis que tenemos, también esperamos hacer una actualización sobre lo que se puede hacer al respecto en este momento, aunque es difícil por la cantidad de incógnitas», señaló Ammon.