¿Y si las autovías y autopistas vuelven a ponerse a 110?

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

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7 de marzo del 2011. Ese día se cambiaron las señales de 120 por las de 110 en todas las autovías y autopistas de España.
7 de marzo del 2011. Ese día se cambiaron las señales de 120 por las de 110 en todas las autovías y autopistas de España. OSCAR CELA

En el 2011 se bajó el límite máximo de velocidad durante cuatro meses. Hubo menos gasto, menos multas y menos accidentes

12 may 2022 . Actualizado a las 09:41 h.

Reducir en 10 kilómetros por hora la velocidad en autovías y autopistas figura en el listado de recomendaciones que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha presentado para disminuir el gasto energético. Es una medida asociada al fomento de una conducción más eficiente en general, al refuerzo del transporte público y al aumento de vehículos eléctricos, a lo que se suma un menor uso de la calefacción y la vuelta al teletrabajo. Por ahora son solo recomendaciones, pero el Gobierno español trabaja en la elaboración de un plan de ahorro y eficiencia energética en los edificios, vehículos y recursos de la Administración General del Estado.

Está previsto que ese plan, que será aprobado la próxima semana, sume algunas de las recomendaciones de la Agencia Internacional de la Energía dirigidas a los ciudadanos. «Estamos trabajando en términos de recomendaciones para que los ciudadanos puedan contribuir a reducir el consumo, no estamos trabajando en legislación dura», aclaró la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. La ministra admitió que son medidas que ya están encima de la mesa: «Pensemos que ya lo hicimos en el pasado. En otro momento de tensión, no hace tantos años, se planteó incluso la reducción de la velocidad, que es una de las recomendaciones que introduce de nuevo la Agencia Internacional de la Energía en sus propuestas».

¿Cuándo se redujo la velocidad en las autovías y autopistas?

El momento de tensión «del pasado» al que se refiere la ministra Ribera se produjo en el año 2011. Ante una profunda crisis energética, el Gobierno de Zapatero decidió reducir la velocidad en las autovías y autopistas, lo que supuso un importante ahorro desde el punto de vista energético, pero también sirvió para calmar el tráfico y reducir el número de accidentes en las autovías y autopistas. Como ahora, ya estaba Pere Navarro dirigiendo el tráfico, en su primera etapa al frente de la DGT. «Bajando un poco la velocidad podemos reducir la factura energética sin grandes esfuerzos», argumentaba entonces.

¿Cuánto tiempo estuvo vigente la limitación de velocidad a 110?

El 7 de marzo del 2011 entraba en vigor el decreto que reducía de 120 a 110 kilómetros por hora el límite máximo de velocidad en las autovías y autopistas. La madrugada de ese día histórico centenares de operarios de los servicios de mantenimiento cambiaban las señales de las vías de alta capacidad. Ese límite, que afectaba a turismos y motocicletas, porque son los vehículos que pueden circular a la velocidad máxima, estuvo vigente cuatro meses. El 1 de julio, un viernes, las autovías y autopistas regresaron al 120, coincidiendo con el arranque de la primera gran operación salida de aquel verano.

¿Qué beneficios supuso aquella medida de ahorro energético?

La reducción de la velocidad máxima a 110 kilómetros por hora durante cuatro meses permitió a España ahorrar 450 millones de euros, según datos que aportó el entonces vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.

¿Hubo menos accidentes durante la reducción de la velocidad máxima?

Sí. En los primeros seis meses de aquel 2011, en el que se incluye el período de marzo a julio, hubo 90 muertos menos en el conjunto de las carreteras españolas. También hubo menos excesos de velocidad y menos multas, lo que se reflejó ya en la primera semana del límite a 110.

¿Influirá en la seguridad vial una nueva reducción?

La reducción de la velocidad suele implicar un descenso de la siniestralidad. Pero hay que tener en cuenta que no es en las autovías y autopistas donde está el problema. Casi el 90 % de los accidentes graves se producen en las carreteras convencionales, por lo que una nueva reducción del límite de velocidad apenas tendría reflejo en la seguridad vial, al menos en Galicia.