Yolanda Vega, la candidata de origen español que se presenta a las elecciones de Australia

rocío otoya SÍDNEY / EFE

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Yolanda Vega, rodeada de colaboradores y simpatizantes
Yolanda Vega, rodeada de colaboradores y simpatizantes Sídney | EFE

La aspirante, que llegó al país en 1971 huyendo de la dictadura, defiende una agenda feminista y a favor de las minorías

20 may 2022 . Actualizado a las 08:45 h.

Con una agenda feminista y en favor de las minorías, la inmigrante Yolanda Vega busca hacer historia convirtiéndose en la primera persona de origen español en el Legislativo de Camberra, si logra ganar un escaño en los comicios generales de Australia del 21 de mayo.

Vega, madrileña de 56 años, que llegó a Australia en 1971 junto a sus dos hermanas y sus padres huyendo de la dictadura de Franco, es la número uno en la lista de candidatos de la región de Victoria para el Senado del minoritario Partido Reason y aboga por que las leyes reflejen «la multiculturalidad de Australia», país donde un 30 % de los 25 millones de pobladores han nacido en el extranjero, aunque su Parlamento tiene menos del 5 % de legisladores de origen no europeo.

Aunque tuvo que renunciar a su ciudadanía española para poder aspirar a un escaño, como establece la Constitución del país, asegura que a España la lleva «en el corazón».

El lugar que le espera si ganase es un Parlamento en donde las mujeres representan un 31 % de los miembros de la Cámara de Diputados y un 53 % de los del Senado de Australia. Vega, que es académica y ha trabajado como consultora, aspira a un escaño en la Cámara Alta.

Personas como ella siguen luchando por hacerse un lugar en una institución que, según un estudio publicado este mes por Plan International Australia, es percibida por un 60 % de las mujeres como un lugar inseguro para trabajar. «Pasando por un grupo de hombres, que te cojan el culo [es algo que] no me va a sorprender porque ya lo he vivido en el Parlamento», detalló Vega al recordar que en los 15 años en los que ha visitado el Parlamento como activista o consultora ha sufrido este tipo de situaciones, que quiere erradicar.

Parte de la propuesta de Vega, quien ha representado a Australia en la primera cumbre económica de mujeres del APEC, se apoya en su doctorado sobre la implementación de leyes internacionales para frenar el abuso y diseñar políticas en Australia, donde un 39 % de mujeres han reportado acoso sexual en el trabajo.

«Hay una cultura machista en el Parlamento y además no es multicultural», se quejó la académica, aplaudiendo la nueva generación de mujeres como Brittany Higgins, quien denunció haber sido violada en una oficina del Parlamento australiano en el 2019 por un excolega del Partido Liberal y motivó a otras a seguir sus pasos.

Mujeres por el cambio climático

Vega, como muchas candidatas independientes y de partidos minoritarios, busca entrar al Legislativo para promover reformas que afecten desde las políticas para reducir la brecha salarial de género hasta la mitigación del cambio climático en Australia.

El país oceánico fue calificado como uno de los peores respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero, las energías renovables, el consumo energético y las políticas climáticas de acuerdo al Índice de Actuación sobre Cambio Climático del 2021 elaborado por Germanwatch.

La también fundadora y directora ejecutiva de la Cámara de Comercio e Industria de Mujeres en el 2019 y exconsultora gubernamental para la pequeña empresa, quiere echar mano de esa experiencia para tender puentes con España y llevar nuevamente a Australia proyectos de desalinización y de energía eólica que ayuden a proteger el planeta.

«Lo que haría es abrir las puertas de nuevo porque Australia y España han tenido relaciones increíblemente buenas durante muchísimas décadas y me gustaría de nuevo ver cómo podemos trabajar juntos», precisó Vega.

También quiere abrir las puertas a la migración cualificada porque considera que Australia necesita «más gente para trabajar en muchísimas partes» de la industria, como por ejemplo en la manufactura, según comentó esta candidata al Senado australiano, en donde en los últimos años los gobiernos han tenido que negociar los votos para sacar adelante sus propuestas.