El veto afectará al petróleo que llega por mar, pero no al que compra Hungría
31 may 2022 . Actualizado a las 00:47 h.Los líderes de la Unión Europea (UE) han alcanzado un acuerdo esta medianoche en Bruselas para dar luz verde al sexto paquete de sanciones a Rusia, en represalia por la invasión de Ucrania. Un castigo que incluirá el veto a las compras de petróleo procedentes de ese país. Eso sí, la prohibición será parcial.
Se aplicará en dos fases. Primero cortando hacia final de año las importaciones por barco, que suponen más de dos tercios del total que viaja desde Rusia a la UE -hasta el 90 %, según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen-, y dejando para más adelante las restricciones al hidrocarburo que fluye a través de tuberías. «Dejar fuera los oleoductos no está mal, es un buen enfoque», celebró el primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien se negó a bloquear el acuerdo hasta el filo de la madrugada, cuando la UE cedió a sus demandas de concederle una «excepción».
¿Por qué? Hungría, al igual que República Checa y Eslovaquia exigieron garantías de acceso al crudo ruso aunque el oleoducto del Druhba, el más largo del mundo, sufra daños. Sus tuberías transportan y suministran petróleo a Hungría, Eslovaquia y República Checa. Aunque la megaconstrucción también llega a Ucrania, Bielorrusia, Polonia, Austria y Alemania.
La UE ha accedido porque, sin su visto bueno, tampoco se podría haber autorizado tampoco la desconexión del mayor banco ruso, Sberbank, del sistema de mensajería internacional Swift, un movimiento que dejará al sistema financiero ruso fuera de juego. El banco no podrá realizar movimientos u operaciones con prácticamente ninguna entidad occidental, dificultando el acceso del banco central ruso y, por ende, el Estado al dinero que necesita para seguir financiando la guerra en Ucrania.
Antes de la invasión, la Unión compraba a Rusia casi el 30 % del hidrocarburo que consumen sus países, pero ese porcentaje se ha reducido sustancialmente después de que muchas cancillerías hayan apurado acuerdos con proveedores alternativos.
El paquete de sanciones también prevé ampliar el listado de personas castigadas por colaborar con el Kremlin, incluidos el jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, el patriarca Kirill, y al coronel Azatbet Omurbekov, conocido como «el carnicero de Bucha», entre otros.
Las negociaciones en la capital comunitaria han tenido lugar en medio de las protestas ciudadanas para exigir que se paralicen las compras de petróleo de inmediato.
Hay que recordar que el veto al carbón ruso ni siquiera ha entrado en vigor todavía. Habrá que esperar al mes de agosto, cuando expira la prórroga que logró pactar Alemania con el resto de sus socios. Un balón de oxígeno para buscar proveedores alternativos.
Dinamarca se niega a pagar en rublos
Mientras se pone el broche al sexto paquete de sanciones a Rusia, continúan los problemas con los pagos del gas. Dinamarca podría sumarse a la lista de países que, tras Bulgaria, Polonia y Finlandia, sufran una interrupción del suministro de gas después de que la compañía energética Orsted haya informado este lunes de su negativa a pagar en rublos, tal y como exige el Gobierno de Vladimir Putin. Hacerlo supondría violar las sanciones impuestas por la UE, que no permite financiar de ninguna manera, ni directa ni indirecta, al Estado ruso. Las operaciones bancarias para cambiar los euros o dólares por rublos facilitarían a su banco central mantener la inyección de dinero al Gobierno por la puerta de atrás y sufragar así la guerra en Ucrania.
¿Cuándo se puede producir el corte? Este mismo miércoles, cuando expira el plazo dado por el gigante ruso del gas, Gazprom, para pagar el hidrocarburo en rublos: «Gazprom Export sigue exigiendo que Orsted pague el suministro de gas en rublos. No tenemos ninguna obligación legal según el contrato de hacerlo, y hemos informado repetidamente a Gazprom Export que no lo haremos. La fecha límite de pago es el 31 de mayo y Orsted seguirá pagando en euros», ha detallado la empresa danesa en un comunicado, recogido por Europa Press.
Al no existir un gasoducto directo entre Dinamarca y Rusia, Moscú no podrá cortar de forma directa el suministro, pero sí obligará a Copenhague a adquirir casi totalmente el gas en el mercado europeo. Orsted ha señalado que llevan tiempo preparándose para este «escenario», así que no tendría mayores complicaciones. «Orsted tiene capacidad de almacenamiento en Dinamarca y Alemania, y actualmente estamos llenando estas instalaciones de almacenamiento para garantizar el suministro de gas a nuestros clientes y contribuir a la seguridad del suministro del mercado», ha incidido la empresa energética danesa.
