Claves para entender la decisión del BCE

M. MORA REDACCIÓN / LA VOZ

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DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

¿Qué significa reinvertir los vencimientos o evitar la fragmentación financiera?

15 jun 2022 . Actualizado a las 17:50 h.

Crucial y urgente reunión la que mantenía esta mañana el consejo de gobierno del BCE. La decisión: flexibilizar el compromiso de reinvertir los vencimientos de deuda y acelerar la creación de un nuevo mecanismo frente a la fragmentación financiera.

Traducido el siempre complicado lenguaje de los baqueros centrales: la entidad ha estado largo tiempo comprando deuda pública de los distintos países que componen el euro. Tanto que se ha gastado 1,7 billones de euros. Los correspondientes al programa extraordinario antipandemia (PEPP), que finalizó en marzo. A los que habría que sumar los más de 3,2 billones del programa ordinario de compras (APP), iniciado en el 2014 y al que le quedan 15 días de vida. Ahora ya no va a adquirir más bonos. Pero sí va a reinvertir el dinero de los vencimientos. Es decir, el importe que reciba de vuelta cuando expiren esos bonos. Cuando los países le devuelvan el dinero que les ha prestado. Además, durante el tiempo que sea necesario.

Que el destino de los correspondientes al APP era ese, ya se sabía. En ese caso, los tiene que reinvertir, sí o sí, en lo que compró. Esto es, si adquirió bonos alemanes, tiene que comprar otra vez bonos alemanes. No le queda otra.

El corsé del PEPP, sin embargo, no le aprieta tanto. A saber: cada país tiene una parte del capital del BCE y, a la hora de comprar deuda de un Estado, la entidad solo puede adquirir, como mucho, una cuantía equivalente a ese peso. Pues bien, con el PEPP, tenía las manos más o menos libres para saltarse esos límites.

Traducido otra vez: con el programa PEPP el organismo que preside Christine Lagarde pudo echarle abiertamente un capote a las deudas italiana y española. Ahora podrá hacerlo también con la reinversión de los vencimientos. Y, ¿en qué consiste esa flexibilidad de la que habla el BCE? No lo han precisado. Par disgusto de los inversores, claro. ¿Será suficiente? Hay serias dudas al respecto.

De ahí, la segunda parte de la maniobra: lo de «un nuevo mecanismo frente a la fragmentación financiera». Y ¿qué es eso de la fragmentación financiera? De lo que se trata en última instancia es de evitar que entre la rentabilidad que tiene que ofrecer un país para que los inversores le compren los bonos y la que le basta a otro, no medie un abismo como ocurrió durante la última crisis de deuda, que a punto estuvo de acabar con el euro. Esto es, evitar que las primas de riesgo se disparen. Y ¿qué es la prima de riesgo? Pues la recompensa (de ahí lo de prima) que hay que darle a alguien para que coloque su dinero en un activo con riesgo en lugar de hacerlo en uno más seguro. El riesgo, ya se sabe, hay que pagarlo. En nuestro caso, y hablando de deuda, lo que España tiene que ofrecerle a un inversor para que le preste dinero, en lugar de prestárselo a la siempre fiable Alemania comprando bonos germanos.

¿En qué consistirá ese mecanismo? Tampoco lo han precisado. Para disgusto inversor, también.