Cae otra parte del viaducto de la A-6 entre Galicia y León

André S. Zapata / Uxía Carrera / Suso Varela / Pablo González LA VOZ / LUGO, REDACCIÓN

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Carlos Castro

A media tarde se derrumbó otro vano en el mismo puente de O Castro, cerrado al tráfico. El Ministerio de Transportes ya maneja la posibilidad de demoler el puente por completo

17 jun 2022 . Actualizado a las 10:37 h.

El viaducto de O Castro de la A-6, entre Galicia y León, sufrió ayer por la tarde un nuevo desprendimiento, apenas nueve días después de que se derrumbara otro vano de unos 50 metros. A media tarde de este jueves se vino abajo otro trecho de una longitud semejante en el mismo puente afectado, por donde discurren los dos carriles en dirección Galicia. Se trata de un vano que no está pegado al que cayó la pasada semana, sino que todavía queda uno en pie de por medio, cuyos pilares están visiblemente afectados. El viaducto se encuentra en la provincia de León a apenas unos metros de su entrada a Galicia, en Pedrafita do Cebreiro

El Ministerio de Transportes había anunciado hace unos días que antes de reabrir el tráfico en el puente situado al lado -que es el de dirección Madrid, y que también está cerrado a la circulación- tendrían que tirar uno de los vanos pegado al que se derrumbó hace unos días. Sin embargo, no es el que se desplomó este viernes, pues es el más próximo al estribo, al inicio del viaducto. 

Fuentes del ministerio explicaron que no se produjeron heridos con el nuevo derrumbe, pero constataron que el nuevo suceso trastoca todos los planes, entre ellos una posible reconstrucción del viaducto afectado. «Ahora mismo la hipótesis de trabajo ya pasa por la demolición completa», aseguraron, aunque están a la espera de los informes de los técnicos que están sobre el terreno.

El departamento que dirige Raquel Sánchez, en una reunión celebrada el jueves, trazó una primera hoja de ruta de actuaciones que se ha visto totalmente trastocada por el nuevo derrumbe. «Está más claro ahora que tenemos que actuar con mucha prudencia, y reforzar aún más la inspección del viaducto paralelo para comprobar si es seguro para soportar la circulación», explicaron las mismas fuentes. El pasado miércoles, el delegado del Gobierno, José Miñones, explicó que la intención era priorizar las inspecciones en el viaducto que está intacto para reabrirlo a la circulación «cuanto antes». Pero esta previsión también hay que ponerla ahora en cuarentena.

Detalle de la parte hundida este jueves.
Detalle de la parte hundida este jueves. Carlos Castro

Las primeras hipótesis

La primera explicación del derrumbe, a falta de los estudios pertinentes, parte de la base de que la estructura de fuerzas del viaducto cambiaron con el primer derrumbe, condenando al resto de la estructura. Pero siguen pensando que los dos colapsos sucesivos obedecen a una explicación «multifactorial» de la que todavía no tienen todas las claves. No creen que las obras de refuerzo que se estaban ejecutando fueran el único detonante, aunque ahora no descartan que esos trabajos tuvieran algún papel en la evidente debilidad estructural del viaducto.

Varios miembros del BNG de Lugo presenciaron el derrumbe. Entre ellos, Rubén Arroxo, teniente de alcalde de Lugo, que explicó a La Voz que, a pesar de que él no vio caer la autovía en directo, «uns compañeiros vírono en persoa, aínda que xa o viñan escoitando cando ían no coche». «O que quedou en pé entre os dous está para caer tamén», añade el político. «Parece que se o tocas cun dedo xa vai abaixo», termina.

«Vin unha gran polvareda e non sabía o que era, pero cando me acheguei xa me din conta de que caera outro vano»

Uno de los militantes del BNG que vio el suceso en directo fue Adrián Rebollal. Miembro del partido en Pedrafita do Cebreiro, se encontraba en la vía que está justo en frente de la A-6, cerca del propio pueblo de O Castro, cuando sintió un «ruído tremendísimo». Según cuenta, «eu estaba alí esperando polos compañeiros, porque xusto íamos dar unha rolda de prensa para pedir o arranxo e apertura do viaduto que aínda está en pé, cando sentín o estrondo procedente da autovía. Vin unha gran polvareda e non sabía o que era, pero cando me acheguei xa me din conta de que caera outro vano do viaduto».

El lucense comenta que sucedió poco después de las 18.30 horas, ya que justamente había fotografiado el puente a las 18.29 horas, y todavía tenía ese vano en pie. A las 18.35 horas, sacó otra instantánea, ya sin ese tramo. «Xusto pasaban un par de camións cando sentín o ruído, pero cando me puiden acercar a un lugar con maior visibilidade xa vin toda a polvareda», añade el joven.

Por último, Rebollal explica que, en el momento de la caída de este segundo vano, «había tres ou catro operarios no viaduto, uns metros máis hacia o sur, en sentido León». No resultaron heridos, ya que estaban en el vano inmediatamente posterior, que ya no forma parte del viaducto. Pronto, llegaron los empleados de mantenimiento.

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se refirió por primera vez a la situación en la A-6 en su cuenta de Twitter: «Se ha producido el derrumbe de otro vano en el viaducto del Castro [A-6], en Vega de Valcarce, León. No hay que lamentar víctimas. La estructura, en obras y cerrada al tráfico desde hace un año, ya sufrió el derrumbe de uno de sus elementos el pasado día 7».

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda,  reclamó al Ejecutivo información sobre el derrumbe del viaducto 6 antes de que se produjera el segundo colapso. Rueda recordó que «seguen pasando días» sin que se les comunique el motivo del incidente, y señaló que hay infraestructuras construidas con un método similar en la red de carreteras de Galicia. El presidente insistió en que «cada día estamos máis preocupados» y reiteró que sería necesaria conformar un grupo de trabajo con el Gobierno con presencia de técnicos de la Xunta para analizar lo ocurrido. También lamentó que carecen de información sobre posibles alternativas al viaducto o de plazos para su reconstrucción.

Segundo desprendimiento en nueve días

Hace nueve días que el viaducto de la A-6 sufrió su primer desprendimiento. El puente llevaba un año cerrado al tráfico por obras de mejora, que el Gobierno había calificado como urgentes, y, de un momento para otro, uno de los vanos se desplomó. En el lugar había personal de mantenimientos de carretera trabajando pero no hubo daños personales. Ese mismo día se cerró también al tráfico el puente situado al lado que discurre en dirección Madrid. El Ministerio de Transportes explicó al día siguiente que desconocían las causas del derrumbe, ya que no estaban relacionadas con los fallos que el equipo técnico había detectado previamente. «Se produjo un colapso sin precedentes en la red viaria española», así resumieron el suceso. Desde entonces, el Gobierno trabaja con la prioridad de mantener la seguridad viaria en la zona y esclarecer cuando antes las causas del derrumbe.