Zelenski se niega a ceder el sur de Ucrania a Rusia

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

UKRAINIAN PRESIDENTIAL PRESS SER | REUTERS

El secretario general de la OTAN advierte de que la guerra puede durar años

20 jun 2022 . Actualizado a las 09:17 h.

Después de visitar el sábado el frente en las regiones meridionales de Mykolaiv y Odesa, bañadas por el mar Negro, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, proclamó ayer: «El sur no se lo daremos nadie. Lo recuperaremos todo y el mar será ucraniano y seguro». «Rusia no tiene tantos misiles como ganas de vivir tiene nuestra gente», comentó.

Zelenski también aludió al bloqueo de unos 70 barcos mercantes en los puertos ucranianos. Aseguró que solo «la mediación internacional» garantizará un tránsito marítimo seguro, en alusión a las propuestas rusas de garantizar un corredor si Kiev desmina la zona. Aseguró que «Ucrania hará todo lo posible para contrarrestar la crisis alimentaria creada por la guerra rusa en Asia, África y la mayoría de países en Europa». En ese sentido, las tropas ucranianas han logrado estos días en el sur los mayores progresos desde que el Ejército ruso abriera el corredor terrestre entre el Dombás y la anexionada península de Crimea a través de las regiones de Zaporiyia y Jersón.

El alcalde de la ciudad de Melitópol (Zaporiyia), Iván Fedorov, destacó ayer que las tropas ucranianas avanzaron «más de 10 kilómetros» hacia esa ciudad. «También han progresado notablemente y ya se encuentran en los límites de Jersón. Estoy seguro de que en las próximas semanas la ciudad será liberada», añadió.

 Resisten en Azot

Los civiles y combatientes ucranianos atrincherados en la planta química de Azot, en la ciudad de Severodonetsk, resisten a duras penas el bombardeo del Ejército ruso, pero rechazan, por el momento, las demandas de rendirse o deponer las armas. «Les hemos propuesto muchas veces (a los civiles) ser evacuados, pero no quieren», aseguró Serhiy Gaidai, gobernador de la región de Lugansk, según la agencia Unian.

Gaidai estimó en 568 el número de civiles refugiados en la planta, entre ellos 38 niños. Se trata de los trabajadores, sus familias y algunos vecinos de Severodonetsk que se niegan a marcharse a toda costa. «Salir, ahora, es imposible. Físicamente, es posible, pero es muy peligroso debido a los constantes disparos y bombardeos. Si alguien sale, tiene un 99 % de posibilidades de morir», dijo el funcionario.

Mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró el viernes que no quiere convertir las ciudades conquistadas en el Dombás «en una especie de Stalingrado», Kiev acusa a Moscú de transformar Severodonetsk y sus alrededores en una segunda Mariúpol por la intensidad de los bombardeos. 

Alto precio de una guerra larga

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió de que es preciso estar preparados para que la guerra dure posiblemente «años», según dijo en una entrevista al diario alemán Bild. Aunque los costes para Europa sean altos, señaló en referencia a la subida de precios de energía y el apoyo militar a Kiev, sería todavía más «caro» dejar que Rusia saque la lección de que puede seguir por el mismo camino, igual que tras la anexión de Crimea en el 2014.

Stoltenberg admitió que la lucha por el Dombás adquiere por parte de Rusia un cariz cada vez más «brutal», pero indicó que los soldados ucranianos luchan con «valor» y que «con más armas modernas» aumenta la posibilidad de que puedan expulsar al enemigo también del este del país.