Fátima Pego, cantante de la Orquesta Panorama: «Hay muchas ganas de diversión»

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Con decenas de miles de seguidores en Instagram y convocando a muchedumbres en cada verbena, confiesa su timidez y lo feliz que se siente ayudando a sus padres a sembrar patatas

03 jul 2022 . Actualizado a las 16:36 h.

Concita multitudes. En Boiro, en Torrelavega y en Cornellá. Multiplica por siete los seguidores en Instagram que tiene Rueda y, en la distancia corta, es un encanto. Fátima Pego (Brión, 1986) es la cantante de la Orquesta Panorama. Y con eso está dicho todo.

—Están ya a tope de trabajo.

—Sí, estamos ya en plena gira. Nos quedan muy poquitos días libres y mucha gira por delante.

—Dicho así, suena agotador.

—No, no. Yo, como dice el Cholo, voy partido a partido. No me fijo mucho en lo que me queda. Solo en disfrutar de lo que viene. Si pienso que en los próximos tres meses solo voy a librar cinco días... no es muy animoso. Pero es algo que nos gusta y hay que llevarlo de la mejor manera.

—Están trabajando mucho fuera de Galicia, ¿no?

—Estamos fuera, pero no más que otros años. Al principio de gira siempre se hace una salida por España. En julio vamos a estar prácticamente todos los días en Galicia.

—¿Cada vez tienen más demanda fuera?

—Yo diría que sí. Se va corriendo la voz. Aunque hay que mirar la viabilidad de esas giras, que no sea inasumible.

—¿Notan este año más ganas de fiesta? Por las que no se celebraron durante la pandemia, quizás.

—Totalmente. Y lo veo lógico. Dos años metidos en casa, en el momento en que se abre la veda, la gente está ansiosa y con ganas de pasárselo bien. Para nosotros eso también es muy motivador. Hay muchs ganas de diversión.

—A usted le gusta cantar desde pequeña. ¿Ya cantaba en las reuniones familiares?

—No, no. Yo participaba en festivales y en algún programa de la tele. Es que yo soy una persona supertímida y, fuera de contexto, me da bastante apuro ponerme a cantar.

—Pues para ser tan tímida, escogió una profesión muy poco discreta.

—Es más habitual de lo que se podría pensar. Hay muchos cantantes, actores, que si los sacas del contexto profesional se muestran muy tímidos.

—Su carrera en las orquestas ha ido de menos a más.

—Sí. Palladium fue mi escuela y he tenido la suerte de ir a parar a orquestas en las que disfruté mucho en el escenario, con muchos seguidores. En esta profesión he probado lo más humilde para terminar en lo más alto.

—Está en el Real Madrid de las orquestas.

—Bueno, depende de con quien se hable. Otros dirán que estoy en el Barcelona.

—También estuvo en la París de Noia.

—Sí, sí, estuve en las mejores.

—Pues siguiendo el símil futbolístico, no hay muchos que puedan decir que jugaron en el Real Madrid y en el Barcelona.

—No, ja, ja. Yo siempre digo que me hice un Figo.

—Ja, ja. Pero sin tanto dinero, supongo.

—No. Eso se lo aseguro.

—Esta profesión tiene cosas muy bonitas pero ¿qué diría que es lo peor?

—Estar fuera de tu casa, a lo mejor en momentos familiares importantes.

—¿Tiene hijos?

—No. Pero tengo un perro que es dependiente y por eso me da mucha lastimilla estar fuera.Necesita muchos cuidados para vivir, que tiene que asumir otra persona cuando estoy fuera. Está en silla de ruedas.

—Sobre el escenario, ¿cuál es la pieza que nunca falla?

—Hay muchas. Esta temporada quizás la de Pepas, de Farruko. Es de las más coreadas.

—¿Y en qué zona se anima más la gente?

—No sabría decir. A veces influye el clima, el día de la semana... No hay nada que marque un público que lo distinga de otro. A veces se dice que en el norte son menos animados, pero no es verdad.

—Su espectáculo dura tres horas.

—Sí, aunque en Galicia solemos dividirlo en dos pases. Pero para nosotros, como ya estamos a tope de adrenalina, a veces es más fácil hacer las tres horas de un tirón.

—¿Qué toma, café?

—Yo soy de las que como bien, descanso lo mejor posible y bebo mucha agua.

—¿Y hay algún tema que le fastidie cantar?

—No. Los temas que se suelen repetir de un año para otro son los de la parte final, del rock y esos son los que me encantan. Igual en septiembre podría decir alguna, pero de momento, no.

—Alguno le habrá contado que se enamoró en alguna verbena que usted protagonizó.

—Sí me lo han dicho. Hay historias emocionantes. Parejas en las que falta una persona y la otra viene a la verbena a recordar cómo se conocieron. Vienen y nos lo cuentan y es muy emocionante. Lloras hablando con la gente que te cuenta eso.

—Es bastante activa en Instagram. ¿Le dedica mucho tiempo?

—En su justa medida. Trato de organizarme para crear contenido y compartir algún ratito con mis seguidores. Es importante para mantener esa comunidad que se crea.

—Las redes sociales dan alegrías pero tambien disgustos.

—Hay casos. Pero yo no tengo pelos en la lengua. Si es necesario, les freno y punto. Tengo una comunidad supersana y por eso me siento cómoda con ellos.

—¿Celta o Deportivo?

—No es que me guste mucho el fútbol, pero me inclino más por el Celta.

—Defínase en cuatro palabras.

—Casera. Soy tímida y muy gallega en todo lo que abarca la palabra. Y amiga de mis amigos.

—¿Y en la cocina qué tal?

—Mal. Yo soy de mucho comer y poco cocinar. Se me da mal, no tengo paciencia y no me gusta. Afortunadamente, a mi pareja le gusta y se le da muy bien. Así que él cocina y yo friego los platos. Equipo perfecto.

—Si no se hubiera dedicado a esto, ¿qué le hubier gustado ser?

—Yo estudié comunicación audiovisual y estos dos últimos años de pandemia que no tuvimos actuaciones, me dediqué a la televisión. Mi otra pasión es la comunicación. Y si no, veterinaria, porque soy muy amante de los animales y de la naturaleza.

—¿En qué le gusta emplear el tiempo libre?

—Me gusta mucho disfrutar de mi aldea, de los animales, de la casa, de mi pareja, de mi perro. Ayudar a mis padres a plantar patatas... Ahí soy feliz. Me gusta salir con mis amgios, aunque no soy muy fiestera.

—Una canción.

I Surrender, de Cèline Dion.

—¿Lo más importante en la vida?

—Vivirla, que muchas veces se nos olvida que la vida es lo que tenemos ahora.