El IPC escala al 10,2 % y los gastos básicos ya suponen la mitad del presupuesto familiar

Sara Cabrero
Sara Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

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TOLGA AKMEN | EFE

La subida de carburantes y alimentos llevan a la inflación a su nivel más alto en 37 años

30 jun 2022 . Actualizado a las 08:08 h.

Desbocada, la inflación no da tregua a los bolsillos de las familias. Tampoco a los del Estado, que se ha visto obligado en estos meses a tirar de las arcas públicas para poner en marcha toda una serie de medidas que permitan contener la sangría que la subida de precios está provocando en la economía de todo el país. Este miércoles, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el dato adelantado del índice de precios de consumo (IPC). Lo hizo en el medio de la tempestad provocada esta semana por la salida de su presidente, Juan Manuel Rodríguez Poo, como consecuencia de sus desencuentros con el Gobierno de Sánchez a cuenta de la fórmula empleada por el organismo estadístico para calcular tanto el PIB como el IPC.

Con esa polvareda empañando los números, el INE desveló este miércoles que la inflación escaló en junio hasta 10,2 % —comparado con el mismo mes del año anterior—, su mayor nivel desde abril de 1985. Treinta y siete años hacía que no se veía un registro tan alto. El récord pulveriza las cifras de abril (8,3 %) y mayo (8,7 %). Y supera también a la del pasado mes de marzo —que se quedaba en un 9,8 %— y sobrepasa el listón de los dos dígitos.

Dos son los principales culpables. En primer lugar, la subida de que han experimentado los precios de los carburantes. Pero también tiene mucho que ver el encarecimiento de los alimentos. Llenar la despensa es ya un auténtico lujo para muchas familias. Desde el INE aseguran que, a la espera de que publique el dato definitivo el próximo 13 de julio con más detalles por componentes, también se ha producido un importante incremento en los precios de los hoteles, cafés y restaurantes. Todo sube.

Mucho han cambiado las cosas en solo un año. Hace doce meses, la inflación subyacente (que no tiene en cuenta la energía ni los alimentos frescos) se situaba en el 0,2 % (el IPC general, en el 2,7 %). En febrero, coincidiendo con el inicio de la guerra de Ucrania, este índice ya estaba en el 3 % y en mayo se aupaba hasta el 4,9 %. Y ahora avanza a velocidad de crucero. Porque en el sexto mes del año, la inflación subyacente se disparó hasta el 5,5 %, su tasa más alta desde agosto de 1993. Y la situación podía ser mucho peor. Al menos, a tenor de los datos que maneja el equipo de Pedro Sánchez. El sábado, tras el Consejo de Ministros en el que se aprobó el nuevo plan de choque, el presidente reconoció que sin las medidas de urgencia (entre ellas la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante) la inflación podría acabar yéndose hasta el 14 o el 15 %.

La mitad del presupuesto

Con esta escalada, los gastos básicos se comen el 50,2 % del presupuesto de los hogares españoles, según la encuesta de presupuestos familiares publicada también por el INE. Y eso, teniendo en cuenta la media de todo el conjunto del país. Porque hay algunos hogares en los que el esfuerzo es mucho mayor. Así, un 20 % de la población, aquella con menor gasto dedica un 64,3 % de sus ingresos a aquellas partidas relacionadas con vivienda, agua, electricidad, gas y alimentos. Lo básico para vivir. Pero tampoco son muy halagüeños los porcentajes referentes a las personas con más nivel de consumo. Porque este grupo destina casi el 42 % a estos productos.