El Gobierno peruano da otro salto al vacío al renunciar su primer ministro

La Voz / Agencias

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Congreso del Perú | EFE

El jefe del Estado, Pedro Castillo, aún no se ha pronunciado, pero podría rechazar la dimisión de Aníbal Torres al no ser una renuncia irrevocable

04 ago 2022 . Actualizado a las 15:27 h.

El Gobierno peruano mostró de nuevo sus costuras este miércoles con la renuncia de su primer ministro, Aníbal Torres, acerca de la que todavía no se ha pronunciado el mandatario Pedro Castillo, pese a ser el cuarto presidente del Consejo de Ministros que deja su cargo en un año.

Torres sorprendió a primera hora de la mañana al poner su cargo a disposición de Castillo a través de una carta que publicó en sus redes sociales y a la que todavía no ha respondido el jefe de Estado.

Al no ser una renuncia irrevocable, el gobernante tiene la posibilidad de rechazar la renuncia y, por tanto, tratar de hacer que el premier reconsidere su decisión.

No obstante, el jefe de Estado ha dejado transcurrir toda la jornada sin pronunciarse acerca del caso, lo que ha incrementado todos los rumores, mientras antiguos aliados y detractores afilan los cuchillos de la crítica.

«Por razones personales pongo a su disposición el cargo de presidente del Consejo de Ministros», reza la misiva de Torres dirigida a Castillo en la que le agradece «la confianza» depositada en él, primero como ministro de Justicia y luego como primer ministro.

Un primer ministro cargado de polémica

Torres, de 79 años, emergió en mayo del 2021 como figura política durante la segunda vuelta de las elecciones de su vecino de la localidad norteña de Chota, Pedro Castillo, cuando empezó a ejercer como asesor legal de su candidatura y luchó contra los argumentos fujimoristas, sin pruebas fehacientes de por medio, de que los comicios habían sido un fraude.

Su etapa al frente de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) ha estado marcada, como las de sus antecesores, por la inestabilidad y los constantes cambios de integrantes del gabinete.

Desde que asumió su cargo como primer ministro, el pasado 8 de febrero, Torres se ha visto envuelto en numerosas polémicas, algunas de ellas por su carácter deslenguado y duro, que le ha llevado a enfrentarse a detractores y prensa.

La más recordada de ellas se produjo en abril pasado, cuando se desplazó a la ciudad centro-andina de Huancayo para celebrar un Consejo de Ministros. Allí, aseguró que el dictador nazi Adolf Hitler convirtió a Alemania «en la primera potencia económica del mundo» al desarrollar las vías de comunicación y la infraestructura en su país.

«Italia, Alemania, eran igual que nosotros, pero en una oportunidad Adolfo Hitler visita el norte de Italia, y Mussolini le muestra una autopista construida desde Milán a Brescia. Hitler vio eso, fue a su país y lo llenó de autopistas, de aeropuertos, y convirtió a Alemania en la primera potencia económica del mundo», dijo Torres.

Ajeno a las críticas que le llegaron desde numerosos sectores políticos, diplomáticos y sociales, Torres mantuvo su tono de confrontación.

Entre los múltiples rumores que han ido creciendo mientras se prolongaba el silencio de Castillo, muchos son los que apuntan a un nuevo primer ministro que pueda mantener una mejor relación con la oposición, ampliamente mayoritaria en el Congreso, y que trate de enviar mensajes más amables hacia la sociedad.

La última disputa con el Congreso

Una vez Castillo abandone su sigilo, y si finalmente acepta la renuncia de Torres, deberá nombrar un nuevo primer ministro. Comenzará entonces una nueva disputa con el Congreso.

Deberá hacerlo para conseguir que el nuevo gabinete ministerial reciba el voto de la confianza necesario del Parlamento. En el caso de Torres, obtuvo 64 votos a favor, 58 en contra y 2 abstenciones.

Sin embargo, desde entonces las relaciones se han tensado incluso con Perú Libre, el partido autoproclamado marxista con el que Castillo llegó a la Presidencia y del que ha sido expulsado.

Al poco de conocerse la renuncia de Torres, el líder del partido, Vladimir Cerrón, publicó un críptico mensaje en su cuenta de Twitter: «Gallinazo (ave rapaz) limeño sobrevolando en círculo Palacio por 'muerto' en PCM».

La frase consolida la distancia abierta desde hace meses entre Castillo y su ya antiguo partido, una brecha menor que la que le separa de otras bancadas del Parlamento, donde se antoja muy difícil que pueda obtener el voto de confianza.

En caso de que no pasara dicho voto, Perú quedaría inmerso en una crisis total por la renuncia del cuarto primer ministro en un año.