Golpe de efecto de Kiev en Crimea tras la destrucción de una base aérea rusa

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Veraneantes toman el sol en una playa de Crimea con el incendio, al fondo, de la base aérea rusa
Veraneantes toman el sol en una playa de Crimea con el incendio, al fondo, de la base aérea rusa

Moscú atribuye las explosiones a una negligencia, pero evacúa la zona y refuerza la vigilancia; Ucrania insinúa su participación

11 ago 2022 . Actualizado a las 10:37 h.

Las alertas se dispararon este martes en la anexionada península de Crimea tras la serie de explosiones que tuvieron lugar en el aeropuerto militar de Saki, en la costa oeste de la región. Varios testigos comentaron a la agencia Reuters que escucharon entre siete y doce explosiones. En los vídeos subidos a las redes sociales, se observan dos focos de incendio y grandes columnas de humo negro procedentes del aeródromo.

Las autoridades rusas informaron de un vigilante muerto y hasta 13 heridos por la metralla, dos de ellos menores. Más de 60 edificios de viviendas resultaron dañados. Eso sí, descartan daños mayores en la flota que acoge el aeropuerto y solo lamentan pérdidas en almacenes de armamento. Descartan cualquier tipo de ataque ucraniano y atribuyen los hechos a un fallo en el protocolo de seguridad para manejar explosivos, que derivó en el estallido de proyectiles de aviones.

Aunque las fuentes oficiales locales niegan el peligro y rechazaron evacuar toda la zona, la sensación de alarma era latente; de hecho, establecieron un perímetro de cinco kilómetros y hasta 30 personas tuvieron que dejar sus hogares en las inmediaciones de la base. Desde que se produjeron los hechos, «despegan hasta cuatro veces más aviones militares desde el aeropuerto de Simferópol», recogen medios de la capital crimea.

Citando a un alto funcionario ucraniano, The New York Times asegura que el incendio se debe a un ataque de Kiev. Sin llegar a confirmarlo, el portavoz de las fuerzas aéreas ucranianas señaló que el fuego acabó con alrededor de diez aviones rusos que patrullan habitualmente las costas de la región.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no confirmó ni desmintió la participación de sus fuerzas en el ataque, pero sí advirtió: «La guerra rusa contra Ucrania y toda la Europa libre empezó en Crimea y debe terminar con Crimea y su liberación». En una línea semejante se pronunció en Twitter su asesor Mijailo Pololyak: «La desmilitarización de la Federación Rusa es una parte integral de la seguridad global (…). Esto es solo el comienzo».

Según datos oficiales, Kiev no dispone de misiles capaces de cruzar los 300 kilómetros entre el frente de guerra y la orilla suroccidental de la península.

Ambos bandos se han expresado en términos semejantes a los usados para abordar incidentes similares en el sur de Rusia a lo largo de los últimos meses. Moscú, que no quiere asumir ni negligencias ni pérdidas ocasionadas por Kiev, se muestra opaco. La parte ucraniana trata de mostrar su capacidad ofensiva.

Bombardeo letal

En el este de Ucrania, un bombardeo ruso con cohetes Grad contra la ciudad en Márganets y el poblado cercano de Mirovoe, en la región de Dnepropetrovsk, causó el martes por la noche 13 muertos y una decena de heridos, según el jefe de la Administración regional, Valentin Reznichenko.

El Estado Mayor ucraniano denunció que el Ejército ruso arrojó hasta 80 cohetes sobre zonas residenciales de esta región mientras los vecinos dormían, según informa Colpisa. También resultó afectado un gasoducto.

Los «partisanos» ucranianos extienden sus acciones en las zonas ocupadas

Las explosiones en una base aérea de Crimea el martes podrían ser uno de los ataques que se atribuyen a los ciudadanos de esos territorios ocupados por los rusos desde el 2014 que apoyan al Gobierno de Kiev. Así lo afirmó este miércoles The New York Times, que precisa que, para alcanzar objetivos muy por detrás de las líneas enemigas rusas, el Ejército ucraniano podría haber recurrido a los residentes de los territorios ocupados que son leales a Ucrania.

El diario neoyorquino denomina a estos activistas leales a Kiev «los luchadores en la sombra» o también partisanos. A ellos se les ha atribuido una serie de misteriosos ataques recientes: la enfermedad del alcalde instalado por el Kremlin en la ocupada ciudad de Jersón, que tuvo que ser evacuado a Moscú el fin de semana; el tiroteo mortal contra el subdirector de otra ciudad importante de la región menos de 24 horas después; y las explosiones en la base aérea de Crimea.

Según la información facilitada al diario por un oficial militar ucraniano con conocimiento de la situación, «se utilizó un dispositivo exclusivamente de fabricación ucraniana». «Esta era una base aérea de la que despegaban regularmente aviones para ataques contra nuestras fuerzas en el teatro de operaciones del sur», añadió el funcionario.

Expansión de la ofensiva

Para el diario, un ataque ucraniano contra las fuerzas rusas en la península de Crimea representaría una expansión significativa de los esfuerzos ofensivos de Ucrania, que hasta ahora se han limitado en gran medida a hacer retroceder a las tropas rusas de los territorios ocupados después del 24 de febrero, cuando comenzó la invasión.

También sería un motivo de bochorno para el presidente ruso, Vladimir Putin, quien a menudo habla de Crimea, que se anexó ilegalmente a Ucrania en el 2014, como si fuera un territorio sagrado.

El alto funcionario dijo que el ataque involucró a fuerzas de resistencia partisana leales al Gobierno de Kiev, pero no reveló si esas fuerzas llevaron a cabo el ataque o ayudaron a las unidades militares ucranianas regulares a atacar la base, como ha ocurrido a veces en otros territorios ocupados por Rusia.