Rusia corta hasta nuevo aviso el grifo del gas hacia el centro de Europa

Redacción LA VOZ

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HANNIBAL HANSCHKE | REUTERS

Putin reacciona así al anuncio del G-7 de limitar el precio del petróleo ruso, tope que Bruselas quiere extender al hidrocarburo

03 sep 2022 . Actualizado a las 12:27 h.

Rusia no volverá a suministrar gas a través del Nord Stream 1, la principal vía de entrada de hidrocarburo del este hacia el centro de Europa, hasta nuevo aviso. El consorcio estatal ruso Gazprom anunció ayer la suspensión completa del tránsito de combustible alegando fuga de aceite que habría sido detectada durante las labores de mantenimiento de la única estación compresora aún en funcionamiento. «Hasta que no se elimine el fallo en el funcionamiento de los equipos, el tránsito de gas por el gasoducto Nord Stream queda completamente suspendido», informó el gigante ruso su cuenta de Telegram.

El consorcio gasístico ruso Gazprom ejecutó hoy el anuncio al no reanudar el flujo esta madrugada, según los datos de la empresa gestora de la infraestructura. Todas las nominaciones para cada franja horaria de esta jornada se encuentran a cero, de acuerdo con la información operativa recogida por Nord Stream AG, con sede en Suiza.

De esta manera Gazprom, que controla el gasoducto que conecta Rusia con Alemania por debajo del mar Báltico, ha hecho realidad su anuncio de ayer de que cortará completamente el tránsito de gas a través de Nord Stream.

La compañía había cortado el suministro el miércoles y tenía previsto reanudarlo hoy después de llevar a cabo tareas de mantenimiento en una turbina de la estación compresora. El Nord Stream operaba ya solo al 20 % de su capacidad.

La excusa de la fuga de aceite no convence en absoluto a la Comisión Europea. Su portavoz, Eric Mamer, a través de su cuenta de Twitter, acusó a Rusia de «cinismo» y de usar «pretextos falaces» para justificar la suspensión completa del flujo de gas a través del gasoducto. El anuncio ruso «es otra confirmación de su falta de fiabilidad como proveedor. También es una prueba del cinismo de Rusia, ya que prefiere quemar gas en lugar de cumplir los contratos», afirmó. Hace unos días trascendió que el Gobierno de Putin estaba quemando hidrocarburo valorado en diez millones de euros al día en una planta regasificadora próxima a la frontera con Finlandia. Se trata del gas que antes enviaba a Europa.

El anuncio de Gazprom se produjo pocas horas después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmase: «Es hora de aplicar un techo al precio del gas ruso exportado a Europa». Inmediatamente, el jefe adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvedev, amenazó con cortar totalmente el suministro: «Será como con el petróleo. Simplemente no habrá gas ruso en Europa». La amenaza, de momento, se hará realidad.

Sanciones al crudo

El anuncio del corte hasta nuevo aviso llegaba también poco después de que el grupo de los siete países más industrializados del mundo, el G-7, anunciase que aplicará un límite de precios al petróleo ruso y a otros derivados. Lo hará de forma efectiva mediante una prohibición generalizada de prestar servicios que permitan el transporte marítimo de estos productos. Únicamente se permitirá si se compran a un precio igual o menor al fijado por la coalición. En su comunicado, los ministros de Finanzas de las naciones del G-7 no detallo cuál será ese tope.

El club de países del que forman parte Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Italia, Canadá, Alemania y Japón, con la Unión Europea de invitado, aseguró que esta medida está «específicamente diseñada» para reducir los ingresos de Rusia y su capacidad para financiar la guerra, al tiempo que limita el impacto en los precios globales de energía. Además, el grupo de países más industrializados del planeta avanzó su propósito de reunir los apoyos necesarios de otros Estados para que la imposición de ese tope al precio del petróleo ruso sea generalizada. «Buscamos una coalición amplia para maximizar la efectividad», reza el documento hecho público por el G-7 en la página web del Ministerio de Finanzas alemán, que ejerce la presidencia de turno del grupo.

La Unión Europea expresó su apoyo a esta medida contra el crudo ruso, ya que fortalece los paquetes de sanciones que ha ido aprobando en los últimos meses contra el régimen de Putin.

El vice primer ministro de Rusia, Alexander Novak, ya avisó el jueves de que Rusia no exportaría petróleo a ningún país que se sumase a esta limitación de precios.

Los precios

Antes de que Grazprom anunciase que no reabrirá el Nord Stream 1, las cotizaciones del gas natural para entrega el mes próximo en el mercado holandés TTF cerraron la semana con un descenso del 32 % respecto a los máximos históricos alcanzados la semana anterior. Es más que previsible que los precios se disparen a raíz del anuncio ruso.

Abaratar la luz con un tope a lo que cobran las renovables

La Comisión Europea estudia implantar un tope al precio que cobran las tecnologías inframarginales por la venta de la electricidad en el mercado mayorista como medida de urgencia para abaratar los precios energéticos. Inframarginales son renovables, hidroeléctricas y nucleares, es decir, todas salvo las plantas de gas o carbón, que marcan los precios finales que cobran todas las demás por el elevado coste de las materias primas que utilizan para producir.

La propuesta que analiza la Comisión trata de que esas tecnologías dejen de cobrar un precio que está muy por encima de sus costes de explotación. En una propuesta informal que aún tendrá que analizar el Ejecutivo comunitario, el tope al precio a esas plantas restaría unos beneficios extras a las compañías que los Estados podrían usar para salir en auxilio de los consumidores mediante rebajas en las facturas de la luz.

Otra de las propuestas que están sobre la mesa para una intervención de emergencia en el mercado eléctrico es una acción coordinada para adoptar medidas para reducir la demanda de electricidad en los momentos de picos altos de consumo mediante el reparto de ayudas entre los grandes consumidores.

La propuesta informal elaborada por técnicos de la Comisión Europea desaconseja totalmente la implantación del mecanismo ibérico que aplican España y Portugal, el denominado tope al gas, porque, resalta la propuesta, incentiva el consumo de gas, aunque reconoce que ha conseguido que los precios se reduzcan un 17 % de media. Además, los técnicos consideran que si ese mecanismo se implanta en todos los mercados eléctricos europeos se incrementarán las exportaciones de energía más barata a países terceros como Suiza o el Reino Unido, como ya está ocurriendo en el caso ibérico con Francia.

Además, el tope al gas requeriría un fuerte desembolso para abonar las compensaciones a las centrales de ciclo combinado.