Portugal quiere gravar con un 28 % los rendimientos de las inversiones en criptomonedas

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

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Brais Suárez

El Gobierno y el sector buscan avanzar de la mano para que el país se mantenga a la cabeza del uso de monedas digitales

21 oct 2022 . Actualizado a las 08:56 h.

El pasado 5 de mayo, en la ciudad de Braga se realizó la compra de una vivienda a cambio de tres bitcoines, un hito que define la sólida trayectoria de la que gozan las criptomonedas en Portugal. Desde enero del 2021 a junio del 2022, este fue el tercer país europeo con más actividad de divisas virtuales per cápita, con un 66 % más que España, según la firma Chainalysis. Y es que, según los cálculos de estos expertos, hasta un 2,37 % de la población lusa posee estos activos. En total, se estima que el año pasado las plusvalías obtenidas en el país vecino por transacciones de divisas digitales fue de 1.400 millones de euros, todos ellos libres de tributación. Incluso el Banco de España emitió un informe que señalaba que las operaciones cripto de Portugal eran desproporcionadas para el tamaño de su economía. En definitiva, el país luso está considerado un paraíso para los inversores y usuarios de estas divisas, lo que supone un eje de atracción para nuevas fortunas y talento joven.

Esta situación, una de las más laxas en Europa, se debe a que quedan exentos de cualquier tipo de imposición. Sin embargo, el borrador de los Presupuestos Generales para el 2023 apunta a un cambio de rumbo. El texto propone empezar a gravar con un 28 % las plusvalías obtenidas por transacciones con criptomonedas, lo que el secretario de Estado para Asuntos Fiscais, António Mendoça Mendes, define como una «apuesta por integrar la realidad en las reglas ya existentes».

El borrador también considera la emisión de nuevas criptomonedas y operaciones mineras como ingresos imponibles. Pero no se cuenta con la infraestructura necesaria para poder controlarlo con el mismo rigor que otras actividades económicas.

Por ejemplo, «no está claro si la tributación en el IRPF se aplica solo a las operaciones entre criptoactivos y moneda fiduciaria o también en intercambios de cripto por cripto», según explica el secretario del Instituto New Economy, Hugo Volz Oliveira. Tampoco está claro cómo se gravará el staking (procedimiento para obtener rendimiento de los activos sin perder su propiedad), que también aparece en el texto. De ahí que la comunidad de criptoeconomía portuguesa considere que «hay problemas que se deben trabajar con el Gobierno», según Oliveira.

Criptoeconomía

De hecho, lejos de considerar esta tributación como una amenaza, Oliveira cree que es un «pequeño primer paso hacia la verdadera transición de Portugal hacia una criptoeconomía». El país demuestra su intención de ir en esa dirección y evalúa maneras de avanzar de mano de la Federación de Asociaciones de Cripto Economía. «Una concesión esencial por parte del Gobierno es la exención de impuestos para las transacciones de criptos que el vendedor haya retenido más de un año», valoran, pues «así se estimula la inversión a largo plazo y se minimiza la especulación». Con todo, la comunidad señala que el texto es un borrador y que quedan semanas para definir los contornos específicos que regulen estos activos.

Hasta ahora, solo se aplican algunos métodos, como la regulación antiblanqueo de capitales y la reciente normativa europea MiCA (Markets in Cryptoassets), que pretende estandarizar este mercado a nivel europeo. De todos modos, el mecanismo depende en gran medida de que el contribuyente emita pertinentemente sus informes tributarios.

Esta es otra incertidumbre que hace a Oliveira destacar que «el Ejecutivo se precipitó con esta medida, pues hay mucha burocracia asociada que no está resuelta y, sobre todo, dada la situación del mercado, se generarán pocos impuestos, ya que ahora mismo apenas hay plusvalías», explica, a la vez que comprende las presiones sobre el Gobierno para actuar.

Integrar el «blockchain»

«Portugal está teniendo en cuenta a todos los implicados para consolidar su estatuto en la criptoeconomía y juntos debemos avanzar hacia certezas jurídicas y regulatorias, integrando también a las empresas y no solo a particulares», destaca. En ese sentido, y también en la línea del proyecto presupuestario para el año 2023, Lisboa da pasos hacia la transformación digital que «debe culminar con la integración de blockchain en sus herramientas cotidianas», concluye Oliveira.

Una ley que atraiga a jóvenes con poder adquisitivo

Portugal trata de encajar todas las piezas del puzle para conseguir mantenerse en una línea de equilibrio que resulta realmente fina. Por una parte, el país debe integrarse en las normativas europeas que ya hay vigentes sobre toda esta materia. Pero el Gobierno luso no quiere renunciar a las oportunidades que trae este sector. Trabajará para seguir atrayendo al público joven y con poder adquisitivo que durante la última década ha transformado el país.